El núcleo duro de Casado también salta del barco
Dirigentes que deben al presidente su cargo en el PP le abandonan tras mostrar inicialmente su apoyo
El primer presidente del PP elegido por sus compañeros en unas primarias ha terminado repudiado por su propio partido. Los apoyos públicos de Pablo Casado se cuentan hoy con los dedos de una mano. A la lista de presidentes autonómicos que le exigían un congreso extraordinario, es decir, tomar la puerta de salida, se sumaron este martes personas a las que el líder popular repartió diversos cargos o que, hace no tanto, en junio de 2018, posaban sonrientes junto a él al presentar los avales para su candidatura como sucesor de Mariano Rajoy. Los motivos son diversos y en muchos casos la bronca con Isabel Díaz Ayuso ha sido lo de menos.
A mediodía, siete miembros del grupo parlamentario popular difundieron un comunicado en el que exigían “la destitución inmediata” de Teodoro García Egea como secretario general y, “de manera urgente”, la convocatoria de un congreso extraordinario “en el que se elija a las personas que deberán dirigir este partido”. Guillermo Mariscal, Pablo Hispán, Carlos Rojas, Adolfo Suárez Illana, José Ignacio Echániz, Sandra Moneo y Mario Garcés aclaraban que su petición se hacía “desde la lealtad al PP y el respeto al presidente nacional”.
Hispán fue jefe de gabinete de Casado hasta mayo del año pasado. El pasado viernes, cuando el líder del PP acudió a la Cope a decir que no era ni “ejemplar” ni “entendible” que el hermano de Díaz Ayuso se hubiese beneficiado de un contrato de la Comunidad de Madrid, Hispán difundió en sus redes la entrevista completa y replicó las palabras de Casado (“Debo velar por honorabilidad del partido y garantizar que nadie cometa una práctica no ejemplar”). También retuiteó a la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, que el día anterior respaldó públicamente al líder del PP. En apenas unos días, sin embargo, ha firmado un documento pidiendo el congreso extraordinario para relevarle.
Aquí la decisión que he tomado. pic.twitter.com/wKDKqA94he
— Pablo Hispan (@HispanPablo) February 22, 2022
Casado rescató para la política a Adolfo Suárez Illana, que en 2003 había obtenido los peores resultados del PP cuando se presentó a presidente de Castilla-La Macha. El líder popular le colocó, en sus primeras listas electorales, en el número dos por Madrid al Congreso, el puesto que había ocupado Soraya Sáenz de Santamaría. También le puso al frente de la Fundación Concordia y Libertad y le encargó elaborar un proyecto alternativo a la ley de memoria histórica. Este martes apostaba por su marcha.
Mario Garcés, otro de los firmantes, y uno de los primeros apoyos de Casado, fue nombrado portavoz adjunto en el Congreso. Este martes decía: “Es el final de una forma indeseable de hacer política en manos de una persona que nunca debió ser secretario general del PP”. También es portavoz adjunto José Ignacio Echániz, que en 2018 acompañó a Casado a presentar los avales para las primarias y ahora le reclamó un congreso extraordinario “por el bien del partido”. Guillermo Mariscal es el secretario general del grupo popular en la Cámara baja. Gamarra, a la que Casado nombró portavoz en el Congreso tras cesar a Cayetana Álvarez de Toledo, no firmó el documento, pero apoya ese congreso extraordinario.
En el comité de dirección del PP, su núcleo duro, le dieron la espalda, salvo los vicesecretarios Pablo Montesinos, Ana Beltrán y Antonio González Terol. Andrea Levy, a quien Casado trajo a Madrid —ella quería abandonar Barcelona— dimitió el lunes al frente del comité de derechos y garantías, el órgano disciplinario del PP. “Pido la convocatoria de un congreso extraordinario. ¿A qué se está esperando?”, escribía este martes.
Otro que ha dado calabazas a Casado es José Luis Martínez-Almeida. El líder del PP no estaba muy convencido, pero le nombró candidato a la alcaldía de Madrid. Era prácticamente un desconocido y el partido invirtió miles de euros en una campaña para remediarlo. El líder popular le nombró posteriormente portavoz nacional, cargo al que renunció este martes.
También le ha abandonado Javier Maroto, portavoz en el Senado y, como Levy, uno de sus primeros apoyos en la campaña para suceder a Rajoy. Dijo este martes: “Ratifico la exigencia que expresé en el comité de dirección para que se celebre un congreso extraordinario urgente. Lo necesita el PP y lo necesita España”. Y decía hace seis días: “Desde que conozco a Pablo Casado y he trabajado a su lado bastantes años, he conocido un ejemplo de político comprometido con la ejemplaridad, la que practica para él mismo”.
Llamativa también fue la baja en el bando Casado-Egea del presidente de Murcia, Fernando López-Miras. El entonces secretario general le ayudó a sortear la moción de censura contra él en marzo del año pasado. Este martes, el presidente murciano calificó la situación de “insostenible” y se sumó a la petición de congreso extraordinario.
También colocaron Casado y Egea al frente del PP valenciano a Carlos Mazón, que saltó del barco pidiendo, en un comunicado firmado por la organización territorial, un congreso para encontrar “liderazgos fuertes que lleven al PP al Gobierno de España”. La diputada valenciana Belén Hoyo, muy próxima al líder popular, dimitió como presidenta del comité electoral. Hace seis días, en plena tormenta, declaraba: “Casado es garantía de futuro”.
España necesita más que nunca un @Populares fuerte y unido para desalojar al sanchismo de Moncloa.@pablocasado es garantía de futuro para el centro derecha y con él conseguiremos el objetivo de cambiar el desastroso rumbo al que nos ha llevado este gobierno socialcomunista.
— Belén Hoyo Juliá (@BelenHoyo) February 17, 2022
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