Contenedores de alta costura en Vitoria, pero inaccesibles
El colectivo de personas con movilidad reducida exige la retirada de los depósitos de vidrio tuneados por Agatha Ruiz de la Prada que no están adaptados para discapacitados
Vitoria tiene 965 contenedores de vidrio (uno por cada 262 habitantes) repartidos por toda la ciudad. A estos se han sumado recientemente otros 15 que son peculiares. Van decorados con corazones, margaritas, lunares... los icónicos estampados que distinguen a la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada. Son contenedores de alta costura que Ecovidrio ha regalado a la capital vasca por “su compromiso con el reciclaje” de estos envases. La iniciativa ha merecido los aplausos del Ayuntamiento de la ciudad, pero ha disgustado a las personas con movilidad reducida: “Exigimos la retirada inmediata de estos contenedores porque incumplen la normativa de accesibilidad. Quedan muy bonitos en las fotos, pero una persona en silla de ruedas, por ejemplo, no puede utilizarlos”, se queja Igor Navarro, portavoz de la asociación Eginarez Eginez de Álava.
Los iglús personalizados por Ruiz de la Prada ofrecen una imagen colorista de los puntos de recogida de los residuos urbanos y están pensados, precisamente, para hacer más atractivo el reciclaje de los desechos de vidrio. El problema es que las bocas de carga de estos contenedores tuneados están situadas a 1,20 metros de altura. Navarro protesta porque no son inclusivos: “Cualquier elemento colocado en la vía pública debe adecuarse a las leyes de accesibilidad. Se está limitando nuestro derecho a contribuir al reciclaje de residuos. Es una barrera insalvable para nosotros. El Ayuntamiento está permitiendo que Ecovidrio coloque en la ciudad contenedores discriminatorios para una parte de la población vitoriana”.
El Ayuntamiento de Vitoria alardea de ser “la quinta capital [española] que más envases de vidrio recicla por habitante”. En 2021 se recogieron 5.782 toneladas de este material (22,8 kilos por habitante), unos 78 envases de media por persona, según datos ofrecidos por el consistorio. En 2019 recibió el premio “Mayor Impacto Ciudadanos que concede Ecovidrio por su “contribución a la mejora de la sostenibilidad urbana, la lucha contra el cambio climático y la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible”.
La entidad social Eginarez Eginez -reúne a 1.700 asociados con movilidad reducida- ha litigado durante varios años con el Ayuntamiento de Vitoria por el “incumplimiento de las leyes de accesibilidad universal en la instalación de contenedores de residuos”, dice Navarro: “En muchos casos está situados en zonas a las que no podemos llegar y tienen las bocas de llenado a una altura inalcanzable para una persona en silla de ruedas o con alguna discapacidad física”.
El contencioso se ha “dejado morir”, explica la asesoría jurídica de la asociación Eginez, porque en la nueva licitación del servicio de contenedores “se contempla el cumplimiento de la normativa autonómica de accesibilidad”, que es más garante que la estatal. En Euskadi se exige que las bocas de llenado de los contenedores no enterrados estén a una altura máxima de 0,90 metros, mientras que la legislación estatal permite hasta 1,10 metros. El Ayuntamiento de Vitoria, aseguran en la concejalía de Planificación y Gestión Ambiental, se ha comprometido a que “el 100% de los contenedores de las fracciones de residuos que son de competencia municipal sean accesibles en 2023″. Y las mismas fuentes municipales precisan que los de vidrio decorados por Ruiz de la Prada “son gestionados por Ecovidrio”. “Esta entidad regaló a Vitoria los contenedores agathizados por “el elevado nivel de reciclaje de vidrio” que registra la capital vasca. Los mismo modelos vestidos por la diseñadora también se instalaron en localidades como Rota (Cádiz), Camas (Sevilla) o Alcobendas (Madrid).
“Parece que el despropósito se va a corregir”, señalan desde los servicios jurídicos de Eginez, aunque hacen hincapié en que la mayoría de los depósitos para almacenar el vidrio “siguen siendo inaccesibles”. Navarro, que se mueve en silla de ruedas, también llama la atención de “los problemas que se dan a menudo cuando las bocas situadas a media altura se obturan y su acceso resulta imposible para el colectivo” de personas con discapacidad. “Debe aumentar la frecuencia de vaciado de los contenedores. Nosotros también queremos reciclar”, apostilla.
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