Unidas Podemos se desmarca de la reforma de la malversación del PSOE y ERC, pero la apoyará para que no descarrile
El presidente de UP considera excesivas las penas de cuatro y tres años propuestas por los partidos socios habituales en el Congreso y los socialistas tachan de “incoherentes” esta posición y de querer “blanquear” su voto afirmativo a toda la ley
Unidas Podemos se ha desmarcado este lunes clara y públicamente de la enmienda transaccional que presentará el PSOE esta tarde en ponencia para reformar el delito de malversación y modificar así la propuesta sobre este asunto registrada por ERC el viernes. “Es un acuerdo entre el PSOE y ERC”, aseguran fuentes del grupo parlamentario de UP, que expresan “dudas sobre la futura aplicación del nuevo delito por parte de los jueces”. Las mismas fuentes adelantan que aunque “no firmarán” esa enmienda, sí “facilitarán” que la ley “no descarrile”, lo que supone de hecho que tendrán que votarla a favor porque en caso contrario decaería. Desde la dirección de UP en el Congreso se expresó un “profundo malestar” con el PSOE por entender que sus socios en el Gobierno de coalición habían adelantado a ERC que tenían el acuerdo interno ya cerrado cuando no era cierto. En la cúpula del PSOE tachan a UP de “incoherentes” y de querer “blanquear” con este desmarque teórico la realidad de su voto afirmativo a toda la ley.
Jaume Asens, el diputado de los comunes que suele llevar este tipo de asuntos en Unidas Podemos, ha intentado aclarar este lunes en el Congreso esa posición tan delicada: “No es que nos estemos desentendiendo. Siempre dijimos que no íbamos a presentar enmienda sobre ese delito, que teníamos posición propia. Es una negociación que lidera el PSOE con ERC. Nosotros hemos estado informados en todo momento, pero no hemos participado. Estamos estudiando todavía tanto la propuesta de ERC como la contrapropuesta del PSOE. No tenemos una postura fijada de momento”, ha señalado. Lo cierto es que en el grupo hay diferencias, y no todos tienen el mismo interés sobre esta reforma. Mientras Asens ha reconocido que tanto en el caso de la enmienda de ERC como en la del PSOE “la música le suena bien”, uno de los portavoces de Podemos, Pablo Fernández, ponía el foco media hora después en las “dudas” que les genera su posible aplicación. Algunas fuentes del partido señalan que para los comunes resulta mucho más sencillo justificar y vender una reforma que ha sido diseñada con la finalidad de avanzar en la desjudicialización del conflicto en Cataluña, su comunidad. A Podemos, sin embargo, le preocupan las consecuencias de esta modificación en un asunto tan delicado para la izquierda y complejo de explicar a la ciudadanía.
Desde Buenos Aires, donde se encuentra de visita oficial, la vicepresidenta Yolanda Díaz no ha querido concretar tampoco su postura. “Estamos desarrollando leyes que van a mejorar la calidad democrática de nuestro país. Hay un proceso de judialización de la política al que jamás debimos haber llegado”, ha contestado a preguntas de los periodistas, informa Federico Rivas Molina. El jueves pasado, la dirigente de UP había descartado que su grupo fuese a presentar ninguna enmienda sobre malversación.
La enmienda transaccional que tiene previsto presentar el PSOE rebaja la pena a la que se enfrentan los dirigentes del procés encausados por malversación, que pasa de un máximo de seis a cuatro años de prisión ―uno más que los tres que proponía ERC―, pero se garantiza que en ningún caso quedará impune la desviación de fondos públicos para el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. La redacción de la transaccional, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, deja claro que se castigará con penas de uno a cuatro años de prisión el desvío de dinero “si resultare daño o entorpecimiento graves del servicio al que estuviere consignado”.
Unidas Podemos había mostrado desde el inicio reticencias a una reforma exprés en una cuestión sensible para su electorado y que podría acabar afectando a condenados por corrupción, aunque el PSOE asegura que eso no sucederá en ningún caso, porque los delitos que afectan a los escándalos de corrupción más conocidos quedan intactos. El socio minoritario no quiere dejar caer la ley, que contiene otros aspectos “tan importantes” como la propuesta de modificación de la Ley Orgánica del Poder Judicial para desbloquear la renovación del Tribunal Constitucional o la derogación del delito de sedición, ambos considerados positivos por UP. Pero sí quiere dejar claro, por lo que pueda pasar en el futuro, que esta reforma de la malversación es una cosa del PSOE y ERC, y no de ellos, aunque finalmente esta tarde la voten en la ponencia.
Este nuevo distanciamiento de UP con esta compleja y sensible reforma se une a su posición crítica con las tesis que defiende el PSOE en proyectos de relevancia como la ley de bienestar animal o la ley del solo sí es sí, ejemplos de diferencias internas de la coalición en esta fase clave de la legislatura. La dirección de UP ha contactado durante el fin de semana con la cúpula del PSOE y con la de Esquerra, y no le ha quedado claro en qué consiste el acuerdo político entre ambos partidos para cambiar el delito de malversación. A UP le llegaba desde Esquerra que el PSOE afirmaba haber consensuado su propuesta con ellos; y desde los socialistas, que tenían la transaccional perfilada con los republicanos catalanes, pero lo contrastaron con ellos y no llegaban a la misma conclusión.
Penas excesivas
La dirección de UP y el propio Asens, que ha comparecido en el Congreso, ha rechazado confirmar cuál será el sentido de su voto, porque seguían estudiando las consecuencias de la reforma, pero sí han precisado que no dejarán que la ley fracase. Lo único que adelantó el presidente del grupo parlamentario y jurista Asens fue su opinión personal y en ella quedó claro que le parecen excesivas tanto las penas de cuatro años que plantea el PSOE como los tres que propone ERC. Asens matizó que no podía anticipar la postura oficial de su formación, pero sí señaló que hay juristas que sostienen que los castigos por malversación deberían volver a como estaban tipificados en el Código Penal antes de la reforma que implantó el Gobierno del PP en 2015, y que consistían en meras multas.
El PSOE, por su parte, ha asegurado que las reformas serán respaldadas por la mayoría parlamentaria, y ahí incluye tanto a ERC como a UP, y lamenta “la incoherencia” de sus socios en el Gobierno al querer distanciarse de un proyecto que en su criterio debería contar con el apoyo de todo el Ejecutivo “por responsabilidad”. La portavoz del PSOE y ministra de Educación, Pilar Alegría, ha manifestado su sorpresa por la posición de Unidas Podemos con respecto a la malversación: “Nos sorprende ese [votaremos] sí, pero no firmo lo que voto. Lo digo porque han determinado que iban a apoyar la ley, pero no a firmar la transacción. Deben ser ellos los que lo aclaren”, informa José Marcos.
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