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Una asociación enfrentada al Gobierno logra la mayoría en el órgano de representación de los guardias civiles

Jucil, al igual que el sindicato que arrasó hace dos años en las elecciones de la Policía Nacional, surge de Jusapol, la plataforma que sacó a la calle a miles de agentes para reclamar mejoras salariales

Óscar López-Fonseca
Miembros de Jupol y Jucil cubren sus rostros con caretas de Anonymus durante la concentración de protesta ante el Congreso celebrada el 3 de marzo de 2020.
Miembros de Jupol y Jucil cubren sus rostros con caretas de Anonymus durante la concentración de protesta ante el Congreso celebrada el 3 de marzo de 2020.Jesús Hellín (Europa Press)

La asociación profesional Justicia Guardia Civil (Jucil) es, desde este jueves, la organización mayoritaria en el Consejo de la Guardia Civil al obtener en las elecciones celebradas en el instituto armado seis de los 16 puestos reservados a la representación de los agentes en este órgano de negociación con el Ministerio de Interior. Jucil, surgido de la plataforma Justicia Salarial Policial (Jusapol, que sacó a la calle a miles de agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil para reclamar la equiparación salarial con los Mossos y que está enfrentado al Gobierno por ello), se presentaba por primera vez. Pese a ello, ha desplazado como primera fuerza a la progresista Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que pierde tres de los siete puestos que obtuvo en 2017.

Con esta victoria, Jucil sigue los pasos del sindicato Justicia Policía (Jupol), también surgido de Jusapol, que en las elecciones de la Policía Nacional de junio de 2019 se hizo con el primer puesto del órgano de representación de los agentes en este cuerpo partiendo también de cero. En su caso, sus resultados fueron arrolladores al lograr ocho de los 14 puestos, unos resultados nunca conseguidos antes por otro sindicato.

En las elecciones al Consejo de la Guardia Civil, celebradas entre el martes y el miércoles, podían votar 82.931 agentes. La participación fue del 46%, cinco puntos mayor que en la anterior convocatoria, según los datos facilitados por Interior. Debían elegir, repartidos entre las distintas escalas, a los 16 vocales (en las elecciones anteriores eran 15). El Ministerio del Interior consulta a este órgano, sin carácter vinculante, cualquier decisión que afecta a las condiciones de trabajo, el régimen disciplinario y otros asuntos sociales y económicos que afectan a los agentes.

Al término del escrutinio, Jucil había conseguido 15.070 votos, repartidos principalmente en las escalas de cabos y guardias (donde consigue cinco representantes con 14.251 papeletas, el 44,61%) y de suboficiales (773 votos, el 17,3% de los sufragios, que le da su sexto vocal). En las dos escalas de oficiales, sin embargo, ha quedado lejos de obtener representación, con porcentajes de votos que rondan tan solo el 5%. El resto de representantes se los han repartido la AUGC (4), la Unión de Oficiales (2), la Asociación Española de Guardias Civiles, la Asociación Profesional de Cabos, Independientes de la Guardia Civil y la Asociación de la Escala de Suboficiales (con un representante cada uno). Otras cuatro asociaciones han quedado fuera.

Los resultados de Jucil reflejan el poder que aún conserva Jusapol, la plataforma surgida en 2017 en pleno despliegue de miles de policías y guardias civiles en Cataluña para evitar el referéndum ilegal del 1-O, y que incidió en la discriminación salarial con los Mossos d’Esquadra, su principal bandera de enganche. Los sindicatos policiales y asociaciones profesionales de la Guardia Civil tradicionales siempre han acusado a esta, a Jupol y a Jucil de esgrimir un discurso populista para oponerse al acuerdo de equiparación salarial pactado por ellos en marzo de 2018 con el entonces ministro Juan Ignacio Zoido, del PP, y de provocar enfrentamientos entre los propios agentes. Este acuerdo, cifrado en 807 millones, ha supuesto que los policías pasen en estos tres años a ganar 561 euros brutos más al mes, y los guardias civiles, 720.

Desde el nacimiento de Jusapol, las manifestaciones convocadas por esta plataforma y las dos organizaciones surgidas de ellas han sido multitudinarias y han contado con la presencia de destacados dirigentes de Ciudadanos, PP, Vox y, a veces, de Podemos. Su discurso duro contra el Gobierno (que ha incluido, además de protestas callejeras, denuncias judiciales y peticiones de dimisión) ha encontrado en el Congreso un altavoz en el partido de Santiago Abascal, que ha defendido en varias ocasiones su principal reclamación: nuevas subidas salariales para alcanzar lo que denominan “equiparación salarial real” con los mossos, que consideran que el acuerdo de 2018 no consigue. No obstante, desde las tres organizaciones siempre han rechazado cualquier vinculación con Vox y se defiende su carácter apolítico, aunque algunos de sus miembros si han manifestado públicamente su cercanía a la formación de ultraderecha.

El 3 de marzo del año pasado, justo antes del primer estado de alarma, Jusapol, Jupol y Jucil dieron una vuelta de tuerca a sus protestas al congregar a miles de policías y guardias civiles ante la puerta del Congreso. Muchos de los asistentes cubrieron sus rostros con caretas de Anonymous e, incluso, los asistentes rompieron el primer cordón policial para plantarse frente a la puerta de los leones. En aquella protesta también se repartieron pasquines anónimos en los que se incitaba a los agentes a participar, una semana más tarde, en una huelga —policías y guardias civiles no tienen reconocido este derecho— encubierta con bajas médicas. Pese a que algunos dirigentes parecieron alentarla desde la tribuna, Jusapol se desmarcó de una convocatoria que, finalmente, tuvo escasa incidencia. El porcentaje de agentes que faltó al trabajo tras alegar enfermedad fue similar al de cualquier otra jornada. Unos días antes, miembros de la organización habían protagonizado un escrache frente a la casa del entonces vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias.

Desde entonces, las tres organizaciones han seguido convocando protestas, algunas de ellas ante la sede de Interior, pero también han sufrido graves crisis internas. Jupol decidió en junio destituir a su secretario general, José María García, por supuestas irregularidades en sus gastos, lo que provocó un cisma en su seno. La reciente elección de un nuevo líder no ha terminado con la polémica en el seno del sindicato, ya que un sector ha acudido a los tribunales para impugnar el proceso que desembocó en esta elección.

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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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