Pedro Sánchez: “La ‘ley trans’ va a salir. No hay feminismo clásico o moderno en el PSOE, hay uno”

Pedro Sánchez está absolutamente convencido de que la ley trans, que ha generado una importante división dentro del PSOE y también tensiona a la coalición, se va a aprobar sin mayores problemas. El presidente, en una conversación informal con los periodistas que le acompañan al viaje a Kenia y Sudáfrica, ha garantizado que esa ley saldrá, algo que algunos ponían en duda. Lo ha dicho casi como un compromiso personal, mientras Unidas Podemos le está reclamando ya fechas concretas. Sánchez ha confirmado que el PSOE presentará el lunes las enmiendas a esta norma para mejorar algunos aspectos jurídicos, pero está seguro de que se podrá llegar a un acuerdo rápidamente y la ley saldrá.

El presidente ha explicado que no ha hablado con Carmen Calvo, que está liderando el cuestionamiento de la ley dentro del PSOE, pero ha dejado claro que estaba encima del debate y se ha mostrado convencido de que se resolverá. De hecho, Sánchez ha rechazado la idea que se ha instalado en algunos sectores de que esta es una batalla “generacional”, como dijo el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, entre un feminismo clásico y otro moderno. “En el PSOE no hay feminismo clásico o moderno. Hay un solo feminismo. Y todos conocen la trayectoria del PSOE. Esta ley va a salir, habrá un acuerdo, no tengo ninguna duda”. Es la primera vez desde que estalló la polémica por la petición del PSOE en dos ocasiones de prorrogar el plazo para la presentación de enmiendas que Sánchez se pronuncia sobre la ley.

Algunos en el PSOE creen que solo la intervención del líder podrá resolver el conflicto y evitar una votación dividida en el grupo socialista. Sánchez ha dejado muy claro que no contempla ese escenario. El debate se abrirá a partir del lunes, cuando los socialistas presenten sus enmiendas, y a partir de ahí tengan que negociarlas dentro del propio PSOE, pero también con Unidas Podemos, que reivindica la ley tal como está porque así salió del Gobierno después de un pacto interno en el Ejecutivo. Sánchez se ha quejado de que todo el debate se centre en la autoderminación de género y la parte trans de la norma, cuando contiene muchas más cuestiones para el colectivo LGTBI y muchos nuevos derechos. “Es una ley que básicamente reconoce derechos a personas que no los tienen, y por eso la vamos a sacar adelante. La ley saldrá, que nadie lo dude”, ha insistido.

“Nunca hemos estado tan cerca”

Por otra parte, Sánchez no ha querido dar detalles sobre la negociación con el PP para la renovación del Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional, pero ha dejado muy claro que el acuerdo está muy próximo a alcanzarse y él prácticamente no contempla otra posibilidad más que un pacto. “Nunca hemos estado tan cerca”, ha insistido el presidente. El acuerdo se sancionará entre los dos líderes, por tanto, es previsible que se haga en una franja de tiempo entre el regreso de Sánchez a Madrid, este viernes, y el viaje de Alberto Núñez Feijóo la próxima semana a Argentina, Uruguay, Chile y Ecuador, que se inicia el 4 de noviembre.

Sánchez no ha querido hablar de nombres y cerrar expresamente la posibilidad de que Victoria Rosell, la jueza cercana a Podemos y actual directora del Observatorio contra la Violencia de Género, sea propuesta como vocal. Pero de sus palabras se veía claro que no se contempla esa posibilidad porque PSOE y PP han pactado unos criterios de elegibilidad y entre ellos está que no se puede volver de forma automática de la política al CGPJ. Sánchez también ha admitido que el PSOE ha aceptado incluir otra cláusula para que el fiscal general nunca pueda dar el salto directo de la política a ese puesto, como sucedió con Dolores Delgado, que pasó de ser ministra de Justicia a fiscal general, algo que indignó al PP. Los socialistas están, pues, cediendo en varios puntos simbólicos que reclaman los populares para facilitar esa pista de aterrizaje que permita que Feijóo se sume al pacto y aguante las presiones del sector más conservador para que no lo haga.

Sánchez, que al fin empieza a ver algunas encuestas que señalan que el efecto Feijóo se ha frenado y el PSOE se recupera ligeramente, aunque sigue por debajo, está convencido de que el fiasco de Liz Truss en el Reino Unido, donde acabó dimitiendo después de prometer una fuerte bajada de impuestos que luego tuvo que rectificar, ha dejado sin discurso económico y político al PP. De hecho, el presidente cree que los enormes beneficios que este miércoles han anunciado tanto el Banco Santander como Iberdrola justifican “plenamente el impuesto a las grandes energéticas y a la banca” que el PP rechaza. “El PP incluso ha cambiado su lema, que antes era bajada de impuestos ya, al ver lo que ha sucedido en el Reino Unido. Esa bajada de impuestos masiva no es sensata. El PP no tiene discurso de política económica alternativa. ¿Cuál es la alternativa? ¿Llamar “timo ibérico” a la solución ibérica que ahora quieren todos los países europeos?”, ha insistido.

Sánchez también ha dejado la puerta abierta a la reforma del delito de sedición para rebajar las penas siempre que ERC asuma que no se puede anular ese delito, aunque sí hacer una rebaja significativa en línea con la legislación europea, esto es, bajarlo de 15 años a 6. Sánchez ha enmarcado esta posible reforma en la “política del reencuentro y la desinflamación de la situación en Cataluña”, que tuvo como gran hito los indultos de 2021. “Ya se lo dije a Feijóo en el Senado. Yo prefiero la Cataluña de 2022 a la de 2017. Estamos abiertos a lo que contribuya a salir de la vía judicial en la que se entró por los errores de los independentistas y contribuya a desinflamar la situación. La quiebra del independentismo que estamos viendo tiene implicaciones importantes, y nosotros desde el Gobierno tenemos que ayudar a desinflamar. Esa voluntad la hemos expresado siempre”, ha insistido Sánchez, que ha recordado que hay un compromiso para reunir la mesa de diálogo antes de final de año.