Por la caligrafía de sus grafitis y la ropa: así cercan al presunto autor del ataque a la sede de Podemos
La Policía acumula pruebas contra el ultraderechista detenido, al que vincula con más disturbios, gracias a las imágenes y vídeos extraídos de su teléfono móvil
El teléfono móvil de Francisco S., el ultraderechista arrestado como supuesto autor de varios ataques a sedes de partidos de izquierdas, se ha convertido en su peor enemigo. A medida que avanzan las pesquisas, el sospechoso se encuentra más contra las cuerdas. Los investigadores han analizado a fondo el contenido del Samsung Galaxy J7 que usaba en el momento de su detención y han logrado recabar numerosos indicios que, en opinión de la Policía, lo identifican como el individuo que incendió y lanzó un cóctel molotov contra el local de Podemos en Cartagena en abril de 2020; y como la persona que destrozó el establecimiento de IU en San Andrés del Rabanedo (León). La ropa y la caligrafía de los grafitis que hacía lo han delatado, según detalla un informe policial incorporado a la causa y al que ha tenido acceso EL PAÍS.
Según destacan los investigadores, los miembros de estos grupos radicales acostumbran a grabar con sus móviles “este tipo de logros”, con el objetivo de “conservarlos a modo de trofeo y para posteriormente jactarse con otros simpatizantes de la misma ideología”. De esta forma, las imágenes y vídeos extraídos del teléfono de Francisco S. y que guardaba con orgullo, según los agentes, constituyen ahora una de las grandes pruebas contra él.
La relación del arrestado con ataques en varios puntos del país, así como los vínculos del detenido con grupos fascistas y su presunta participación en los disturbios ocurridos en Murcia en 2020 contra el toque de queda, resulta fundamental para Podemos. El partido ha denunciado que detrás de estos ataques se encuentra una verdadera “organización criminal”; que “actúa en varias comunidades autónomas”; que “tiene como finalidad subvertir el Estado de Derecho y las leyes vigentes”; y que cuenta con una “peligrosa potencialidad de actuación”. Por ello, la formación ha solicitado que la Audiencia Nacional asuma la investigación por delito de terrorismo de la extrema derecha. Aunque, la jueza instructora lo ha rechazado y su decisión se encuentra recurrida ante la Audiencia Provincial de Murcia.
La escritura. El informe policial destaca que, tras analizar los grafitis dibujados en los ataques a ambas sedes, se evidencia a “simple vista” que presentan una “grafía similar”. Los agentes centran su estudio en varias letras —las “A”, “N”, “R”, “I”, “E” y “T”—, y subrayan que coincide la escritura de las pintadas del local de Cartagena con las de San Andrés del Rabanedo. “Sobre la A: una vez que dibuja de una sola vez la letra, la cruza con otra línea en otro trazo partiéndola por la mitad”, ejemplifican.
Los investigadores observan también que las “N” se pintaron “con el mismo trazo” y poniendo “a la misma altura las líneas verticales de inicio y final”. Sobre las “I”, explican que “no tienen punto en ninguno de los dos escritos”. De las “T”, añaden: “Realizadas en dos trazos, apreciando como la línea horizontal superior es ligeramente arqueada en su parte derecha”. Y sobre las “E” se extienden más: “Las realiza en tres trazos. Comienza desde la parte superior, trazando una línea vertical, y traza línea central horizontal y superior, esta última con tendencia arqueada. Significando igualmente que la línea horizontal central acaba con un trazo característico de abajo hacia arriba”.
Para reforzar los indicios, el informe policial aporta otras dos fotografías incautadas al sospechoso en su móvil, donde se le observa junto a sendos grafitis dibujados en otros lugares y que presentan la misma “tipología” caligráfica “tan característica”. Estas dos pintadas rezan: “White pride” [Orgullo Blanco]; y “Tus putos muertos, guarro”, junto a una esvástica. En los grafitis hechos en la sede de IU de San Andrés del Rabanedo, además de incluir símbolos nazis, se leía: “Comunistas asesinos, al horno, comunistas terroristas”.
La ropa. Las prendas de Francisco S. constituyen otro elemento clave para los investigadores, que han comparado la vestimenta que se le intervino a él con la usada por el autor del ataque a la sede de Podemos en Cartagena y la que “portaba el día” de los incidentes en San Andrés de Rabanedo. En esta línea, los agentes destacan que las zapatillas usadas por el asaltante del local murciano coinciden con las aprendidas al sospechoso.
“[Las zapatillas] han sido tintadas para ocultar cualquier vínculo que le pueda incriminar. Dado que, en este tipo de ideología de extrema derecha, estos individuos no se desprenden de sus prendas, pues son representativas como si de un uniforme se tratara y solo son usadas para actos vandálicos, acontecimientos, quedadas con otros individuos de misma ideología… Dichas zapatillas representan la supremacía de la raza blanca sobre la raza negra, pues el fondo es negro y las tres rayas blancas están encima del mismo”, explica el informe policial.
Los investigadores subrayan, además, que el investigado luce las mismas zapatillas en otras fotografías —en una, por ejemplo, donde sale “paseando un perro en León”—. A su vez, en un vídeo extraído de su móvil, se observa a un hombre de “similar altura y complexión” junto al local leonés de IU: “Se puede evidenciar la forma de andar característica de Francisco S”, dicen los agentes, que inciden en que ese individuo luce unos pantalones idénticos a los que el imputado usa en otras imágenes interceptadas.
Un audio. El informe incluye un audio donde “se escucha, sin ningún género de duda, a Francisco S. decir a un tercero”: “Hostia, me dice: ‘Que fuerte, no me esperaba eso de ti’. Y le digo: ‘Hostias, en noviembre salí a quemar media ciudad por el toque de queda”. Los investigadores vinculan estas palabras con los disturbios que se registraron en Murcia en la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre de 2020, cuando “unas 60 personas” se lanzaron a protestar contra el toque de queda y “se enfrentaron a las fuerzas del orden, arrojándoles objetos y lanzando cohetes pirotécnicos, así como quemando contenedores”.
“Motivación racista y xenófoba”. La Policía tiene claro que los ataques del investigado responden a una “motivación racista y xenófoba”. “Los delitos imputados han sido motivados por el odio o el racismo que el presunto autor de los hechos siente hacia personas o colectivos que no comparten su ideología de ultraderecha”, explican los agentes sobre Francisco S., que guardaba en su teléfono móvil hasta 833 archivos de “carácter fascista”: como fotos, símbolos o música que arremeten contra colectivos minoritarios. “En dos imágenes se puede evidenciar su manifiesto odio y animadversión en contra de la raza negra y de la satisfacción que le producen los cadáveres de los judíos”.
Los agentes aportan más fotografías del propio investigado. En una, se le observa haciendo el saludo nazi. En otra, porta una navaja y viste una camiseta con la imagen de “Totenkopf” [Cabeza de Muerto], utilizada como insignia de las SS. Además, para evidenciar la “peligrosidad” que entraña el detenido, los policías aportan una imagen con “diversas armas blancas y machetes” que le intervinieron en su casa de Cartagena.
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