El aspirante a las primarias de Cs en Andalucía Fran Carrillo deposita ante notario el dinero que le reclama su formación

La carrera a las primarias exprés de Ciudadanos en Andalucía dio un giro la noche de este jueves, después de que el diputado autonómico Fran Carrillo quedara provisionalmente fuera de la lista de candidatos por no estar al corriente de pago con la formación, como adelantaron a EL PAÍS fuentes de la dirección nacional. Carrillo, contrario la cúpula de Inés Arrimadas y uno de los pocos que tendría opciones de vencer al vicepresidente de la Junta, Juan Marín, debe unos 4.000 euros, indican las mismas fuentes y acorde a sus datos. La organización llamó al parlamentario en la noche de este jueves para darle un plazo de 24 horas en el que subsanar la deuda y poder así presentarse. Carrillo ha confirmado a este diario en la mañana de este viernes que iba a depositar la cantidad ante notario y no al partido directamente porque no está de acuerdo con la decisión, por lo que la ha recurrido. A las 15.46, ha anunciado en Twitter que había efectuado el depósito notarial.

Los estatutos de Ciudadanos indican que quienes quieran concurrir a un proceso de primarias tienen que estar al corriente de pago con el partido. Unas cantidades que incluyen las cuotas de afiliación (de 10 euros al mes) y el porcentaje que tiene que ceder cada cargo institucional u orgánico al partido, según la interpretación que hace la formación de los estatutos. Carrillo sí había pagado lo que le corresponde como afiliado, pero no todo el montante que tenía que abonar como cargo público, ya que es parlamentario andaluz. El diputado dejó de pagar desde que dejó su escaño como senador por designación autonómica, en junio de 2020. Carrillo fue relevado por la dirección y sustituido por Fran Hervías, ex secretario de Organización de Cs y ahora asesor del PP, principal artífice de la opa hostil del PP a Ciudadanos. Con su paso al PP, Hervías ya no ocupa esa plaza de senador.

Carrilló argumentó ante la cúpula este jueves que está exento de ese pago por un pacto al que llegó con los dirigentes Carlos Cuadrado y José María Espejo-Saavedra cuando salió del Senado. Un acuerdo que, según manifiesta, incluía dejar de abonar su porcentaje como cargo público. “Yo había estado pagando durante un año y medio y fue el propio partido quien se comprometió conmigo a exonerarme por quitarme del Senado”, explica a EL PAÍS. Fuentes de la dirección contradicen al diputado y aseguran que nunca existió tal acuerdo. “No se puede pactar algo contra lo que estipulan los estatutos”, dice un dirigente de Cs.

En las primarias, que se celebrarán entre el lunes y el martes próximo, votarán unos 2.600 afiliados —unos 1.300 menos que en las primarias de 2018, según fuentes del partido—, que elegirán entre una lista de candidatos que a las 13.00 de este viernes tiene nueve nombres. Dentro de esta lista, solo Marín y Carrillo ocupan un cargo público, por lo que son los únicos que tienen que haber abonado el porcentaje que les corresponde como tal. Al resto, como la crítica Carmen Almagro, solo se les ha examinado que estén en regla de sus cuotas como afiliados.

Carrillo, que ha quedado fuera momentáneamente, ha recurrido la decisión del comité de garantías. “La única condición para presentarse a las primarias es estar al corriente de las cuotas de afiliado, la contribución económica por ser un cargo orgánico del partido se trata de una donación y como tal tiene carácter voluntario”, explica el diputado autonómico por Córdoba en referencia al artículo 106.2 de los Estatutos de Cs, que estipula que los recursos económicos del partido están formados, entre otros, por “las contribuciones económicas de los representantes institucionales y de los cargos orgánicos”.

El partido, por contra, asegura que no se trata de una donación, sino de algo preceptivo desde que se aprobaron los estatutos en mayo de 2020. Una afirmación que ha reforzado en la mañana de este viernes el coordinador autonómico de Cs y vicepresidente de la Junta, Juan Marín, en Almería, en uno de los actos de campaña de sus primarias: “Todo el mundo tenemos que contribuir, todos los cargos electos debemos pagar una parte de esos ingresos todos los meses”. Y ha recordado que esa medida se introdujo en los estatutos para que el partido “se pueda financiar y no tenga que recurrir a nada extraño como en el pasado ha ocurrido en algunas formaciones”.

El parlamentario cordobés alega que nunca fue advertido de que tuviera que estar al corriente de ese pago y que solo fue notificado a última hora del jueves. “Tienes 24 horas para pagar o no te dejamos presentarte’, me dijeron, en ese tono, con nocturnidad sin tiempo”, asegura Carrillo, en referencia a su conversación con los responsables del comité de garantías. El diputado sostiene además que desde la dirección del partido no le han concretado a cuánto asciende la cantidad que no ha abonado. “Se lo han dicho a los medios de comunicación, pero no a mí”, asegura. EL PAÍS ha podido conocer que la cuantía es de unos 4.000 euros. Según la dirección, así se notificó a Carrillo en la llamada de este jueves.

Carrillo tiene la intención de pagar esa cantidad al partido, cuando se la comuniquen, según sus palabras, y que, de momento la depositará ante notario. Es su forma de mantenerse en el juego de las primarias. Aunque el diputado manifestó en la tarde de este jueves durante la presentación de su candidatura que no iba a entrar en el “juego sucio” ni en la “política barriobajera”, y aseguró que al final el verdadero ganador del proceso de primarias era el partido, los acontecimientos que se precipitaron horas después le han convencido de que es la dirección de su partido la que “está incurriendo en conductas denunciables”, según ha publicado en su cuenta de Twitter. En los mismos términos ha contraatacado Carrillo, reclamando al comité de garantías que haga públicos los pagos de las cuotas por cargo orgánico de Marín entre 2015 y 2021, como han hecho en su caso.