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Juan Carlos I, recibido en el Club Náutico de Sanxenxo con gritos de “¡Viva el rey!”

El padre de Felipe VI ha estado siguiendo la competición desde una lancha de apoyo. A su regreso de navegar ha dicho: “Un tiempo estupendo”

Juan Carlos I saluda desde una embarcación auxiliar, este viernes, en Sanxenxo.Foto: SAMUEL SÁNCHEZ
El País
Sanxenxo -

Juan Carlos I ha sido recibido este viernes por la mañana por vecinos, curiosos, amigos y periodistas en el Real Club Náutico de Sanxenxo (Pontevedra), donde pretendía participar con la tripulación del Bribón en el trofeo InterRías, última prueba preparatoria para el Mundial de la clase 6mR, que se celebrará entre los días 10 y 19 de junio en aguas de la ría de Pontevedra y en el que defiende el título conseguido en 2019. El rey emérito, quien el jueves rompió con su llegada a España una ausencia de casi dos años, había comentado a empresarios amigos y promotores de este viaje a Sanxenxo que “quiere probarse” y que “intentará participar” en alguna de las mangas de esta regata. La mayoría de los asistentes han gritado “¡Viva el rey!”, y han aplaudido a su llegada. Algo más de una hora después, don Juan Carlos ha sido trasladado en coche al pantalán en el que estaba amarrado el Bribón. Se ha subido a su velero, se ha fotografiado sobre la cubierta, pero ha optado por embarcar en la lancha de apoyo Cristina, del propio club, a cuyo timón sí se ha puesto para seguir el desarrollo de la prueba deportiva. Ya por la tarde, regresaba a puerto y, de camino a su alojamiento ha dicho desde el coche a los periodistas: “Un tiempo estupendo”.

El rey emérito ha salido de la casa de Pedro Campos, su anfitrión, sobre las 12.20, tocado con la gorra roja con la que suele patronear el Bribón, y que dice que le da suerte. Diez minutos después, ha llegado al Real Club Náutico de Sanxenxo, donde están los pantalanes de embarque, en medio de una enorme expectación. Fuentes cercanas al anterior monarca han asegurado que este pretende hacer “un saludo extenso” a la prensa.

En el coche, conducido por Campos, iba también la infanta Elena. Juan Carlos I se ha bajado con dificultad del vehículo, ha saludado a algunas de las personas congregadas para recibirle, y se ha dirigido al interior de las instalaciones náuticas. Vestido con un polo de manga larga blanco del club, chaleco del mismo color, pantalón de color carmín-cochinilla y zapatillas deportivas, el emérito se ha ayudado de un bastón para caminar. Ha mantenido breves conversaciones con los congregados, antes de entrar en las instalaciones del club. Siempre ha estado ayudado por, al menos, un asistente, mientras su hija mayor no se ha separado de él. También ha posado ante los medios de comunicación reunidos en el puerto.

Antes de acudir al Real Club Náutico, el jefe del Estado español durante 39 años ha querido desayunar “fuerte” este viernes junto al alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, y a Pedro Campos. El propio Campos ha contado que anoche tuvieron una cena casera y que esta mañana tenía fruta y huevos fritos para su amigo.

La salida hacia los pantalanes se ha producido a las 13.28, momento en el que el rey emérito se ha golpeado ligeramente la cabeza con el marco de la puerta del coche. Poco después, se ha reencontrado con el Bribón, al que ha subido con dificultad y sobre cuya cubierta se ha fotografiado con amigos y tripulantes. Finalmente, ha embarcado en una embarcación auxiliar, una potente lancha semirrígida intraborda: la TX-12.0 de Vanguard Marine de alta capacidad, del llamado Teams Campo y de nombre Cristina.

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Juan Carlos I aterrizó a las 19.14 del jueves en el aeropuerto de Vigo desde Abu Dabi, en un avión alquilado a una compañía angoleña de vuelos de negocios. La organización del viaje se había visto dificultada por la negativa del Gobierno, asumida por la Casa del Rey, a que el padre de Felipe VI pernoctase en La Zarzuela. La aeronave en la que ha vuelto el anterior jefe del Estado es un Gulfstream G450, un jet matriculado en Aruba (Antillas Holandesas), propiedad de la compañía angoleña Bestfly.

El lunes, el rey emérito se desplazará a Madrid y se reunirá en La Zarzuela con Felipe VI, la reina Sofía y otros miembros de la Familia Real que la Casa del Rey no ha querido concretar. Ese mismo día, emprenderá viaje de regreso a Abu Dabi, donde ha fijado su residencia permanante. Se da por descontado, no obstante, que regresará a Sanxenxo para la Copa del Mundo de su categoría, que se celebra del 10 al 19 de junio. En la agenda de la Casa del Rey de la semana próxima no figura ninguna actividad para el lunes, pero fuentes de La Zarzuela han dejado claro que la reunión con Juan Carlos I es “un encuentro familiar en el ámbito privado” y no un acto oficial.

La visita de Juan Carlos I a España, casi dos años después de su marcha a Abu Dabi mientras se investigaba su fortuna, ha desazonado a los partidos políticos españoles, especialmente a aquellos que exigen al rey emérito que dé explicaciones a los españoles por su conducta. La exvicepresidenta Carmen Calvo, quien en su etapa en el Gobierno de Pedro Sánchez defendió la presunción de inocencia del padre de Felipe VI, ha sido cáustica en un comentario lanzado esta mañana en Twitter. “Hoy suben las temperaturas en todo el país, gran bochorno en Sanxenxo”, ha ironizado. Por el contrario, el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, ha invitado a tomarse el viaje como “la cosa más normal del mundo”. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha señalado que Juan Carlos I “es un ciudadano español que puede desplazarse por el país con absoluta libertad y acudir a los eventos que considere oportunos”, aunque ha matizado que “hubiera requerido y requeriría de algunas explicaciones para poder aclarar algunas cuestiones”.

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