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Un tiroteo entre clanes desata la tensión en Palma

El enfrentamiento entre familias por la okupación de una vivienda en el barrio de Son Gotleu desemboca en disputas callejeras y un tiroteo

Uno de los arrestados por el tiroteo en el barrio de Son Gotleu, en Palma.
Uno de los arrestados por el tiroteo en el barrio de Son Gotleu, en Palma.POLICÍA NACIONAL (Europa Press)

La tensión reina estos días en el barrio de Son Gotleu de Palma después de un enfrentamiento entre dos clanes a raíz del intento de okupación de una vivienda en un edificio de la zona, que derivó días después en un tiroteo entre varios miembros de las familias enfrentadas. Cuatro miembros del clan de Los Sheriff fueron detenidos el 12 de mayo por la Policía Nacional tras intentar allanar una vivienda habitada en un edificio del barrio. Las sospechas de que un hombre del clan rival de Los Peludos estaba detrás del aviso a las autoridades alentó la venganza de los familiares de los cuatro arrestados, que acudieron armados al domicilio de un hombre de la familia rival, que resultó herido de bala. Ni las peticiones de destierro para la familia responsable del tiroteo, ni la marcha a la Península del herido y su familia han servido para calmar los ánimos. La Policía Nacional teme un estallido de la violencia entre ambas familias y ha incrementado el número de agentes que patrullan las calles de la zona, una de las más deprimidas y degradadas de la capital balear, que figura también entre las más inseguras y conflictivas.

Una vecina de un edificio de viviendas observó el pasado día 12 movimientos extraños de personas en el piso de sus vecinos en Palma, en Son Gotleu, uno de los más deprimidos y degradados de la capital balear. La mujer se extrañó al ver a gente que no conocía dentro y pensó que quizás la pareja que residía desde hace años en el inmueble había vendido la casa. Por eso cogió el teléfono y llamó a su vecina para preguntarle si había decidido marcharse de la zona. La propietaria, extrañada porque la casa seguía siendo suya, decidió ir al piso a acompañada de su pareja para comprobar lo que estaba ocurriendo.

Al entrar en el piso lo encontraron todo revuelto y comprobaron que, efectivamente, alguien se había colado dentro. En ese momento, un grupo de personas comenzó a golpear la puerta para intentar entrar en la vivienda. El jaleo provocó que alguien en el edificio llamara a la Policía Nacional, que envió una dotación a la zona para comprobar lo que estaba ocurriendo. Los agentes observaron desde la calle cómo un hombre entraba en el portal con un objeto sospechoso en la mano. Al acceder al edificio comprobaron que el individuo estaba intentando forzar la puerta de la casa con una palanqueta mientras la propietaria y su pareja se encontraban en el interior. Los agentes detuvieron a las cuatro personas que estaban intentando ocupar la vivienda.

Lo que parecía un intento más de ocupación en el barrio desembocó una semana después en un enfrentamiento armado entre clanes que ha desatado la inestabilidad y la tensión en las calles de Son Gotleu, una zona de Palma que tampoco es ajena a este tipo de conflictos. En agosto de 2011 la muerte de un hombre de nacionalidad nigeriana tras caer de un cuarto piso desató una ola de disturbios que enfrentó al barrio, donde los familiares del fallecido acusaban a varias personas de provocar la muerte del hombre. Treinta vehículos quemados, policías heridos y varios detenidos después se logró apaciguar la situación. Dos años antes una disputa entre españoles y africanos por unas gafas derivó en una pelea multitudinaria. Los enfrentamientos entre clanes de etnia gitana también se dan cada cierto tiempo en la zona y en otras cercanas, como La Soledad.

Según fuentes cercanas al caso, los detenidos por intentar allanar la vivienda habían acordado ocupar la casa tras alcanzar un acuerdo con un familiar de la propietaria, que no tenía conocimiento de absolutamente nada. Los detenidos sospechaban que uno de los vecinos del edificio, miembro del clan conocido como Los Peludos, había dado el aviso sobre la ocupación a la Policía Nacional y por culpa del chivatazo les habían pillado in fraganti. Esta sospecha, sumada a una deuda económica que los investigadores creen que existe entre ambas familias, avivó aún más el fuego del enfrentamiento y el clan de Los Sheriff juró venganza por lo sucedido.

Tiroteo y amenazas

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Tan solo seis días después del incidente en la vivienda y tras varios episodios de enfrentamientos aislados, sobre las seis y media de la tarde del 18 de mayo varios miembros de Los Sheriff acudieron a la casa de un miembro de Los Peludos y dispararon a bocajarro contra la vivienda, en cuyo interior había varios niños. Después rompieron la puerta e irrumpieron en el domicilio profiriendo amenazas contra sus habitantes, uno de los cuales fue herido de bala durante el tiroteo. La Policía Nacional acudió al lugar nada más recibir el aviso de los disparos, pero los atacantes ya habían huido del lugar. La víctima del tiroteo, un hombre de 29 años, fue trasladado a un hospital con una herida de bala y recibió el alta poco después de ser asistido.

Comenzó entonces una carrera contrarreloj para localizar a los atacantes antes de que se desatara la furia y los disturbios en el barrio. Los agentes de la Policía Nacional iniciaron las investigaciones para dar con los autores del tiroteo, que unos días después y ante la creciente presión entre las familias de la zona revelaron su paradero y fueron detenidos. Ocho hombres de entre 21 y 70 años, de nacionalidad española, fueron arrestados como presuntos autores de delitos de tentativa de homicidio, amenazas y tenencia ilícita de armas. Cuatro de ellos también están investigados por un presunto delito de allanamiento de morada.

Tras el ingreso en prisión por orden del juez de seis de los ocho implicados en el tiroteo, la tensión continuó creciendo en el barrio, donde tanto la Policía Nacional como la Policía Local incrementaron sus efectivos para garantizar la seguridad. Según adelantó el diario Última Hora, el patriarca del clan de Los Peludos solicitó el destierro de la isla del clan de Los Sheriffs, una medida que fue avalada por los patriarcas, pero que todavía está pendiente de ejecutarse y que algunos no tienen tan claro que vaya a suceder. “No queremos absolutamente a nadie que huela a Los Sheriff en Mallorca”, declaró un miembro del clan familiar al citado diario.

Los miembros del clan de Los Peludos que fueron tiroteados también han abandonado la isla rumbo a Barcelona para tratar de calmar las aguas. Fuentes de la investigación creen que la situación pende de un hilo, porque las medidas de alejamiento que se han autoimpuesto, las detenciones y las separaciones físicas “no han rebajado la tensión”. Consideran que actualmente la situación es “imprevisible” porque los encuentros fortuitos entre miembros de ambas familias que pueden desembocar en un episodio violento “no se pueden evitar”. La Policía Nacional ha desplegado estos días decenas de efectivos en la zona para intensificar la vigilancia y controlar las principales calles del barrio, inmersas en una calma tensa como la que, en ocasiones, precede la tormenta.

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