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El ‘peloteo’ de cheques y otras siete tretas de José Luis Moreno destapadas por la Operación Titella

La orden de detención del ventrílocuo detalla las supuestas irregularidades del productor para obtener fondos de manera ilegal y defraudar a Hacienda

Óscar López-Fonseca
José Luis Moreno sale de la Audiencia Nacional tras quedar en libertad el pasado 1 de julio.
José Luis Moreno sale de la Audiencia Nacional tras quedar en libertad el pasado 1 de julio.José Oliva (Europa Press)

A primera hora del 29 de junio, un equipo conjunto de la Policía Nacional y la Guardia Civil se desplazaba al lujoso chalé del productor y ventrílocuo José Luis Moreno en Boadilla del Monte (Madrid). Moreno, de 74 años, aún estaba en la cama cuando los agentes entraron en la vivienda y lo detuvieron como uno de los supuestos líderes de una trama dedicada al blanqueo de capitales y al fraude de ayudas públicas. Allí, siguiendo el protocolo y antes de comenzar el registro de la vivienda —que duró unas once horas—, dos agentes le leyeron sus derechos. También, los delitos que se le atribuyen: pertenencia a organización criminal, estafa, falsedad documental, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes. Y, finalmente, un escueto resumen de los numerosos indicios que acumulan contra él. En la orden de arresto, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, los investigadores enumeraban las ocho tretas ilegales en las que presuntamente había intervenido Moreno, incluido el llamado peloteo de cheques y pagarés, un instrumento de financiación considerado una estafa.

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La Operación Titella (marioneta en catalán) llevaba en marcha dos años cuando Moreno y los otros integrantes de la trama fueron detenidos. Los investigadores habían acumulado decenas de horas de conversaciones telefónicas comprometedoras del productor televisivo con otros implicados, así como diversa documentación bancaria y fiscal. Con todos esos indicios, la policía concluye que el ventrílocuo lideraba una organización que, “amparándose en su profesión de director y productor artístico” buscaba “constantemente” financiación, incluso “de forma fraudulenta”. También, que había convertido el uso de dinero negro en una práctica “habitual” para que no quedase “constancia en ningún sitio del dinero que están moviendo”. Según las pesquisas, desde 2017 el productor —en libertad bajo fianza de tres millones de euros— venía utilizando distintos mecanismos con un único objetivo: “Conseguir dinero por cualquier medio”. Estos son las ocho tretas destapadas por la investigación:

Trama societaria. Youmore TV, Gecaguma, Kulteperalia, Crystal Gestión..., son los nombres de algunas de las sociedades del “muy complejo” entramado empresarial que poseía y administraba Moreno, aunque él no figurase formalmente en muchas de ellas. Estas sociedades eran supuestamente utilizadas por el productor para acceder a diversas entidades bancarias en busca de financiación. La Fiscalía cifra en 85 millones de euros el dinero que consiguió “bajo engaño” o “en connivencia” con empleados de los bancos. Las mismas mercantiles servían luego “para introducir en el circuito financiero español y en su propio beneficio el dinero procedente del delito investigado”.

Peloteo de cheques. La policía ha detectado que Moreno recibió en las cuentas de sus sociedades elevadas cantidades de dinero procedentes tanto de la emisión de pagarés como del llamado peloteo de cheques que mantuvo entre sus empresas y las de Antonio Luis Aguilera, otro empresario implicado en la trama. Este sistema del peloteo consiste en firmar cheques y pagarés entre las empresas sin que exista una deuda real que los justifique. De esta manera, las mercantiles consiguen una financiación a corto plazo antes de emitir el cheque o pagaré en favor de la siguiente empresa que continúa la cadena.

Uso de testaferros. El productor era el “propietario real y el administrador de hecho” de la empresa Cultus Opera Producciones, pese a que esta firma figuraba a nombre de una mujer. Las intervenciones telefónicas han revelado que Moreno había fingido su venta y estaba intentando recuperarla para hacerse con los activos inmobiliarios, valorados en 28 millones de euros, que estaban a nombre de la sociedad y que solo él conocía. Para hacerlo, estaba a la espera de que se resolviera un pleito que tenía la sociedad en un juzgado de Majadahonda precisamente por un peloteo con pagarés. La policía sospecha que el ventrílocuo intentaba entonces “vender rápidamente” todo lo que tenía en España y huir al extranjero, donde ya acumulaba supuestamente un patrimonio oculto superior a los 400 millones de euros.

