Sánchez defiende la estabilidad del Gobierno pese a la “incertidumbre” provocada por la pandemia

La sexta ola de la covid, con la variante ómicron descontrolada con hasta 100.000 contagios diarios, un récord inédito desde el inicio de la pandemia —aunque en general mucho más leves—, no parece alterar los planes del Gobierno. Pedro Sánchez ha insistido en su balance anual que la situación actual, con más del 90% de la población adulta inmunizada, no tiene nada que ver con la de hace un año. Entonces la vacunación acababa de arrancar en las residencias de ancianos y España estaba a punto de recibir el impacto de la tercera ola con 18.000 fallecidos. El contexto no podría ser más diferente, según ha recalcado el presidente del Gobierno, con el 87% de los mayores de 70 años con la dosis de refuerzo y la novedad de la campaña pediátrica, que ha permitido que el 24,6% de los menores de 5 a 12 años cuenten en dos semanas con el primer pinchazo. “Ante el nuevo embate del coronavirus, hoy estamos mejor preparados que hace un año y tenemos que perseverar en nuestra estrategia. Estamos mejor porque estamos vacunados. Ahora debemos evaluar la evolución de las hospitalizaciones y las UCI, y tenemos que aprender a convivir y entender el virus con la variante ómicron”, ha reiterado Sánchez en su defensa de una gestión de la crisis que guarde, en el caso de las cuarentenas, “un equilibrio entre la salud pública, la salud mental y el crecimiento económico”.

El Gobierno está seguro de que, de ser preciso, las comunidades autónomas tendrán la capacidad para habilitar las camas hospitalarias, en planta y en cuidados intensivos, en función de las necesidades y con el apoyo logístico del Ejecutivo. El lunes había 9.852 personas ingresadas por covid, lo que equivale a una ocupación del 8,06%. En el caso de las UCI eran 1.736 (18,71%). La presión hospitalaria no se asemeja a la de otras olas anteriores, pero ya empiezan a cobrar fuerza algunas alertas: los ingresos diarios en cuidados intensivos equivalen al 44% del peor pico de la tercera ola. El pasado 27 de enero los hospitalizados ascendían a 30.789, lo que suponía una ocupación del 24,03%. La saturación del sistema sanitario era mayor en las UCI, con 4.515 pacientes covid (41,90%). La receta de La Moncloa pasa, por tanto, por imprimir un mayor ritmo a la vacunación: “Una persona mayor de 80 años tiene 18 veces más probabilidad de ingresar en la UCI si no está vacunada”, puso Sánchez como ejemplo.

Sánchez reconoció la volatilidad económica que el coronavirus ha originado en España, pero dentro de la prudencia se mostró optimista con los datos económicos. “Hay una extraordinaria incertidumbre por el devenir de la economía global. Pero hay unos datos reales: los 20 millones de personas ocupadas en nuestro país, unos datos que no se daban desde 2008”, enfatizó. El presidente subrayó que muchas estimaciones auguraban que la tasa de paro iba a dispararse “y lo que ha hecho es decrecer: hay 823.000 parados menos que en noviembre pasado y 600.000 afiliados más”. En cuanto a la previsión a la baja del Banco de España, que hace dos semanas propinó un revés durísimo al Gobierno al rebajar las previsiones de crecimiento este año del 6,5% al 4,5%, Sánchez ha recordado que el Instituto Nacional de Estadística (INE) revisó al alza la semana pasada el PIB del tercer trimestre del ejercicio con una mejora de seis décimas. “Es evidente que hay una incertidumbre que es compartida por todos los organismos internacionales, pero las políticas del Gobierno con los ERTE o los créditos ICO nos ha permitido crecer de manera mucho más robusta en estos últimos meses y preservar muchos puestos de trabajo”, concluyó.

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El discurso de Sánchez, en cifras

El presidente del Gobierno ha aprovechado para destacar uno de los grandes hitos de su Ejecutivo: haber aprobado “en tiempo y forma” los Presupuestos por segundo año consecutivo. Mariano Rajoy fue el último en lograrlo en 2015 y 2016, pero entonces el PP tenía mayoría absoluta. El Gobierno de coalición, con 155 escaños, a 21 de la mayoría absoluta, ha contado con el respaldo de 15 partidos entre el Congreso y el Senado. “España necesita estabilidad y abordar la ingente tarea de reformas. Se necesitan legislaturas de cuatro años”, incidió Sánchez, reforzando la idea de que la coalición con Unidas Podemos es robusta, atraviesa un buen momento y no tiene la menor intención de adelantar las elecciones generales. Serán a finales de 2023 o principios de 2024. “Somos el primer país en recibir unos fondos europeos que van a servir para que España avance y se modernice. Si hemos sido los primeros de toda Europa en recibirlos es porque Europa sabe que España cumple”, sentenció frente a las críticas de la oposición, que dibujan un escenario muy diferente al de La Moncloa. En un discurso por momentos triunfalista, el presidente aseguró que el 42,7% de los compromisos adquiridos por el Ejecutivo de coalición ya se han cumplido. “Pese a todas las complejidades y dificultades de la pandemia y de un Parlamento fragmentado, el Ejecutivo avanza”, remarcó Sánchez tras desgranar brevemente el documento Cumpliendo. Según La Moncloa, de los 1.481 compromisos del Gobierno, se han cumplido 632 y casi doblan a los que se habían conseguido a finales de 2020 (23,4%).

Sánchez también ha dejado claro su rechazo a que la reforma laboral acordada con patronal y sindicatos se pueda modificar en el Congreso, como le piden algunos de sus aliados como ERC, PNV y EH Bildu. “Es de sentido común que el poder legislativo respete el acuerdo de los agentes sociales y en eso está el Gobierno y lo vamos a defender en las Cortes”, ha remachado. “A mí me parece que es de sentido común, que es más razonable aprobar una reforma laboral que cuenta con el acuerdo de los agentes sociales a que no cuente con ese acuerdo. Creo que es de sentido común que el poder legislativo valide una ley que no se da desde hace 10 años. Este es un acuerdo que debería representar a todas las formaciones políticas. Y, por tanto, sería bueno, deseable, que en las Cortes haya un acuerdo que la convalide y trascienda a los bloques ideológicos”, ha repetido. En esta línea, el presidente ha puesto en valor los “13 acuerdos sociales de la legislatura”. “Han traído paz social en un momento decisivo. Los empresarios y los sindicatos han dado un formidable ejemplo de empatía por ponerse en los zapatos de su interlocutor; y de responsabilidad con su país y con empresarios, sindicatos y trabajadores a los que representan, dando respuesta a sus demandas e incertidumbres en un momento tan difícil tras la emergencia de la covid. Son un ejemplo para la política”, ha concluido. Frente a la visión catastrofista del PP, Sánchez sostiene que la pandemia “no ha sido un freno, sino un acelerador para impulsar las reformas y avances sociales que necesita España”. Y que la reforma laboral y otras alcanzadas “perdurarán en el tiempo porque tienen el acuerdo de los agentes sociales, que han entendido que hay que arrimar el hombro”.

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Análisis del balance anual de Pedro Sánchez