La comisión Kitchen retrasa la cita a Rajoy a diciembre y se plantea convocar a Sáenz de Santamaría
PSOE, Unidas Podemos y Vox quieren que la exvicepresidenta comparezca en el Congreso para explicar lo que sabía el CNI de la corrupción en Interior
La Mesa de la comisión de investigación de la Operación Kitchen sobre diversas corrupciones en el Ministerio del Interior de los gobiernos del PP que presidió Mariano Rajoy, reunida la mañana de este martes en el Congreso, ha acordado alargar sus trabajos todo el próximo periodo de sesiones, de septiembre a diciembre, aplazar ahora las citaciones programadas al expresidente popular y su mano derecha, el ministro Jorge Fernández Díaz, y replantearse nuevas presencias. PSOE, Unidas Podemos y Vox apuntan especialmente a la posibilidad de llamar, en las nuevas sesiones, a la exvicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, por ser la persona responsable en aquellos ejecutivos de coordinarse con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). PP y Ciudadanos cuestionaron la posición de la mayoría porque piensan que el PSOE persigue alargar lo más posible esos trabajos al abordar estos la corrupción del PP y, por tanto, perjudicar a ese partido.
El plenario de la comisión Kitchen, que preside la socialista Isaura Leal, ha avalado así las propuestas aprobadas el pasado jueves en la Mesa de ese órgano por la mayoría formada por el PSOE y Unidas Podemos, y a las que el PP ya se opuso entonces. El primer punto consistió en aprobar otra prórroga de los trabajos más allá de los ya alargados hasta el 30 de junio, cuando debía expirar este mandato. El PP se opuso sin éxito.
La comisión se retomará por tanto en septiembre, tras esperar primero a que algunos comparecientes, y en especial Dolores de Cospedal y su marido, Ignacio López del Hierro, declaren como imputados en la causa abierta en la Audiencia Nacional a finales de este mes de junio. Luego, pasadas las vacaciones de verano, la comisión volverá a funcionar para decidir cuándo citar a la ex número dos del PP y a su esposo, pero también, más que probablemente, a otros responsables policiales y políticos de aquella etapa.
Además, los diputados han decidido este martes a puerta cerrada desconvocar por las mismas razones, a la espera de posibles nuevas imputaciones o revelaciones en la investigación judicial, las comparecencias del expresidente Rajoy y de Fernández Díaz, que debían haberse celebrado el jueves de esta semana como colofón de sus trabajos. Esta votación ha contado con la oposición de PP, Vox y Ciudadanos.
Las determinaciones de la Mesa tendrán que ser ratificadas por el pleno del Congreso dentro de un par de semanas y supondrán, de hecho, llevar las sesiones de la comisión Kitchen hasta las próximas Navidades, con el desgaste que puede suponer sobre todo para el PP, que es el que más se ha opuesto desde el comienzo a sus trabajos. La creación de la comisión se aprobó en pleno en octubre pasado, se constituyó en diciembre y en principio por un plazo de solo tres meses. Pero luego se prorrogó y ahora lo hará por aún más tiempo.
Tras la imputación judicial la semana pasada de Cospedal y su marido, y tras las declaraciones en la comisión del polémico comisario jubilado José Manuel Villarejo, en las que apuntó contra Rajoy, Fernández Díaz y el exsecretario de Estado Francisco Martínez, y en las que señaló que la exvicepresidenta Sáez de Santamaría podía conocer el origen y sentido de esa trama de corrupción por su conexión con el CNI, algunos partidos ya avanzaron la posibilidad de llamar a más comparecientes. Vox, para empezar, fue de los primeros que señaló hacia la exvicepresidenta con el PP y este martes ha registrado una petición para que acuda, y que así lo haga también el que fuera máximo responsable del Centro Nacional de Inteligencia, el general Félix Sanz Roldán.
El nombre de Soraya Sáenz de Santamaría fue incluido inicialmente en las peticiones de comparecencia de Unidas Podemos, ERC y Junts, pero quedó fuera del listado inicial acordado por la comisión por el PSOE con sus principales socios. La situación ha cambiado ahora. Este martes, la portavoz del Grupo Socialista, Adriana Lastra, ha dejado totalmente abierta la posibilidad de que se llame a la exvicepresidenta, algo que no descartó, aunque enfrió más la posible presencia del actual líder de los populares, Pablo Casado, que en su momento sí se habían planteado llamar tanto Podemos como ERC porque formó parte de la cúpula del PP de Rajoy y porque logró ganar las primarias del congreso popular a Santamaría gracias al apoyo final de Cospedal y sus partidarios. Lastra y el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, no desperdiciaron la ocasión este martes para subrayar que la corrupción no es algo del pasado del PP, sino muy presente, “con la que Casado no es capaz de romper”, y nombró varios escándalos con secuelas muy recientes.
Tanto el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, como el de Ciudadanos, Edmundo Bal, reprocharon a PSOE y Podemos que pretendan alargar “sin razones” la comisión para perjudicar políticamente al máximo al PP.
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