El juez llama de nuevo a declarar a Luis Bárcenas y a su esposa, Rosalía Iglesias, por el ‘caso Kitchen’
El extesorero del PP aseguró en diciembre que en 2013 le sustrajeron un audio que supuestamente incriminaba a Rajoy en la caja b de los populares
El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha citado para este miércoles por la tarde al extesorero del PP, Luis Bárcenas, y su esposa, Rosalía Iglesias, para que declaren de nuevo como testigos en el caso Kitchen, que investiga el espionaje a ambos por una trama parapolicial supuestamente dirigida desde el Ministerio del Interior en la etapa de Jorge Fernández Díaz, según una providencia del magistrado dictada este martes a la que ha tenido acceso EL PAÍS. Bárcenas y su esposa, que cumplen condena en prisión por el caso Gürtel —la trama encabezada por Francisco Correa y que implicó a numerosos cargos públicos del PP—, sufrieron entre 2013 y 2015 seguimientos sin autorización judicial con el objeto de sustraerles la documentación comprometedora para los dirigentes de su partido que pudieran atesorar, según ha revelado la investigación.
La nueva declaración del extesorero, citado a las 15.30 del miércoles (un cuarto de hora después declarará su esposa), se produce después de que el pasado 15 de junio el juez levantara el secreto de la parte del caso Kitchen que afectaba al que fuera su chófer, Sergio Ríos, quien se convirtió en el confidente de la trama a cambio de recibir mensualmente 2.000 euros procedentes de los fondos reservados. Bárcenas ya había declarado en esta parte del sumario. En una de esas declaraciones, del pasado 18 de diciembre, el extesorero aseguró que a comienzos de 2014 encargó a un recluso con el que compartía encierro en la cárcel de Soto del Real (Madrid) que destruyera unos supuestos archivos de audio que guardaba en la nube [almacenaje virtual] y cuyo contenido incriminaba al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al también dirigente popular Javier Arenas en la financiación irregular de la formación.
Bárcenas, que en este sumario está personado como perjudicado por el espionaje de la trama parapolicial, afirmó que pretendía así tener un gesto “de buena voluntad” hacia su partido, con el que había empezado a negociar la entrega de una cantidad de dinero y unos beneficios penitenciarios a cambio de no facilitar información al juez Pablo Ruz, que entonces investigaba la caja b. Siempre según la versión del extesorero, finalmente el acuerdo no se llevó a término y los documentos que aseguraba poseer le fueron sustraídos. Bárcenas ha cambiado en varias ocasiones de versión sobre esta grabación de Rajoy y, en ocasiones, ha asegurado que nunca existió.
En esa misma declaración, el extesorero también dijo que, antes de entrar en prisión en 2013, mantuvo dos conversaciones telefónicas y envió un mensaje de móvil al entonces ministro Fernández Díaz, pero que este “se quitó de en medio”. Bárcenas afirmó que lo hizo porque estaba muy preocupado por la insistencia de la Policía en identificarle en los informes que remitían al sumario del caso Gürtel como Luis el Cabrón, una persona que según la contabilidad de la trama de Correa había recibido una comisión ilegal de 70.000 euros. “Estaba obsesionado con eso”, reconoció el extesorero. Finalmente, la sentencia no consideró acreditado que Bárcenas fuera la persona que se ocultaba tras ese apodo.
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