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La masa de aire ártico pone en alerta por nieve a ocho comunidades del norte y este

En Pirineos y vertiente Cantábrica se espera que se acumulen otros 20 centímetros de nieve, mientras que en el resto de zonas afectadas se esperan de 5 a 10 en cotas bajísimas, entre 300 y 600 metros

Dos personas cruzan la Plaza del Castillo de Pamplona bajo una intensa nevada, este viernes.Foto: VILLAR LÓPEZ (EFE) | Vídeo: EPV
Victoria Torres Benayas

La nortada o flujo de aire muy frío que comenzó a llegar el jueves afectará este viernes de lleno a la Península y Baleares, lo que provocará, junto a la humedad que aportan sucesivas borrascas desde el Mediterráneo central, un aumento de la intensidad y de las zonas afectadas por las nevadas. Ocho comunidades del norte y este tienen avisos por nieve: Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Navarra, País Vasco y La Rioja. Los avisos son todos naranjas ―el segundo nivel de un total de tres― salvo en La Rioja, donde es amarillo ―el nivel más bajo―. En Pirineos y vertiente Cantábrica se espera que se acumulen otros 20 centímetros de nieve, mientras que en el resto de zonas afectadas serán de 5 a 10 en cotas bajísimas, de apenas 300-600 metros. Además, hay avisos en Aragón, Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana y Melilla por vientos que pueden alcanzar los 100 kilómetros por hora y por mala mar en Andalucía, Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana y Melilla, donde las olas pueden ser de hasta cuatro metros. Mientras tanto, aumenta el frío helador, con un descenso térmico de más de 6° en el noreste.

Aunque las nevadas más copiosas se producirán en la vertiente cantábrica, Pirineo, Navarra y el norte de Burgos, estas se extenderán de forma más dispersa a los sistemas Ibérico y Central y a las cordilleras Béticas. Puede nevar a partir de 300 metros en el norte, “unas cotas nada habituales para el mes abril”, destaca Samuel Biener, climatólogo de Meteored, por lo que lo hará en capitales como Vitoria, Pamplona, Soria y Burgos, pero no se esperan en Ávila ni en Segovia. En Baleares y en el centro, la cota estará en 700 metros, mientras que en el sur oscilará entre 1.100 y 1.600 metros.

Las temperaturas van a seguir despeñándose. Las máximas caerán de forma notable (más de 6°) en el noreste. Donde más van a descender será en Cataluña, Aragón, cordillera Cantábrica y sistema Ibérico, donde hará 8° menos que el jueves. En el norte, centro, este y Baleares, el descenso será de 3º a 5°, mientras que, por el momento, el zarpazo invernal no alcanzará al suroeste y al oeste. En general, las máximas están entre 5 y 10° por debajo de los valores habituales en prácticamente todo el país, y entre 10º y 15° en Navarra, sistema Ibérico, Cantábrico oriental y norte de Castilla y León. Las mínimas son en general de 5º a 10° más bajas, incluso de 10 a 15° en la Comunidad Valencia, Pirineos aragonés y sistema Ibérico.

Mientras tanto, las mínimas bajarán en casi todo el país de 3º a 5°, donde más en los Pirineos, mientras que en el suroeste se mantendrán sin cambios. “Los termómetros no marcarán más de 8° en Soria y Burgos y más de 6° en Vitoria y Ávila de día, mientras que de noche caerá a -3° en Soria y -2°, en Ávila o Burgos. Además, se esperan rachas de viento muy fuertes, que pueden superar los 100 kilómetros por hora, en Pirineos, valle de Arán y Castellón. También se esperan rachas fuertes, de 80 y 90 kilómetros, en el Cantábrico, el noreste y Baleares. Este viento fuerte intensificará la sensación térmica de frío y, por ejemplo, a primera hora de la mañana esta será, por ejemplo, de -10° en Cuenca, -9° en Teruel y -4° en Madrid.

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En la madrugada y primeras horas del sábado, las nevadas todavía seguirán siendo muy importantes en el Pirineo, donde puede nevar a cualquier cota, y en el Cantábrico oriental a partir de los 200 metros, aunque irá subiendo a 500. También se pueden producir chubascos a primera hora en puntos de la mitad norte y Baleares. “Conforme vayan pasando las horas, las precipitaciones van a ir a menos y se van a quedar restringidas al final del día al Pirineo”, detalla el climatólogo.

