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España participa en el rescate de 41 personas varadas en un islote español frente a la costa marroquí

Al menos dos mujeres embarazadas, dos bebés y cuatro menores de entre 8 y 15 años, han permanecido a la espera de que se coordinase el dispositivo hispano-marroquí, según un colectivo de monitorización

Rescate Isla de Tierra
Tres inmigrantes magrebíes desembarcan el 16 de agosto en Motril (Granada) de una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil.Miguel Paquet (EFE)

La Guardia Civil ha participado, junto a la Marina Real marroquí, en el rescate de un grupo de 41 personas que permanecía varado en la Isla de Tierra, un islote de soberanía española frente a la costa de Alhucemas, después de haber navegado desde Marruecos con la intención de alcanzar territorio español. Al menos 20 mujeres, dos de ellas embarazadas, dos bebés y cuatro menores de entre ocho y 15 años esperaban desde esta mañana recibir asistencia, según ha difundido la activista Helena Maleno, del colectivo Caminando Fronteras. Fuentes de la Guardia Civil han confirmado a EL PAÍS que se había autorizado la entrega a las autoridades marroquíes después de que la Delegación del Gobierno en Melilla, que extiende sus competencias a las plazas de soberanía hasta Alhucemas, asegurase que había sido informada y procedía a evaluar la situación.

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Según ha difundido Maleno, que está en contacto con personas dentro del grupo, militares españoles destacados en el islote estarían negociando con sus homólogos marroquíes proceder a su devolución a Marruecos, como se ha venido haciendo, al menos, desde enero de 2020, cuando se impuso un cambio de política en los rescates de personas que alcanzaban tierra en las plazas de soberanía española junto a la costa marroquí. Entre los migrantes hay personas de Burkina Faso, Malí o República Democrática del Congo, susceptibles de solicitar protección internacional, según han alertado organizaciones de defensa legal como el Servicio Jesuita a Migrantes y la Coordinadora de Barrios.

El Defensor del Pueblo ha admitido a trámite una queja de la Coordinadora de Barrios que abre una investigación sobre la entrega de estas 41 personas a la Marina Real marroquí por parte de las autoridades españolas. “No nos quieren escuchar, queremos pedir asilo en España, no tenemos adónde ir”, clama por teléfono una mujer en un audio difundido por Caminando Fronteras, “lo hemos perdido todo en Mali, no podemos volver a casa, ayudadnos, por favor”.

La Coordinadora de Barrios ha remitido su queja al Defensor del Pueblo instando a que investigue la situación ante la posibilidad de que se realice su entrega a las autoridades marroquíes, lo que el Defensor del Pueblo ya ha considerado una devolución exprés encubierta en anteriores ocasiones. El grupo ha sido atendido por personal español. En el audio difundido por las redes sociales se puede escuchar una conversación entre una de las mujeres y un hombre que alterna el francés y el castellano: “Salid del barco, vamos”; “queremos pedir asilo”, responde ella. “¿Vienes o no vienes? ¿Quieres comer?”, insiste la voz de un hombre. Según ha difundido Maleno, militares españoles destacados en el islote estarían negociando desde esta mañana con sus homólogos marroquíes para proceder a su devolución a Marruecos.

Tanto la isla de Tierra, como los islotes de Chafarinas, a escasas dos millas náuticas del Cabo de Agua, en Nador, han sido destino de migrantes y solicitantes de asilo que han intentado llegar desde Marruecos a España evitando el vallado del perímetro fronterizo. La Guardia Civil o los militares allí destacados procedían a recogerlos para, después, ser trasladados a Melilla.

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Hasta el año pasado, la ruta era utilizada principalmente por mujeres y niños, por ser menos peligrosa que embarcarse hacia Andalucía cruzando el mar de Alborán y porque la legislación internacional les protege de las devoluciones exprés como personas especialmente vulnerables a la trata.

Al menos dos rescates el año pasado fueron derivados a las autoridades marroquíes en virtud del convenio internacional de búsqueda y salvamento marítimo (SAR), que considera náufragos a personas en peligro en el mar, pero también en zonas de costa deshabitadas y de difícil acceso. En un principio, se ocultó que las personas varadas hubiesen llegado a tierra y que las fuerzas de seguridad y militares españoles participasen en el dispositivo. Entonces, el Defensor del Pueblo denunció la activación del protocolo de auxilio marítimo para expulsar migrantes desde los islotes de soberanía española.

En enero de 2020, el Ministerio de Interior omitió deliberadamente que efectivos de la Guardia Civil habían recepcionado a los migrantes y los habían entregado a la Marina Real marroquí. En marzo, días antes de que se decretase el estado de alarma, un episodio similar acabó con la recogida por parte de militares marroquíes sin que fuese aclarada si las fuerzas españolas habían efectuado la entrega. Según Defensa, militares españoles solo observaron el rescate, sin participar.

Hasta 2020, la devolución a Marruecos de personas arribadas a las islas y peñones españoles había sido intensiva, especialmente desde 2014, pero solo en el caso de los varones, en virtud de un acuerdo hispano-marroquí suscrito en 1992 por el entonces ministro de Interior, José Luis Corcuera. Las devoluciones se realizaban, bien desde Melilla, adonde eran trasladados por Salvamento Marítimo, o desde el punto en el que tocaban tierra, donde eran recogidos por las autoridades marroquíes.

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