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La muerte de un nigeriano hace estallar la violencia racial en Palma

Amigos del fallecido acusan a varios gitanos de haberle tirado desde un cuarto piso

Lucía Bohórquez

La muerte de un hombre de nacionalidad nigeriana, Efosa Okosum, de 33 años, tras precipitarse desde un cuarto piso, desencadenó en la madrugada de ayer una oleada de disturbios en el barrio de Son Gotleu, en Palma de Mallorca, que se saldó con una treintena de coches calcinados, múltiples destrozos en el mobiliario urbano, dos agentes de policía heridos y cinco detenidos. Compatriotas del fallecido acusaron a varios gitanos de haber lanzado a su amigo por la ventana y a la policía de "no detener a los culpables y tratar mal a los negros". Más de medio centenar de antidisturbios tuvieron que blindar ayer el barrio para evitar altercados raciales.

La principal hipótesis de la Policía Nacional sobre el fallecimiento, sin embargo, apunta a que Efosa Okosum cayó al vacío cuando intentaba saltar de un balcón a otro de una fachada agarrado a una tubería que finalmente cedió. Según el portavoz de la Policía Local, Juan Luis Sánchez, cuando los agentes se personaron en el lugar del suceso, un grupo de personas "muy nerviosas" rodeaba el cadáver. "Todo fue derivando en un problema racial", añade, cuando parte de los congregados acusaron a los agentes de "no detener a los gitanos", a los que culpaban directamente de la muerte de su amigo. La multitud decidió entonces salir a la calle y destrozar todo lo que había alrededor: lunas de vehículos, coches y todo tipo de mobiliario urbano, según la policía.

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Los antidisturbios tardaron más de tres horas en devolver la calma al barrio tras detener a cinco de los alborotadores, uno de ellos con un hacha en el momento del arresto. Dos agentes resultaron heridos leves.

José Fernández, que vive en el barrio con su mujer y su hijo desde hace dos años, relata que le despertó el jaleo de las cargas policiales. Al ver que había muchos coches destrozados, decidió bajar a la calle a cambiar el suyo de lugar. "Llego a bajar dos minutos más tarde y me prenden fuego al coche. Se veía un montón de gente, los nigerianos se escondían en las entradas de los garajes y detrás de los coches y la policía les tiraba pelotas de goma para que se dispersaran".

No es la primera vez que problemas raciales provocan incidentes en la zona. En agosto de 2009, una disputa entre africanos y gitanos por unas gafas derivó en una pelea multitudinaria. A una mujer gitana se le cayeron unas gafas de sol al suelo desde un vehículo y fueron recogidas por un joven de raza negra, que se negó a devolvérselas. Un primer enfrentamiento entre ambos, al que se fueron añadiendo amigos de los dos, derivó en una batalla campal con centenares de personas implicadas. Hubo tres heridos por arma blanca y numerosos vecinos con contusiones y magulladuras. La policía tuvo que intervenir para parar un conflicto en el que se lanzaban botellas y objetos de todo tipo.

El presidente de la asociación de vecinos de la zona, Ginés Quiñonero, denuncia a través del blog La voz de Son Gotleu la falta de colaboración del Ayuntamiento que, asegura, con su desidia ha provocado un caos que "conlleva el derrumbe de muchísimas comunidades de propietarios donde se ha destruido toda posibilidad de convivencia".

Dispositivo policial en Son Gotleu (Palma de Mallorca) tras los disturbios provocados por la muerte de un joven nigeriano.
Dispositivo policial en Son Gotleu (Palma de Mallorca) tras los disturbios provocados por la muerte de un joven nigeriano.MONTSERRAT T. DÍEZ (EFE)
La policía detiene a un ciudadano nigeriano tras la trifulca.
La policía detiene a un ciudadano nigeriano tras la trifulca.M. T. D. (EFE)

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Sobre la firma

Lucía Bohórquez
Colaboradora de EL PAÍS en las Islas Baleares. Periodista de la Cadena SER en Mallorca desde el año 2008, donde se ha especializado en temas de tribunales. Estudió Periodismo en la Universidad del País Vasco.
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