PSOE y Podemos aprietan a sus socios para refrendar con más apoyos el nuevo decreto anticrisis

El Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos está convencido de que convalidará en el Congreso el segundo decreto anticrisis con nuevas medidas para combatir la inflación y que lo hará con más apoyos que el anterior, aprobado por la mínima el pasado 28 de abril. Las conversaciones con los socios parlamentarios habituales ya comenzaron en la noche del pasado jueves y se prolongaron hasta el sábado, poco antes de que el Consejo de Ministros ratificara una serie de medidas, ayudas directas al transporte público, bajadas de impuestos, subidas de pensiones no contributivas y bonos para las familias más vulnerables cuyo coste supera los 15.000 millones de euros. El Ejecutivo se centra ahora en sumar el apoyo de ERC al decreto y lograr que el PP se vaya a la abstención.

El ministro de Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, su secretario de Estado, Rafael Simancas, y el portavoz parlamentario del PSOE, Héctor Gómez, ya empezaron a llamar y contactar con los aliados parlamentarios del Gobierno en la noche del pasado jueves, cuando aún se estaban perfilando varias de las medidas anticrisis entre los miembros de la coalición. Esa negociación interna llegó hasta el sábado, poco antes de celebrarse el Consejo de Ministros que las aprobó. Las conversaciones se prolongarán en los próximos días en el Parlamento, especialmente centradas en captar a ERC, que en la anterior votación, el 28 de abril, se situó en el bloque del no con el PP, Vox y Ciudadanos, en pleno fragor del escándalo por el caso Pegasus de presunto espionaje a líderes independentistas. Aquella votación la salvaron al final por la mínima, con el apoyo del PNV y los cinco diputados de EH Bildu entre otros, porque se superó con 176 síes frente a 172 votos en contra y una abstención.

El Gobierno no quiere pasar ahora tantos apuros. El pleno para convalidar este nuevo decreto anticrisis no está ni convocado, podría habilitarse una sesión especial a mediados de julio, igual que el Debate de la Nación, pero los dos partidos de la coalición adelantan que apretarán en las próximas jornadas a los socios habituales en el Parlamento para llegar más holgados ese día a la votación. Creen que es posible incluso que ERC acabe votando sí y que el PP se abstenga. Fuentes de esos dos partidos solo adelantan que están estudiando las medidas adoptadas.

El nuevo vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, criticó este lunes al Gobierno de Pedro Sánchez: “Anuncia mucho, pero ejecuta poco”. Sin embargo, aceptó que muchas de las actuaciones contempladas ahora estaban ya dibujadas en el plan económico alternativo para salir de esta crisis que Alberto Núñez Feijóo le envió al presidente Pedro Sánchez. Bravo consideró “insuficientes” muchas de las medidas del decreto, entiende que llegan tarde y que solo sirven para “parchear en vez de buscar soluciones de medio y largo plazo”. “Dan más respuesta a Sánchez que a los españoles”, aseguró. El popular denunció que desde el Gobierno no les han tenido en cuenta, tampoco a las autonomías, ni se han puesto en contacto con ellos.

Juan Bravo sí anticipó que, aunque el plan gubernamental ha copiado de sus ideas una bajada del IVA de la electricidad del 10% al 5%, la subvención en un 50% al transporte y ayudas con cheques de 200 euros a los más vulnerables, se “ha olvidado de las clases medias, de la deflactación y no encuentra ningún gesto en materia de ahorro político ni reformas que puedan apuntar a una recuperación”. La dirección del PP no quiso aclarar este lunes cuál podrá ser su intención de voto cuando el decreto llegue a pleno. Desde ERC tampoco.

Otros socios del Gobierno o aliados más o menos circunstanciales, como PNV, EH Bildu, Más País, PDeCAT, BNG o Teruel Existe, han sido contactados para exponer el esbozo del decreto, aunque varios de esos partidos han echado en falta mayor información y antes. PSOE y Unidas Podemos dan por descontado que votarán sí.

Al portavoz del PNV, Aitor Esteban, le preguntaron este fin de semana en el diario vasco Deia sobre si se había producido un diálogo previo con el Ejecutivo y contestó que no: “El primer contacto se produce el jueves a las 20.30. Me pilla en el avión. Contesto a las 21.30 o 21.20. Me dicen que me pasan el documento, pero es un documento que no es completo, y no aparecen los plazos para los que se plantean las medidas. Aparecían las medidas del anterior decreto, pero se contaba con que la prórroga añadiera algo más. Con una reunión de subsecretarios el viernes en la que se fija el contenido, y un Consejo de Ministros el sábado, si me pasan un papel a las 21.00 de la noche del jueves... Van por libre. Tiran para adelante y confían en que no te opongas a las medidas. No es buena dinámica”. Esteban espera conocer “la letra pequeña” del decreto y lamentó la falta de un plan más estructural y de fondo, pero no descartó el apoyo.