Facturación falsa. La policía concluye que el ventrílocuo ordenaba a los empleados de sus empresas emitir facturas falsas para “dar apariencia de actividad” a sus sociedades. Según los documentos judiciales, el objetivo era doble. Por un lado, supuestamente engañar al empresario argentino Alejandro Roemmers, al que la policía considera “una víctima más de las estafas de Moreno” tras haber entregado a este 32 millones de euros para “un proyecto cinematográfico” nunca realizado. Por otro, defraudar a Hacienda tanto en el IVA como declarando menos beneficios para rebajar la cuota del impuesto de sociedades. “Para ello, habría incrementado los costes de producción, manipulando los importes de las facturas, así como sus conceptos, realizando ingresos a sociedades vinculadas”, recoge la policía.

Traspaso fraudulento de beneficios. Las maniobras detectadas señalan que Moreno utilizó tanto las cuentas de una de sus sociedades, Youmore TV, como las suyas personales para recibir ingresos de las otras empresas falsificando estos movimientos con distintos conceptos mendaces. El objetivo final era que todos los beneficios del entramado acabaran en los depósitos bajo su control directo para hacer uso personal de ellos. En uno de los pinchazos telefónicos, Beatriz Sánchez, señalada por los investigadores como una estrecha colaboradora de Moreno encargada de gestionar las sociedades, se queja a este de que utilice Youmore TV “como empresa pantalla, que estás ahí ingresando todo”. El administrador de esta empresa era la pareja del productor, el actor checo Martin Czehmester, que cuando se produjo la redada estaba fuera de España.

Apropiación de 16 millones. La policía considera que en la supuesta estafa al empresario Alejandro Roemmers el ventrílocuo se habría “apropiado” de la mitad de los 32 millones que este le había transferido para rodar una serie de televisión. Según la investigación, el productor había ingresado esos 16 millones en las cuentas de Youmore TV y supuestamente había adquirido con ellos “vehículos de alta gama o inmuebles en Praga”. Para justificar ante Roemmers el destino que daba a los fondos que este le enviaba mes a mes, Moreno presuntamente falseó “multitud de facturas” referidas a inexistentes gastos de rodaje haciendo cuadrar cifras y conceptos “a su antojo”, según la policía.

Alzamiento de bienes. Las acusaciones contra Moreno incluyen la creación, a través de un testaferro, de una sociedad “limpia”, llamada Olive Ville Capital, con el fin de traspasar a ella todos sus bienes, entre ellos unos estudios de televisión a las afueras de Madrid, y evitar que fuesen embargados por Hacienda u otros deudores. Para ello contó presuntamente con la colaboración de otro de los implicados, Luis Enrique Dueñas, socio del ventrílocuo y encargado de buscar financiación.

Apertura de cuentas. La policía ha detectado que el productor abrió nuevas cuentas bancarias para recibir ingresos y traspasar fondos “con el fin de eludir pagos y embargos de Hacienda”. En uno de los pinchazos telefónicos se escucha a Moreno presumir de que las pérdidas que reflejan algunas de sus sociedades, de hasta 25 millones de euros, eran utilizadas para obtener beneficios fiscales: “Todo lo que nosotros facturemos lo deberíamos facturar a Kulteperalia y a Gecaguma de tal manera que no paguemos impuestos”, le explica el productor a su interlocutor.

La confesión del socio Aguilera: “Moreno era perfecto conocedor de las ilegalidades”

La mayoría de los detenidos el 29 de junio durante la Operación Titella optaron por no declarar ante la policía, incluido el propio José Luis Moreno, según refleja el atestado policial al que ha tenido acceso EL PAÍS. Sin embargo, entre los que sí lo hicieron hay un personaje considerado clave en la trama por los investigadores. Se trata de Antonio Luis Aguilera, un empresario con numerosos antecedentes que, además de admitir a los agentes su participación en los hechos, ha implicado directamente al ventrílocuo en ellos. Durante el interrogatorio, Aguilera detalló cómo conoció al productor televisivo en marzo de 2017 y cómo colaboró con él para conseguir financiación de modo supuestamente irregular a través de empresas pantalla, sin ninguna actividad.

“José Luis Moreno sabía [que] alguna de las empresas no tenían actividad ninguna, era perfecto conocedor de la forma ilegal de solicitud de financiación”, aseguró a la policía, según recoge el acta de su declaración. El empresario también añadió que el ventrílocuo había participado “activamente” en todo el proceso “manteniendo reuniones con los empleados y directores de banca, aprovechando su imagen pública para que estos les proporcionasen la financiación”. Aguilera también añadió que Moreno le propuso conseguir los siete millones de euros que costaba producir una serie en la que supuestamente estaba interesada TVE “mediante la solicitud de productos bancarios a favor de sociedades, algunas de ellas con actividad y otras con actividad ficticia”. La investigación apunta que, mediante este sistema, la trama estafó 85 millones de euros a los bancos.


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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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