El tirador de la UPV compró la escopeta por Internet, hizo prácticas de tiro y atacó la universidad en menos de 10 horas
El consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, confirma que la Ertzaintza trabaja con la tesis de que el detenido “no quería provocar daños personales, solo materiales”
El estudiante de 21 años que disparó contra las instalaciones de la facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad del País Vasco en Leioa (Bizkaia) compró el arma por Internet, la legalizó, hizo prácticas de tiro y atacó las instalaciones universitarias en un plazo de menos de 10 horas. El consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha explicado este jueves en el Parlamento vasco que el detenido adquirió la escopeta este miércoles por la mañana a través del portal de ventas “Milanuncios” y que acto seguido formalizó la licencia de armas en el cuartel de la Guardia Civil de La Salve, a donde acudió con el vendedor. Ya por la tarde probó la escopeta en el campo de tiro de Artxanda y de ahí se dirigió en coche al campus de Leioa, donde entró entre las 18.30 y a las 18.40. Poco después comenzó a disparar la escopeta al menos 25 veces.
La Ertzaintza fue alertada de la presencia del tirador a través de una llamada al 112 a esa misma hora, y a las 19.20 el autor de los disparos fue detenido, según Erkoreka, sin ofrecer resistencia. “Todo el proceso pasó en un lapso temporal relativamente breve. La actuación de la policía se produjo con rapidez y eficacia y en 40 minutos pasamos de recibir una llamada a materializar la detención”, ha recalcado. La policía vasca trabaja con la tesis de que “no quería provocar daños personales, solo materiales”. El detenido obtuvo la licencia de armas en Gipuzkoa a principios del verano.
Las incógnitas sobre el móvil del ataque todavía no han sido desveladas. El joven era alumno de la facultad de Ciencia y Tecnología, según ha confirmado el consejero, y su expediente era “brillante”, como explicó este miércoles el mismo decano de la facultad, Fernando Plazaola. El detenido entró a uno de los baños de la facultad, sacó la escopeta de una funda de guitarra —en la que además llevaba algo menos de un centenar de cartuchos— y a partir de ahí comenzó a disparar.
El también vicelehendakari primero, Josu Erkoreka, ha resaltado que “los testimonios de las personas que estaban allí ponen de manifiesto que su intención no era causar daños personales, sino materiales”. En ese empeño destructivo “la Ertzaintza tiene constancia de al menos 25 disparos con casquillo e impacto”, pero no se descarta que puedan hallarse más. Una de las primeras personas que relataron las intenciones del atacante fue Marian, una de las integrantes del equipo de limpieza: “Me dijo que no quería hacer daño a las personas, solo a la universidad”.
El consejero ha subrayado que la policía actuó con rapidez y eficacia para detener al joven, que se encontraba disparando “a diestro y siniestro” contra las instalaciones académicas. Además de los cristales de la entrada, disparó a un monitor de televisión, a varias vitrinas con fósiles, y contra puertas y mamparas. Erkoreka ha precisado que a lo largo del día será puesto a disposición judicial. El tirador disparó en dos pisos de la facultad y entre otras dependencias, entró en el laboratorio y circuló por los pasillos.
Erkoreka también ha asegurado que no es tarea de su departamento determinar las “motivaciones psicológicas” del atacante. Sí ha dicho que es pronto para saber si el ataque respondió o no a un plan premeditado, aunque ha reconocido que “todo parece indicar” que, tal y como mantienen algunos testigos, el joven detenido no pretendía herir a nadie. De 1,75 metros aproximadamente de estatura, deambulaba por el interior de las instalaciones con la escopeta entre las manos y los caños apuntando hacia arriba. Otra de las limpiadoras que se cruzó con él cuando pasaba a su altura describe que tenía el pelo corto e iba vestido de negro.
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