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El Rey llama a la “responsabilidad individual y colectiva” para frenar la nueva ola de la covid

Felipe VI evita referirse directamente a Juan Carlos I, pero señala que los titulares de las instituciones no solo deben “cumplir las leyes” sino “ser ejemplo de integridad pública y moral”

El rey Felipe VI, durante el discurso de Nochebuena, grabado en un salón del palacio de la Zarzuela.Foto: FRANCISCO GÓMEZ (CASA REAL)
Miguel González

Felipe VI ha llamado en su discurso de Nochebuena a los españoles “a seguir teniendo cuidado” y a “actuar con la mayor responsabilidad individual y colectiva” ante la sexta ola de la covid, que causa una escalada de contagios sin precedentes en España y en Europa, aunque hasta ahora se ha evitado el colapso de los hospitales que se produjo al inicio de la pandemia. Frente a quienes trasladan la responsabilidad a los ciudadanos, el Rey ha subrayado que todos deben “hacer lo posible para no dar pasos atrás en esta crisis sanitaria que tanto sufrimiento ha causado”. Ha tenido un recuerdo para los fallecidos por la enfermedad y ha dado sus “inmensas gracias” al personal sanitario, al que ha transmitido ánimo y apoyo en estos momentos.

En su tradicional mensaje navideño, el octavo de su reinado y el segundo desde que Juan Carlos I se expatrió en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), Felipe VI no ha aludido a la situación de su padre, con cuyo regreso a España se viene especulando en las últimas semanas. Pero ha destacado que los titulares de las instituciones del Estado no solo deben “respetar y cumplir las leyes”, sino también “ser ejemplo de integridad pública y moral”. El año pasado, cuando hacía pocos meses que el rey emérito se había marchado de España, fue mucho más explícito al recordar que los principios morales y éticos “están por encima de cualquier consideración, incluso de las personales o familiares”.

El Rey ha comenzado su discurso recordando a los vecinos de la isla de La Palma que, desde el 19 de septiembre, sufren los efectos de la erupción del volcán de Cumbre Vieja. “Hoy nuestro corazón y nuestro pensamiento siguen con vosotros”, ha dicho, dirigiéndose directamente a ellos. “Nos sentimos muy cerca y sabéis que tenéis nuestra solidaridad y que contáis con el trabajo y el compromiso de todas las administraciones para que podáis reconstruir cuanto antes vuestras vidas, vuestra economía, y rehacer así vuestros proyectos con ilusión”, ha añadido, tratando de reconfortar a quienes han perdido su hogar o su medio de vida.

Felipe VI, durante su discurso.Foto: FRANCISCO GÓMEZ (CASA REAL)

La mayor parte de su alocución, de doce minutos y medio, la ha dedicado a la pandemia del coronavirus, que está completando ya su segundo año. Felipe VI se ha felicitado —”con toda la prudencia necesaria”—, del avance en la lucha contra la enfermedad, gracias al “alto número de españoles que se han vacunado”, un hecho que ha considerado motivo de especial orgullo. No obstante, ha instado a no bajar la guardia, pues “el virus todavía tiene la capacidad” de hacer daño, “se vuelve a transmitir muy rápidamente” y “el riesgo no ha desaparecido”. “Debemos seguir teniendo cuidado, protegernos y actuar con la mayor responsabilidad, individual y colectiva”, ha agregado.

No menos graves son las secuelas económicas, sociales “y también emocionales” que deja la pandemia. Intentando navegar entre el triunfalismo del Gobierno y el catastrofismo de la oposición, ha ofrecido un panorama agridulce de la situación económica. Aunque la “economía ha vuelto a crecer y a recuperar la gran mayoría de los puestos de trabajo que se habían visto temporalmente suspendidos, y la cifra de ocupados evoluciona a un ritmo realmente positivo”, ha aumentado el número de personas en situación de vulnerabilidad y preocupa en muchos hogares el alza de los precios, el coste de la energía o la dificultad para encontrar un empleo estable, sobre todo en el caso de los jóvenes, ha subrayado.

Frente a un panorama “lleno de incertidumbres y contrastes”, el Rey ha pedido huir del pesimismo y del conformismo, “tomar la iniciativa e intentar ir por delante de los acontecimientos”; adaptándose a los cambios y “teniendo siempre claros los objetivos y prioridades como país”. Entre estos, ha mencionado “una sociedad avanzada en lo económico y social, con empleo estable y digno”; “un Estado de bienestar sólido”; “una sociedad que siga impulsando la igualdad entre hombres y mujeres, que favorezca el progreso individual y social; y que “sea puntera en innovación”, “esté en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático y plenamente comprometida con la sostenibilidad [...] y el equilibrio medioambiental”.

Los fondos Next Generation (Próxima Generación) de la UE, de los que España debe recibir 140.000 millones, constituyen “una ocasión única” que no se puede “desaprovechar”, ha advertido. Se trata de utilizarlos para modernizar la economía española y hacerla “cada vez más digital, más verde y más inclusiva”. La encrucijada a la que se enfrenta España es una “oportunidad histórica”. De ella depende “que podamos seguir progresando junto a las naciones más avanzadas o que perdamos el paso”.

La parte más política del discurso ha sido la que ha dedicado a recordar la responsabilidad de las instituciones a la hora de ejercer su tarea. “Debemos estar en el lugar que constitucionalmente nos corresponde; asumir, cada uno, las obligaciones que tenemos encomendadas; respetar y cumplir las leyes y ser ejemplo de integridad pública y moral”, ha afirmado.

En tiempos de aguda polarización política, el jefe del Estado ha recordado a los partidos que “el entendimiento y la colaboración son actitudes necesarias que dignifican a las instituciones; más aún, las fortalecen, porque generan la confianza de los ciudadanos”. “Las diferencias de opinión”, ha destacado, “no deben impedir consensos que garanticen mayor estabilidad” y den bienestar y tranquilidad a la sociedad.

El Rey ha subrayado que la clave del éxito de la Transición fueron los acuerdos, fruto de la “generosidad, responsabilidad y visión de futuro” de las fuerzas políticas de la época. Y ha recordado que la Constitución “convoca a la unidad frente a la división, al respeto frente al rencor, al espíritu integrador frente a la exclusión”. Como “viga maestra que ha sostenido la convivencia democrática” durante cuatro décadas, “frente a crisis serias y graves de distinta naturaleza, merece respeto, reconocimiento y lealtad”, ha añadido.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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