Feijóo acusa a Sánchez de hacer populismo fiscal, pero evita definirse en contra del impuesto a la banca y las energéticas

El martes, al concluir la primera jornada del debate sobre el estado de la nación, algunos miembros de la dirección del PP comentaban su preocupación por la caída de las bolsas ―de un 5% al cierre― y por las pérdidas en sus propios ahorros a consecuencia de los impuestos extraordinarios sobre las empresas energéticas y los bancos anunciados por Pedro Sánchez. A juicio de estos dirigentes de peso del PP, el desplome de las bolsas era lo más relevante del debate, aunque la portavoz popular, Cuca Gamarra, no lo mencionó en su discurso, en el que priorizó las referencias a ETA. Tampoco lo ha hecho este miércoles Alberto Núñez Feijóo en su réplica oficiosa al presidente. El líder del PP se ha mostrado deliberadamente ambiguo sobre los dos nuevos tributos, a pesar de que esa subida fiscal va en contra de la tesis de los conservadores de bajar los impuestos como norma general. Feijóo sí ha acusado al presidente del Gobierno de “activar el mayor populismo en materia fiscal en Europa”, pero a continuación ha evitado definirse en contra de estos impuestos en concreto. “Es imposible estar en contra de algo que no se conoce”, se ha escabullido.

Las palabras de Feijóo ―pronunciadas en su intervención en la escuela de verano del PP en El Escorial (Madrid)― parecen indicar su desacuerdo, porque ha deslizado que esos impuestos podrían terminar repercutiendo en una subida fiscal a los ciudadanos (si los bancos o las energéticas aumentaran los precios para compensar). También ha subrayado que estas empresas ya tributan por sus beneficios a través del impuesto de sociedades. Pero el líder del PP no los rechaza de plano.

“Lo que creo es que los españoles no van a estar de acuerdo en que esos impuestos se repercutan otra vez en los ciudadanos”, ha argumentado Feijóo, tratando de situarse del lado de la ciudadanía frente a la imagen que le afea Sánchez como representante de “los poderosos”, en referencia a las grandes empresas. “Si el impuesto a la banca va a suponer más comisiones para operar con los bancos, incremento de los tipos de interés, y va a suponer menos retribución, que ya es prácticamente inexistente de los depósitos de los ahorradores, la mayoría de los ciudadanos no compartiremos esa decisión. Si el impuesto a las eléctricas va a suponer que nos incrementen todavía más los impuestos a la luz, evidentemente la mayoría de los españoles no estaremos de acuerdo”, ha remachado.

Sin embargo, a pesar de esas reticencias, Feijóo ha evitado definirse claramente, “para no entrar en un juego que al Gobierno le interesa”, con el argumento de que necesita conocer la letra pequeña de los dos nuevos impuestos. “El PP, que es un partido de Estado, para posicionarse a favor o en contra de una propuesta, ha de conocerla. Vamos a ver en qué consiste y daremos nuestra opinión definitiva. Pero ya anticipo que, si es que los ciudadanos paguemos más a los bancos y a las eléctricas, nosotros vamos a estar con la mayoría de los ciudadanos”.

El líder del PP se maneja con una calculada ambigüedad ante una medida que impacta en la línea de flotación de su política fiscal, pero que también puede tener apoyo social de las clases medias. En privado, algunas fuentes de la dirección popular señalan que no quieren “hacerle el juego” a Sánchez y por eso optan por mantenerse en un perfil bajo sobre la medida de mayor calado económico anunciada por el presidente, que, por otra parte, ha recibido ya fuertes críticas de la patronal.

Feijóo sí ha criticado que, en conjunto, Sánchez “le ha copiado las propuestas económicas a Podemos”. “Podemizar el Gobierno y activar el mayor populismo en materia fiscal en Europa es un flaco favor al PSOE, a la moderación y al progresismo”, se ha quejado en su discurso en El Escorial, un foro que ha utilizado para dar la réplica que no pudo dar ayer al presidente en el debate sobre el estado de la nación, por no ser diputado. El impuesto a los beneficios extraordinarios de las energéticas no es una idea original del Ejecutivo de Sánchez, sino que se está aplicando ya en otros países europeos con Gobiernos de ideologías dispares y también conservadoras, como Reino Unido o Italia.

En su intervención, Feijóo ha enmendado de alguna manera la orientación del discurso ayer de la portavoz popular, Cuca Gamarra ―discurso que, en todo caso, ambos habían elaborado conjuntamente―, y se ha centrado en la discusión económica. El líder del PP ha tratado de definir un paralelismo entre la situación de la economía española hoy y la crisis financiera de 2008, y entre Sánchez y José Luis Rodríguez Zapatero, que terminó perdiendo el Gobierno arrollado por aquellas turbulencias. “En su intento de parecerse cada día más a Podemos”, ha dicho Feijóo del presidente, “todo indica que acabará pareciéndose al expresidente Zapatero en la crisis financiera”. El líder del PP tiene clara su oposición frontal a la política económica de Sánchez, aunque cuando desciende a los detalles no lo tiene tan claro.