El exdiputado Alberto Rodríguez lanza un proyecto político en Canarias para el próximo ciclo electoral
El ‘ex número tres’ de Podemos, fuera del partido y de la política institucional tras perder el escaño hace un año, presenta el “Proyecto Drago”
Un año después de perder el acta de diputado y abandonar la militancia de Podemos, el exparlamentario de Unidas Podemos (UP) Alberto Rodríguez ha presentado este lunes un proyecto político propio, de “obediencia canaria”, con el que busca concurrir a las elecciones autonómicas y municipales de mayo. Bautizado como Proyecto Drago, la herramienta nace con las banderas fundamentales de la “defensa del territorio” y su población, el “respeto a las realidades diversas de las ocho islas” y la “capacidad de decisión” desde el archipiélago, según enuncia en su página oficial.
“Sin ningún lugar a dudas, vamos a estar presentes en las contiendas electorales de mayo y en muchas que vendrán. En qué formato y con qué fórmula, se irá viendo. Son decisiones colectivas. Esto no es el proyecto de Alberto Rodríguez”, ha anunciado el exdiputado en una rueda de prensa ofrecida en Las Palmas de Gran Canaria y recogida por el periódico Atlántico Hoy.
El ex secretario de Organización de Podemos, número tres del partido en la última Ejecutiva de Pablo Iglesias, fue condenado por el Supremo por propinarle una patada a un policía durante una manifestación en La Laguna en 2014 y se encuentra fuera de la política institucional desde hace un año.
Precisamente este sábado se cumplieron 365 días desde que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, decidió retirarle el escaño tras la pena de 45 días de cárcel —sustituida por una multa— e inhabilitación para el derecho al sufragio pasivo impuesta en el alto tribunal. Aquella acción, denunciada en su momento por Podemos, que amagó con una querella por prevaricación contra Batet que nunca llegó a presentar, abrió una herida en la coalición y el grupo parlamentario que desembocó en la salida de Rodríguez del partido nada más dejar el acta.
Junto al exdiputado, han comparecido en rueda de prensa otros tres promotores del proyecto: Héctor Morán, Mar Domínguez y Sara Hernández. El primero, quien ha mantenido con Rodríguez una relación profesional y personal previa a la conformación del Gobierno, ejerce en la actualidad como asesor en el departamento de la vicepresidenta Yolanda Díaz, que descarta hacer valoraciones y precisa que su participación es a título personal.
Preguntado por Sumar, el proyecto de Díaz, el exdiputado no ha querido descartar alianzas con otras formaciones políticas: “Como dijimos al principio, nacemos sin sectarismos (...) la aspiración es que este proyecto tenga gran incidencia social y política y eso incluye hablar con cualquiera siempre que haya respeto mutuo, se respete la obediencia canaria, siempre que el diálogo sea mantenido con personas que tengan capacidad de tomar decisiones en el archipiélago y que se respete el carácter diverso y diferenciado de las ocho islas. Dentro de ese marco estamos dispuestas a hablar con quien sea, y los partidos políticos serán una pata de eso pero no la única”, ha afirmado.
Buena noticia. Alberto Rodriguez pone en marcha "Drago". Un proyecto municipal y autonómico de obediencia Canaria justo un año después de su injusta expulsión del Congreso. pic.twitter.com/qa7AgLLBrL
— Guillermo Zapata. (@gzapatamadrid) October 24, 2022
Podemos Canarias se encuentra en una situación delicada. Además de la salida de Rodríguez, en los últimos meses ha perdido a otros rostros visibles de la organización, como su diputada por Las Palmas, Meri Pita, que se pasó al grupo mixto en el Congreso tras denunciar “la deriva orgánica” de la formación. En marzo, otros 11 cargos públicos del archipiélago arroparon a la parlamentaria en una carta en la que explicaba los motivos de su marcha.
Futuro “en juego”
El proyecto ve la luz ahora, según explica el colectivo en su página web, tras la constatación de la existencia de un “amplio espacio social, político y potencialmente electoral” fruto de la “tensión” entre “el futuro posible y deseado y el presente dirigido por la inercia, la incapacidad y los intereses económicos de una minoría”, critica.
“El presente y el futuro del archipiélago canario están en juego. La turistificación sin freno devora nuestro territorio mientras se nos hace imposible llegar a fin de mes y tener un proyecto de vida digna en las islas. Una realidad que nos golpea cada vez más fuerte y cada vez más cerca”, describe en su presentación. “Los recambios institucionales de los últimos años, salvo honrosos ejemplos de política municipal, no han mejorado el rumbo. Esta dinámica de continuismo político y económico contrasta con el resurgir de los movimientos sociales en diferentes puntos del archipiélago y la fuerza de la cultura canaria autorreferenciada y orgullosa de sí misma”. El Proyecto Drago, además, define la “confederalidad canaria, una perspectiva autocentrada y la identidad” como sus “herramientas de emancipación”.
Desde que Rodríguez perdió el escaño nadie ha ocupado su puesto en el Congreso, aunque el exdiputado ha manifestado públicamente que no es su deseo regresar al hemiciclo. El político canario presentó hace meses dos recursos ante el Constitucional contra la sentencia y la decisión de Batet que están en tramitación a la espera de que el tribunal se renueve. Al haber caducado su mandato el pasado junio, en el órgano de garantías hay un acuerdo interno para no resolver ahora sobre las materias más controvertidas pendientes de decisión.
[El drago es una planta arbórea natural del archipiélago canario cuya longevidad y particularidades botánicas le han conferido unas características míticas y legendarias desde épocas prehispánicas, en que las islas estaban habitadas por los guanches].
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.