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Sánchez anuncia que las empleadas del hogar cobrarán paro y carga contra los poderes económicos

El presidente inicia el curso con intervenciones de ciudadanos en La Moncloa y críticas a algunos de los altos ejecutivos que el año pasado estaban en primera fila en el comienzo de la temporada

Carlos E. Cué

Pedro Sánchez está dando un giro completo a su imagen desde el fiasco de las elecciones andaluzas. El presidente quiere recuperar al Sánchez de las primarias del PSOE de 2017, el hombre que iba en contra del establishment y se enfrentaba a los poderes económicos y mediáticos, una figura que resultó muy exitosa en ese combate interno y también después ante los votantes, en las elecciones de 2019. En ese afán, Sánchez ha protagonizado este lunes una apertura del ciclo político muy diferente a la del año pasado, en la que ha sustituido a los altos ejecutivos del Ibex 35 que dominaron las primeras filas hace un año por un grupo de 50 ciudadanos que habían escrito cartas a La Moncloa.

Cinco de ellos tuvieron brevísimas intervenciones para plantear cuestiones relevantes: la situación de las empleadas del hogar, las pensiones, la educación, la salud alimentaria, el cambio climático. Sin dialogar con ellos, con las respuestas ya preparadas en su discurso, Sánchez usó las inquietudes de cada uno para prometer soluciones, en especial la de la empleada del hogar, Almudena, de Tomelloso, que le había pedido expresamente el “derecho al paro”, para anunciar que el martes el Consejo de Ministros aprobará precisamente la nueva legislación promovida por el Ministerio de Trabajo, dirigido por Yolanda Díaz, que garantiza que tendrán seguro de desempleo.

Sánchez lanzó algunos mensajes y propuestas sobre cada una de las cuestiones planteadas por los ciudadanos, que La Moncloa conocía previamente y había seleccionado, pero sobre todo se concentró en un discurso contra las élites económicas que, según dijo, consideran que tienen el “derecho innato de monopolizar y condicionar el debate en la esfera pública”. El presidente, rodeado de ciudadanos, se presentó a sí mismo como el defensor de las “clases medias trabajadoras” frente a unos poderosos que tratan de impedir que lleve adelante sus políticas, precisamente esa imagen que dominó su regreso al poder en el PSOE en 2017. Sánchez, en la línea marcada ya en el debate del estado de la nación en julio, insistió en que hay que combatir la idea de que en realidad quien gobierna son los poderes económicos. “Es muy importante ahora reivindicar la política útil. Hay una percepción de que se elige a quien gobierna pero no a quien manda. Hay que luchar contra esa idea de que el poder económico está por encima del poder que emana del voto democrático”, ha asegurado.

El presidente también se ha lanzado contra “los profetas de la catástrofe”, que en su opinión están trasladando la idea de que España camina hacia una recesión imparable. “Frente a ellos, hay que mirar los datos y defender las fortalezas de nuestra economía. Ni euforia ni autocomplacencia, pero no podemos caer en el discurso del miedo. Nosotros vamos a gobernar para la gente, para la clase media trabajadora. Gobernar es elegir y nosotros hemos elegido priorizar a la clase media trabajadora frente a otros intereses”.

Hace un año, en la primera fila de este acto de inicio de curso estaban precisamente los máximos representantes de ese poder económico del que hablaba Sánchez y que se está oponiendo con dureza a los impuestos a las grandes eléctricas y a la banca anunciados por el presidente en julio. Ahora, es un grupo de ciudadanos el que protagoniza esa primera imagen del año, un cambio buscado por La Moncloa ante el desgaste del Ejecutivo.

El curso político comienza con encuestas desfavorables al PSOE y con la crisis energética y de inflación. El acto de este lunes en La Moncloa, con breves intervenciones de los ciudadanos, se ha celebrado en los jardines de La Moncloa. Solo han hablado 5 de los 50 ciudadanos seleccionados por el equipo del presidente. Se trata de personas que durante estos cuatro años de Sánchez en La Moncloa han escrito al presidente para trasladarle sus inquietudes y reflexiones, o han formado parte del programa de visitas Moncloa Abierta. En estos años, se han recibido en la sede de la Presidencia del Gobierno 250.000 comunicaciones de ciudadanos, según ha explicado Sánchez. Los elegidos han sido dos estudiantes, una empleada del hogar, una maestra jubilada y un profesor de educación física preocupado por la obesidad infantil. Ninguno de ellos ha hecho ningún tipo de crítica al Gobierno, solo han planteado sus inquietudes, aunque la jubilada sí destacó que la inflación estaba destrozando la capacidad adquisitiva de las pensiones y pidió al presidente seguridad, ante lo que Sánchez le contestó que está garantizado por ley que las pensiones se actualizarán con la inflación.

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