Los exjefes de ETA Txapote y Henri Parot, trasladados a cárceles del País Vasco
El PP critica que “Sánchez entrega la dignidad de los españoles” y La Moncloa recuerda que los Gobiernos de la derecha acercaron a 803 presos etarras
El Ministerio del Interior ha acordado con el Gobierno vasco el traslado de otros 13 presos de ETA a cárceles de la comunidad autónoma, entre los que se encuentran varios pesos pesados de la banda, con largas condenas y decenas de asesinatos a su espalda. Entre los desplazados se encuentra Javier García Gaztelu, alias Txapote, histórico jefe de la banda terrorista y responsable de la muerte del concejal popular Miguel Ángel Blanco y en una prisión madrileña desde 2005 por una docena de asesinatos. En 2019, además, el ex jefe militar de ETA fue condenado a 33 años de cárcel por ordenar el asesinato del funcionario de prisiones Máximo Casado. La decisión ha motivado un fuerte choque entre el PP y el Gobierno de Pedro Sánchez. Los populares han acusado al presidente de haber “entregado la dignidad de los españoles”, mientras La Moncloa recuerda que los Gobiernos del PP acercaron a 803 presos etarras.
El PP ha reaccionado vinculando el acercamiento de estos presos con el respaldo de Bildu a algunas iniciativas legales del Ejecutivo. “Estamos viendo que Sánchez está dispuesto a pagar a Bildu a cambio de su apoyo en los Presupuestos o en leyes como la de Memoria democrática o la convalidación del decreto energético. Sánchez demuestra que es capaz absolutamente de todo con tal de permanecer en La Moncloa, incluso entregar la dignidad de los españoles. No tiene ningún tipo de límite”, ha criticado la secretaria general del PP, Cuca Gamarra. En cambio, el Gobierno defiende la “absoluta legalidad y transparencia” de los traslados. “En materia penitenciaria todas las decisiones se adoptan de forma individualiza y con estricto cumplimiento de la legislación, con total transparencia y están sometidas a control judicial”, aseguran fuentes gubernamentales. “El cumplimiento de la pena cerca del entorno social y familiar no es un beneficio penitenciario, es un derecho de todos los internos. Desparecida ETA y su actividad terrorista no se puede vulnerar ese derecho, que además en ningún caso supone reducción de condena ni nada parecido”, argumentan en el Ejecutivo. La Moncloa recuerda que “entre 1996 y 2004, los Gobiernos de José María Aznar ordenaron 574 traslados de presos de ETA a prisiones próximas al País Vasco. Y entre 2011 y 2018, Mariano Rajoy hizo lo propio en 229 ocasiones”.
Interior desplaza también a Henri Parot, Unai, preso en un centro de León desde 1990 con una condena acumulada de 41 años por 39 asesinatos, homicidios y atentados. Parot se hizo especialmente conocido tras dar nombre a la doctrina que estableció el Tribunal Supremo en una sentencia de 2006 que respondía a un recurso del condenado. El Alto Tribunal consideró entonces que la reducción de penas debía aplicarse sobre la condena total y no sobre el máximo legal permitido, de 30 años.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), no obstante, tumbó esta controvertida doctrina en 2013, tras un recurso de la etarra Inés del Río, por considerar que su aplicación retroactiva vulneraba el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Esto supuso la excarcelación de numerosos condenados que habían visto sus penas alargadas tras la aprobación de la doctrina.
Txapote, que desde hace más de un año cumple pena en la prisión madrileña de Estremera, ha pasado a segundo grado o régimen ordinario. Ingresó en prisión el 15 de diciembre de 2005 y cumple una condena acumulada de 30 años por asesinatos, atentado y secuestro, entre otros. Fue jefe militar de ETA y está considerado de la línea dura de la banda. Acumula penas que superan los 500 años de prisión por, entre otros asesinatos, los de Miguel Ángel Blanco; Fernando Buesa y su escolta, Jorge Diez Elorza; Fernando Mújica; Gregorio Ordóñez; José Luis López de Lacalle; y dos guardias civiles en Sallent de Gállego (Huesca).
Los otros condenados por terrorismo que serán trasladados a cárceles vascas son estos:
- Aitor Aguirrebarrena Beldarrain, que ingresó en una cárcel asturiana en septiembre de 2009 por una condena similar;
- Ismael Berasategui Escudero, desde Logroño, con una pena de 25 años por una condena por estragos e incendios, tenencia de armas y explosivos y falsificación;
- Jon Bienzobas Arretxe, en una prisión de Palencia desde 2018 por una condena a 266 años por asesinatos y delitos de terrorismo;
- Manex Castro Zabaleta, desde Cantabria, condenado a 40 años y en prisión desde 2009;
- Óscar Celarain Ortiz, desde un centro de Soria, en el que se encontraba desde 2008 por una condena a 30 años por asesinatos, estragos y tenencia de explosivos;
- Juan Manuel Inciarte Gallardo, desde una cárcel cántabra en la que ingresó en agosto de 2009 para cumplir una condena de 30 años por asesinato.
- Félix Alberto López de Lacalle Gauna, Mobutu, en un centro penitenciario de Asturias desde 2016 en cumplimiento de una pena acumulada de 30 años.
- Eider Pérez Aristizabal, desde una cárcel de Zaragoza, donde cumple una condena de 30 años desde marzo de 2001 por atentado, colaboración con banda armada y tenencia de explosivos.
- Juan Luis Rubenach Roiz, en una cárcel cántabra desde abril de 2019 por dos acumulaciones de condena de 30 años por asesinato, asesinatos en grado de tentativa y estragos.
- Jon Igor Solana Matarrán, desde Zaragoza, donde cumplía una condena acumulada de 30 años desde el 2000 por asesinatos, homicidios y atentados, entre otros.
- José Antonio Zurutuza Sarasola, desde un centro de Burgos, en el que ingresó en diciembre de 2007 para cumplir una condena de 30 años por asesinatos.
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