La autopsia de la tía política del actor Luis Lorenzo constata que murió por intoxicación de metales pesados
El informe forense no explica cómo pudo metabolizar la mujer cadmio y manganeso en altas cantidades sin dejar secuelas ni en el hígado ni en las vías respiratorias
El informe de la autopsia practicada a la tía política del actor Luis Lorenzo, Isabel Suárez Arias, de 85 años y fallecida el 28 de junio de 2021, en teoría por “causas naturales”, revela una intoxicación importante por cadmio y manganeso que los forenses califican de “homicida”, según los documentos a los que ha tenido acceso EL PAÍS. Lorenzo y su pareja, Arantxa Palomino, están siendo investigados desde el Juzgado Número 9 de Arganda del Rey (Madrid) por presuntamente haber envenenado a la mujer y haberle provocado la muerte con el supuesto fin de heredar sus bienes.
El examen forense detectó muy elevadas cantidades de metales pesados en la sangre de la fallecida. En su informe, los médicos aseguran, en cambio, que los volúmenes de cadmio y manganeso encontrados en el hígado y en las vías respiratorias de la difunta son “los normales”, y no explican cómo esta pudo entonces metabolizar esa cantidad de tóxicos sin dejar secuelas en esos órganos. El cadmio y el manganeso se encuentran en pigmentos, compuestos agrícolas y fertilizantes, baterías de coche y pilas. Sus vapores pueden producirse en “talleres de aleaciones de metales, volcanes o en minas”, detalla el documento.
La semana pasada, la jueza dejó en libertad al matrimonio con la obligación de que entregaran sus pasaportes y de que se presentaran semanalmente en el juzgado. Algo que ya ocurrió este lunes en el que ambos acusados de homicidio defendieron su “total inocencia” ante los medios de comunicación. Previamente, Palomino se declaró inocente ante la jueza que instruye el caso, y Lorenzo se acogió a su derecho a no declarar.
El próximo 15 de junio están citados a declarar la cuidadora de la fallecida y el hermano de esta, José María Suárez Arias, quien dio comienzo a la investigación al interponer en un cuartel de la Guardia Civil de Oviedo (Asturias) —de donde es oriunda la familia— una denuncia por “desaparición”, al ver que la Isabel no regresaba a su casa en Grado desde que se fue, el 21 de marzo de 2021. Tras conocer su muerte, el hermano demandó además una autopsia cuyos resultados se están conociendo este miércoles tras levantarse el secreto de sumario.
Según los acusados, Isabel presentaba síntomas de demencia y por eso se la llevaron a Madrid. “Ella no quería regresar a Asturias por miedo a que la metieran en una residencia”, asegura su abogado, Francisco Pérez Platas, que argumentan sus clientes para justificar el largo periodo de tiempo que permaneció la anciana en su casa de Rivas-Vaciamadrid. En esa vivienda la Guardia Civil efectuó un registro la semana pasada y encontró 140.000 euros en metálico: “Son el resultado de la liquidación de las sociedades de Arantxa”, asegura Pérez Platas. “Por alguna razón, no querían tener ese dinero en el banco”, agrega.
El testamento
El testamento de la difunta fue modificado un mes antes de su fallecimiento. En el documento aparece como beneficiaria su sobrina, Arantxa Palomino, a quien le dejaba el piso de Grado y parte del dinero (tenía 60.000 euros en un depósito a plazo fijo). En la anterior versión, aparecía como beneficiaría la madre de Arantxa, ya fallecida, aunque con un menor beneficio, según apuntan fuentes próximas al caso. También aparece como heredero en esa última versión del testamento el hermano de la anciana que interpuso la denuncia, a quien le deja unas tierras; y el resto de los hermanos, que heredan la casa familiar en el concejo asturiano de Las Regueras.
La inexplicable cantidad de cadmio y manganeso, y la presencia de psicofármacos (antipsicóticos y neurolépticos) que se encontraron en el cuerpo de la difunta al examinarlo genera grandes dudas sobre su muerte. Hasta el momento, nadie ha explicado cómo pudieron llegar esos materiales en esas cantidades (200 veces más de cadmio de la habitual y 20 veces más de manganeso) al cuerpo de la fallecida. Los forenses descartan que fuesen inhalados y se inclinan, más bien, por que fuesen ingeridos por vía oral.
Según la autopsia, la muerte se produjo como consecuencia de una “intoxicación aguda con metales pesados” y “parece poco probable que la etiología de la intoxicación sea suicida o accidental”, ya que en el momento del fallecimiento había medicamentos supuestamente ingeridos que la mujer no tenía pautados. El mismo informe señala que la ingesta de los metales habría tenido que ser próxima a la muerte, ya que no se hallaron restos llamativos ni en el cabello de la fallecida ni en su hígado. Otros médicos forenses consultados apuntan también a “posibles causas ambientales, o posible contaminación de aguas”.
El 28 de junio de 2021, el mismo día que falleció Isabel Suárez Arias, el matrimonio Lorenzo-Palomino viajaba hacia Asturias para entregar en el cuartel de la Guardia Civil una serie de informes médicos sobre la anciana, tras tener conocimiento por una llamada telefónica de que estaban siendo investigados por el instituto armado.
“Les habían llamado del grupo de policía judicial de la comandancia de Tres Cantos diciendo que querrían entrar en su casa para comprobar el estado de la anciana, pero Lorenzo se negó arguyendo que allí no entraba nadie sin orden judicial porque quien fuese quisiera comprobar lo que fuera”, asegura su abogado.
Las malas relaciones dentro de la familia eran conocidas por sus amigos y vecinos, que estos días han recordado que hasta en el funeral de Isabel, celebrado en la parroquia del concejo asturiano de Las Regueras, se enfrentaron a gritos y a ojos de todo el mundo.
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