Acnur cuestiona la legalidad de las devoluciones a Marruecos durante la tragedia de Melilla
Grande-Marlaska ha insistido en que los 470 rechazos en frontera que se realizaron el 24 de junio cumplieron con la legalidad. La Agencia de la ONU para los Refugiados y el Defensor del Pueblo discrepan de la afirmación del ministro
La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) ha reaccionado una vez más a unas declaraciones en el Congreso del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. El ministro, que ha comparecido este miércoles para responder por segunda vez sobre la tragedia de Melilla del pasado 24 de junio, ha insistido en que la devolución a Marruecos de 470 personas cumplió “de forma plena con la legalidad”, en contra de lo que ha manifestado el Defensor del Pueblo, a quien no le consta que se haya seguido ningún procedimiento legal. Para reafirmarse en que aquel día se cumplió con la normativa nacional e internacional, Grande-Marlaska ha mencionado que la agencia de las Naciones Unidas no tiene “una mala impresión” del trabajo que se hace en España en materia de asilo. La agencia, en su habitual tono comedido, ha discrepado de las afirmaciones del ministro.
“El informe del Defensor del Pueblo es claro respecto a la devolución automática de alrededor de 470 personas, y también desde Acnur hemos recibido testimonios de personas que fueron devueltas inmediatamente a Marruecos tras entrar en Melilla, muchas de ellas de países donde hay conflictos, que generan refugiados como Sudán, Sudán del Sur y Chad”, ha explicado una portavoz. “Estamos profundamente consternados por la tragedia en la frontera entre Nador y Melilla, por las muertes y desapariciones de tantas personas, muchas de ellas seguramente refugiadas”, ha añadido.
La agencia de la ONU ha recordado que no tiene inconveniente en que se produzcan retornos de personas que no necesiten protección internacional, siempre que se haga en “condiciones de seguridad y dignidad”. Acnur, sin embargo, recuerda que la práctica de devolver personas sin un procedimiento que les permita acceder al sistema de asilo, es contraria a la normativa legal y a los tratados de derechos humanos de los que España es parte. Uno de los hallazgos de una investigación conjunta de EL PAÍS con Lighthouse Reports, Le Monde, Der Spiegel y Enass es que entre esas personas devueltas había por lo menos un menor, un perfil que la legislación nacional e internacional prohíben expresamente devolver en esas condiciones. La investigación recoge además los testimonios de 35 supervivientes que denuncian las agresiones que sufrieron una vez que las autoridades españolas les pusieron en manos de los agentes marroquíes.
Aunque el ministro haya afirmado que Acnur no tiene una “mala impresión” del trabajo que hace su ministerio en materia de asilo, la agencia ha marcado distancias con esa afirmación: “Acnur ha expresado su preocupación en diversas ocasiones a las autoridades españolas por las devoluciones automáticas que no tienen en cuenta las circunstancias individuales de las personas retornadas, incluidas sus necesidades de protección internacional. Estas devoluciones comprometen el principio de no devolución, establecido en el artículo 33 de la Convención de Ginebra de 1951″. Este principio obliga a que los Estados no devuelvan a un refugiado a un territorio donde su vida o su libertad peligre por causa de su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opinión política.
La agencia ha reiterado también su disposición a colaborar “más estrechamente” con el Gobierno de España en cuestiones de asilo y migración para que la gestión de fronteras sea compatible con la protección a refugiados.
No es la primera vez que Acnur sale a responder al ministro por unas declaraciones sobre asilo. Ya lo hizo el 25 de junio de 2021, cuando el ministro comparecía por la entrada de más de 10.000 personas en Ceuta ante la pasividad de los gendarmes marroquíes. Aquella jornada, en el Congreso, Grande-Marlaska aseguró que todos los retornos a Marruecos —voluntarios o forzosos— se hicieron conforme a la ley. Esta vez, de forma más explícita, el ministro mencionó a Acnur para respaldar su afirmación y dijo que tanto la agencia de la ONU, como la Cruz Roja, estuvieron desde el “primer momento” colaborando con la policía para identificar perfiles vulnerables, que incluían sobre todo posibles solicitantes de protección internacional. Ese mismo día, la afirmación del ministro fue desmentida por las dos organizaciones. La agencia de la ONU afirmó que recibió testimonios de personas que quisieron pedir asilo, pero fueron devueltas a Marruecos “de manera forzosa y, en algunos casos, con violencia”. Entre esas personas, según comprobó EL PAÍS en aquel momento, había varios refugiados yemeníes que pedían asilo a gritos mientras los llevaban a la fuerza al otro lado de la frontera.
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