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Los siete de Terradillos contra las termitas de un retablo del siglo XVI

Un pueblo de Burgos busca fondos para restaurar una pieza renacentista atacada por los insectos y la erosión

Terradillos de Sedano Burgos
Los vecinos de Terradillos de Sedano (Burgos) que están recaudando fondos para salvar el retablo de la iglesia del pueblo.
Juan Navarro

El enemigo devora la Historia desde dentro. Los voraces batallones se infiltran entre la madera policromada y, roe que roe, deterioran un valiosísimo retablo del siglo XVI. Las termitas de Troya que han conquistado la iglesia de Santa Eufemia se han aliado con la humedad y el tiempo para castigar una pieza renacentista camino de sucumbir si los siete vecinos de Terradillos de Sedano (Burgos) no se hubieran movilizado contra los insectos y la erosión. Evitar la tragedia patrimonial cuesta 30.000 euros. El prefijo micro se hace grande: el micromecenazgo puede salvar este micropueblo de los microscópicos invasores.

La campaña, gestionada a través de la asociación de recuperación de patrimonio Hispania Nostra, la han impulsado los siete habitantes de esta pequeña localidad del Valle de Sedano, donde Miguel Delibes se inspiraba para sus novelas gracias a un entorno natural y cultural privilegiado. Nieves Martínez, una de las cabecillas del plan de recuperación, explica que los trabajos sobre el templo han permanecido siempre en la agenda del pueblo, con la letanía “había que arreglarlo, había que arreglarlo” recitada por los mayores del lugar, algunos de los cuales murieron sin ver el retablo rehabilitado.

El retablo del siglo XVI de la iglesia de Santa Eufemia que los vecinos quieren salvar de las termitas y humedad.
El retablo del siglo XVI de la iglesia de Santa Eufemia que los vecinos quieren salvar de las termitas y humedad.

El principal objetivo de los burgaleses consiste en que los ancianos puedan disfrutar de esta joya centenaria y que Terradillos pueda tener visibilidad merced a sus recursos artísticos. La pandemia, que devolvió a sus orígenes a muchas personas, hizo que entre todos se animaran a recaudar fondos para acometer esas reformas estructurales y ornamentales que necesita el retablo, dañado por los insectos, las humedades y años de abandono. Tras recaudar unos 4.000 euros muy lentamente mediante cestas, lotería, donaciones o fiestas benéficas, la asociación cultural Santa Eufemia ha dado el salto a apelar a la conciencia social para que ese municipio enclavado al final de una carretera pueda mostrar sus valores.

La responsable de micromecenazgos de Hispania Nostra, Teresa Merello, destaca la “concienciación social brutal” hacia el patrimonio local en Castilla y León, víctima de la despoblación pero boyante en lo cultural gracias a siglos de esplendor. “Se nota la sensibilidad de la gente, se lían la manta a la cabeza y se ponen con ello”, aplaude Merello, que afirma que la iniciativa ya ha llegado a los 10.000 euros cifrados como mínimo para comenzar las labores.

El objetivo más ambicioso ―los 30.000― llegará si la gente sigue volcándose en proyectos como estos, mecanismos muy frecuentes en la comunidad en general y en Burgos en particular para rescatar del olvido sus preciados monumentos o composiciones. “Es digno de admiración. Yo no tengo pueblo y me parece fascinante que la gente se desviva por tenerlo en buen estado para que se pueda disfrutar. No solo buscan restaurarlo, sino ponerlo en el mapa para no ser un pueblito abandonado porque ellos están vivos”, reflexiona la integrante de la asociación.

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El sentir de Terradillos, ratifica Martínez, que vive en la capital pero se desplaza regularmente a este oasis de paz, es exactamente ese. Las roturas, piezas erosionadas, ornamentos descoloridos y la voracidad de los xilófagos sobre la madera causaban un penar en la zona que mediante el atrevimiento popular aspira a ser corregido. La suciedad que generan los cirios, el polvo acumulado durante décadas y los mordiscos de las termitas se aprecian en el conjunto renacentista. La burgalesa afirma que para sacar adelante este plan, que vence el 8 de julio, se inspiraron en el éxito del cercano Fuenteodra, otro pueblito prácticamente deshabitado que mediante las pequeñas recaudaciones anónimas logró cosechar una cantidad inmensa para lo esperado: más de 40.000 euros para la iglesia tardogótica en claro riesgo de derrumbe.

Menos respuesta, lamenta Martínez, han obtenido del Arzobispado, que es la entidad responsable de estos inmuebles. Pese a que “no hay nada más penoso que una iglesia caída”, no han llegado partidas eclesiásticas para esta restauración.

La integrante de la asociación cultural Santa Eufemia apela a que el goteo de inyecciones económicas se convierta en un manguerazo financiero como el recibido por una empresa de infraestructuras de Burgos. Esta ha donado 2.500 euros, un “macroingreso” recibido “como si hubiera caído la lotería” y que desean que se repita. De superarse los 30.000 euros necesarios para acometer la restauración completa, se iniciarían las labores en septiembre, con previsión de terminar hacia Navidad y “que nos lo traigan los Reyes”. Así se respondería a la pregunta que formulan los ancianos de Terradillos y Sedano y que ya no tiene tono resignado sino optimista: “¿Tú crees que lo conseguiremos?”.

Vista aérea de Terradillos de Sedano, Burgos.
Vista aérea de Terradillos de Sedano, Burgos.Asociación Cultural Santa Eufemia

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Sobre la firma

Juan Navarro
Colaborador de EL PAÍS en Castilla y León, Asturias y Cantabria desde 2019. Aprendió en esRadio, La Moncloa, en comunicación corporativa, buscándose la vida y pisando calle. Graduado en Periodismo en la Universidad de Valladolid, máster en Periodismo Multimedia de la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo EL PAÍS.

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