Los socialistas de Pamplona votan sí a una medida pactada con UPN porque ya daban por hecho el apoyo a la reforma laboral

La rebelión de los dos únicos diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN) en el Congreso, que este jueves han votado no a la reforma laboral, contraviniendo así la decisión de la presidencia de su partido, ha repercutido de inmediato en el Ayuntamiento de Pamplona, gobernado en minoría por UPN. Este y el Partido Socialista Navarro-PSOE habían llegado a un acuerdo, por el cual al apoyo de los conservadores navarros, decidido este miércoles, a la reforma laboral en Madrid, el PSOE pamplonés correspondía con su apoyo a una modificación del presupuesto de 27 millones de euros en el Consistorio, cuyo alcalde, Enrique Maya, es vicepresidente de UPN. Además, fruto de ese pacto, el PSOE se comprometía a retirar una propuesta de reprobación al regidor por unas declaraciones de este sobre la delincuencia juvenil y los menores extranjeros no acompañados que la oposición en bloque calificó de “xenófobas”. Pero la noticia del no de los diputados díscolos ha llegado al pleno del Consistorio de Pamplona cuando los socialistas ya habían dado su visto bueno a las modificaciones presupuestarias pactadas.

La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Maite Esporrín, ha mostrado su enfado en el pleno: “Nos arrepentimos una vez más de confiar en su palabra. ¿Hasta dónde van a llegar? Se merecen cualquier cosa. ¿Cómo se puede engañar de esta manera? Se les tenía que caer la cara de vergüenza a todos ahora mismo”. El alcalde Enrique Maya ha dado la razón a la socialista, sin paliativos: “Entiendo perfectamente su tremendo enfado. Yo también estoy tremendamente enfadado. El compromiso político que teníamos la dirección del partido era apoyar esa reforma laboral, y ha habido dos personas en el Congreso que han desobedecido las instrucciones de la dirección”, y ha añadido que la rebelión tendría consecuencias. La noche de este jueves la dirección de UPN ha pedido a sus dos diputados, Sergio Sayas y Carlos García Adanero que entreguen sus actas.

El cambio de parecer de los diputados ha llegado antes de que se votase la retirada de la reprobación contra el alcalde: los socialistas han podido, entonces sí, negarse a cumplir con esa segunda medida pactada.

A principios de enero el alcalde afirmó que había habido “denuncias, personas puestas a disposición judicial y entre esas personas hay menores. Tengo datos de que hay menores, además, casi todas las personas que cometen delitos no son nacidas aquí, eso tampoco es xenofobia, eso es una realidad”. A la gravedad de sus declaraciones, realizadas en diferentes días y a preguntas de los periodistas, hay que sumar que no dio ningún dato. Tampoco los ha dado de forma oficial la consejera de Derechos Sociales, Mari Carmen Maeztu, que ha desmentido en varias ocasiones al alcalde. Sí los ha dado este jueves la portavoz socialista: “De las 251 medidas dictadas a menores en toda Navarra, solo 16 pertenecen a menores extranjeros, y ni siquiera está claro que sean de menores no acompañados”. Antes de ser reprobado en el pleno, Maya ha insistido: “Los menas cometen delitos, sí. Lo dice mucha gente, no lo digo yo. Hay informes oficiales. Los auténticos xenófobos son ustedes”.

Con esta, el alcalde acumula ya tres, en tres años consecutivos. La primera se registró en 2020 por un expediente sobre perfiles lingüísticos en escuelas infantiles. La segunda en 2021 por no facilitar información de forma reiterada a los grupos municipales. Ahora, en 2022, llega la reprobación por las declaraciones en las que ha vinculado delincuencia juvenil con menores extranjeros no acompañados.