La granja de pavos que se reconvirtió en fábrica ilegal de tabaco

La entrada constante de camiones cisterna para el transporte de combustibles a unas naves de una explotación avícola de Los Corrales (Sevilla) abandonada, levantó las sospechas de los agentes de la Guardia Civil del municipio el pasado verano. El recelo aumentó cuando constataron que, además de camiones, también circulaban de manera continua vehículos, alguno de ellos relacionado con personas vinculadas al contrabando de tabaco. Siete meses después, las investigaciones han terminado con la detención, por el momento, de la persona que tenía arrendadas las naves y con el desmantelamiento de una fábrica clandestina de tabaco cuyos bienes incautados, entre maquinaria y cajetillas, asciende a más de tres millones de euros, de acuerdo con la información facilitada por la Guardia Civil.

Las cuatro naves de la explotación avícola están situadas entre campos de olivos, a unos cinco kilómetros del término municipal de Los Corrales, situado a 108 kilómetros al este de la capital hispalense. Anteriormente, sus dueños criaban pavos en ellas —de ahí que la operación que se inició en junio de 2021 se bautizara como Turkey (pavo en inglés)―, pero hacía tiempo que habían abandonado esa actividad y la granja no estaba destinada a ningún otro uso ni agrícola ni ganadero, explican fuentes de la investigación.

En el primer registro, los agentes comprobaron que dos de esas naves estaban siendo utilizadas para fabricar tabaco de contrabando y que contaban con un equipamiento muy sofisticado, tanto para la producción como para hacer pasar desapercibida la actividad que allí se realizaba. Una de las dos instalaciones empleadas —cada una de 1.000 metros cuadrados― se dedicaba a la elaboración de los cigarrillos ilegales. La segunda estaba dividida en dos compartimentos, en uno se encontraban tres generadores industriales para la producción de la energía eléctrica necesaria para la fabricación del tabaco y 4.000 litros de gasóleo distribuido en varias cubas, y la segunda tenía 10 camas y servía de vivienda para los que trabajaban en la fábrica ilegal.

Aunque aún se están haciendo averiguaciones, las fuentes consultadas consideran que los empleados desconocían que estaban realizando una actividad ilegal. En la práctica habitual de las organizaciones que se dedican al contrabando de tabaco los trabajadores suelen ser ajenos a la trama criminal. En una de las últimas operaciones contra este tipo de delitos desarrollada en la provincia de Sevilla, concretamente en El Castillo de las Guardas, la mano de obra eran ciudadanos griegos que estaban en condiciones de semiesclavitud.

Todo el interior de las naves estaba forrado con material aislante y térmico para evitar que se detectara cualquier tipo de ruido o fuente de calor que pudiera revelar que en su interior se estaba desarrollando una actividad clandestina. También contaba con un sistema de seis cámaras de seguridad y varios perros muy agresivos que advertían del acercamiento de cualquier persona ajena.

Todo el material incautado, entre las máquinas para el llenado, envasado, precinto y embalado de los cigarrillos, como la destinada al aislamiento y seguridad de las naves, además los 3.500 kilos de picadura peso y otros 12 1.680 kilos de hojas de tabaco, asciende a dos millones de euros, según ha informado la Guardia Civil. Las 200.000 cajetillas de tabaco de contrabando de distintas marcas y los 340.000 cigarrillos están valorados en 1.080.750 euros.

Andalucía líder en contrabando de tabaco en España

El incremento del contrabando, las falsificaciones y el tráfico ilegal de tabaco ―que constituyen aproximadamente el 8,6% del total del mercado en España, de acuerdo con el informe Ipsos publicado en junio de 2020― ha supuesto una mayor implicación de los cuerpos y fuerzas de seguridad para desmantelar las redes que se dedican a esta actividad clandestina. Entre 2013 y 2021 se han desmantelado 25 fábricas ilegales de cigarrillos, según el Informe de Inteligencia sobre la Fabricación Clandestina de Cigarrillos, elaborado por Phillip Morris, propietaria de Malboro, entre otras marcas de tabaco.

Andalucía es la comunidad autónoma con mayor número de instalaciones clandestinas desarticuladas, nueve, seguida de Cataluña, Valencia y Castilla-La Mancha, con tres, respectivamente, de acuerdo con el informe. También es el territorio con mayor penetración de la venta de tabaco de contrabando. Diez de las primeras localidades del listado son andaluzas, encabezadas por Algeciras, donde el 81,2% del mercado está copado por cigarrillos falsos. La empresa tabaquera Altadis también ha llamado la atención sobre la venta de tabaco ilegal. A través de su aplicación No contrabando, donde cualquier particular puede denunciar los puntos de venta de tabaco que no cuentan con autorización, la entidad ha recabado 5.574 denuncias anónimas, de las que 66% corresponden a Andalucía.