Las temperaturas van a ser “plenamente invernales” y seguirán bajando un poco más, sobre todo en Pirineos y en el suroeste peninsular, donde caerán entre 3 y 5°. El viento “seguirá soplando con intensidad, con rachas todavía fuertes de cierzo en el valle del Ebro y vientos del noroeste en Pirineos, el Ampurdán y en Baleares. Con este pronóstico, los avisos por nieve, todos naranjas se reducen a Aragón, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Navarra y País Vasco, mientras que por viento hay alerta en Aragón, Baleares, Cataluña y Comunidad Valenciana y, por mala mar, en Baleares, Comunidad Valenciana y Cataluña.

El domingo “solo quedarán precipitaciones residuales en el Cantábrico oriental y Pirineos” y, de forma más dispersa, en el oeste de Navarra, cantábrico central, Cantabria, Asturias y alto Ebro―. La cota de nieve seguirá baja en los Pirineos y Cantábrico oriental, en torno a 300/500 metros. En el Mediterráneo, las nubes bajas irán a más y se pueden producir chubascos en el sur de Valencia, norte de Alicante y noreste de Cataluña. Las temperaturas diurnas empezarán a subir por el oeste y a bajar en el este y en Baleares, mientras que las nocturnas serán “bastante bajas”. En Ávila, Burgos, Cuenca, León, Palencia, Pamplona y Soria pueden bajar a -5° y de día en Burgos y Soria no subirán de 6º/7°.

Durante el fin de semana llega, vía Canarias, una nueva perturbación “bien cargada de humedad y de aire cálido”, avanza Biener. Se trata de una borrasca que se descolgará por el Atlántico y que el domingo pasará cerca del archipiélago, donde dejará chubascos y lluvias acompañadas de tormenta y nieve en el Teide y en las cumbres de La Palma”, detalla el climatólogo de Meteored.

Esta borrasca se acercará el lunes a la Península y provocará ese día y el martes lluvias localmente fuertes y con tormentas en el suroeste, sobre todo en el Estrecho y el golfo de Cádiz, y un temporal de Levante “bastante importante” en Comunidad Valenciana y Murcia, con lluvias débiles y moderadas. Las precipitaciones pueden extenderse, más dispersas, al resto de Andalucía.

También dejará nieve. “La situación sinóptica ―el equivalente a las piezas y su colocación en un tablero de ajedrez― es parecida a Filomena”, subraya el experto. “Hay una masa de aire cálido y subtropical y una masa de aire muy frío y donde se produzca el choque entre ambas va a haber un desplome de la cota. Si fuera invierno, hablaríamos de una importante nevada”, explica. Así, se espera que nieve por debajo de los 900/1.000 metros en el sureste y este, “una cota a la que no nieva en muchos inviernos””, mientras que en el sur será de 1.300/1.500. A partir del martes, la inestabilidad irá a menos y las temperaturas irán subiendo de forma progresiva.

¿Inusual o extraordinario? Una vez cada 200 años

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) califica lo que está ocurriendo de “episodio de frío intenso” y habla de temperaturas “inusualmente bajas” y de nieve en cotas “muy bajas” para la época. Pero, ¿cómo de raro es este fenómeno? Rubén del Campo, portavoz de Aemet, tilda de “nada habituales” las dimensiones de este zarpazo invernal a estas alturas de año. “Los mapas de percentiles muestran que las temperaturas estarán entre el 5% de las más bajas que se suelen registrar por estas fechas”, explica. “El índice Efi (siglas de Extreme Forecast Index) de extremosidad señala que se trata de un episodio muy inusual. En algunos lugares no se han predicho mínimas tan bajas en los últimos 20 años”, ahonda. Este índice muestra la severidad y frecuencia de un fenómeno y arroja valores de -1 y +1. Este episodio roza el +1.


“Yo más que extraordinario hablaría de fenómeno raro y singular para primeros de abril porque ha ocurrido otras veces”, comenta el veterano meteorólogo Francisco Martín, de la revista RAM. Por ejemplo, el año pasado, la primavera comenzó con un episodio similar de desplome de las temperaturas y nevadas en cotas inusualmente bajas. En 2019, también hubo abrazo invernal el 1 de abril por una entrada de aire ártico. “La particularidad de esta nortada que es muy potente. A 1.500 metros, la temperatura será de -4º/-6°, muy baja para la fecha, y a 5.000 tiene un periodo de retorno de 200 años ―la probabilidad de que ocurra es de una vez en dos siglos―”, apunta el climatólogo Samuel Biener, que sí lo considera “extraordinario, raro y anómalo”. A su juicio, son temperaturas y nevadas muy bajas “incluso para pleno invierno”. 

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Sobre la firma

Victoria Torres Benayas
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.

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