Un zulo localizado en Francia en 2009 aporta nuevas pruebas sobre el último atentado mortal de ETA en España
La Guardia Civil apunta a tres antiguos dirigentes de la banda en el asesinato de dos agentes en julio de 2009 en Calvià
La Guardia Civil ha remitido al juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama un informe en el que apunta a tres antiguos dirigentes de la extinta ETA por su presunta implicación en el atentado que, el 30 de julio de 2009, costó la vida a los agentes Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada en Calvià (Mallorca). Este fue el último acto terrorista mortal de ETA en España antes de que anunciase, en octubre de 2011, el cese de su actividad y, 13 años después de que fuera cometido, sigue sin ser aclarado. Los etarras señalados son Aitzol Etxaburu, Alberto Machain y Andoni Sarasola, cuya detención en Francia pocos días después de aquel atentado permitió localizar siete zulos con abundante material explosivo. Entonces se les señaló como supuestos responsables de la logística del aparato militar de la banda y, por tanto, presuntamente encargados de entregar artefactos a los comandos.
El informe de la Guardia Civil ha sido elaborado, precisamente, a partir de la abundante documentación que las autoridades francesas remitieron el pasado marzo, a instancias del juez Calama, sobre el material intervenido por la policía gala en aquellos zulos. El informe detalla que en uno de ellos, el localizado en el municipio de Ferral les Montagnes, se hallaron varios elementos que mostraban “una coincidencia destacable”, tanto en su composición como en la “manipulación”, con los utilizados para elaborar las bombas utilizadas tanto en el atentado de Calvià como en otros cometidos con explosivos aquel verano en Baleares.
En concreto, la Guardia Civil destaca la presencia de bridas de plástico para sujetar los artefactos a los bajos de los vehículos, algo que ETA había utilizado “en contadísimas ocasiones”. También destaca el hallazgo en el zulo de dos temporizadores para retrasar el estallido de las bombas de un modelo, el T-48, “cuyo funcionamiento podría ser compatible” con los empleados en el atentado de Calvià. “Uno de ellos —continúa el documento policial— presenta una manipulación especialmente singular, nunca observada anteriormente en dispositivos del mismo tipo incautados a ETA” que los autores del informe consideran “compatible” con el empleado en uno de los atentados de Baleares.
Por todo ello, la Guardia Civil concluye que los artefactos utilizados en aquellos atentados tienen una vinculación con los zulos descubiertos en Francia que va más allá de la fabricación y que incluye además “aspectos logísticos y operativos de la organización terrorista”. En este sentido, el informe —que infiere que los artefactos fueron “creados ex profeso” para atentados como el que costó la vida a Salvá y Sáenz de Tejada— recalca que los zulos “eran gestionados” por los tres etarras señalados.
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