Argelia recibe con honores al líder del Frente Polisario tras su estancia en España
La presencia de Brahim Gali en Argel después de pasar mes y medio de convalecencia en Logroño cierra un capítulo de la crisis diplomática con Rabat
El secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali, llegó a las tres de la madrugada de este miércoles a Argel y fue ingresado en el hospital militar Mohamed Seghir Nekkache, en la capital de Argelia. Horas más tarde recibió la visita del presidente argelino, Abdelmayid Tebún, y del jefe del Estado Mayor, Said Chengriha. En unas declaraciones recogidas por la cadena pública ENTV, Gali señaló: “Estoy en las mejores condiciones psicológicas y físicas. Mi salud evoluciona positivamente y pronto regresaré al frente”.
Tebún mostraba su agradecimiento a España cuando Gali ha terciado. El presidente argelino declaraba ante las cámaras: “Agradecemos a España…” y en ese momento el líder del Frente Polisario ha completado sus palabras: “...por su esfuerzo”. Finalmente, Tebún dijo: “por su esfuerzo y aceptación”. El presidente argelino alabó el hecho de que Gali hubiese comparecido ante la justicia española y el líder saharaui replicó: “uno de nuestros pilares es la justicia”.
Termina así un capítulo de la crisis diplomática que se abrió entre Marruecos y España con la llegada de Gali a un hospital de Logroño el 17 de abril. Y empieza otro nuevo del que nadie sabe cómo ni cuándo terminará. Marruecos ya dejó claro que, a pesar de lo que afirmó en un principio, la crisis no empezó con la llegada de Gali y no terminará con su salida. Y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, también dejó claro que le parece “inaceptable” que se “asalten las fronteras españolas” por “desavenencias en política exterior”.
Marruecos todavía no ha efectuado ninguna declaración oficial sobre el regreso de Gali a Argelia. Las últimas palabras de la diplomacia marroquí remiten a un comunicado de los ministerios de Exteriores y del Interior, en los que se anunciaba que el rey Mohamed VI había impartido instrucciones para que se solucione la cuestión de los menores no acompañados que se encuentran en el extranjero.
Ese escrito, que no aportaba ninguna medida concreta sobre la repatriación de menores marroquíes, terminaba con esta frase: “Las autoridades marroquíes se reservan el derecho de dar, en su momento, respuestas adecuadas a las acusaciones infundadas del Gobierno español”. El tono de la frase es parecido al que empleó el 27 de mayo la embajadora de Marruecos en Madrid, Karima Benyaich, cuando advirtió respecto a las explicaciones que daba España de la acogida a Gali: “Marruecos toma nota y actuará en consecuencia”.
Desde la tarde del martes, sin embargo, reina el silencio en Marruecos, después de una intensa semana de intercambio de comunicados y declaraciones oficiales entre las dos orillas. Si España no había sufrido nunca la llegada de unos 9.000 emigrantes irregulares en plena pandemia y en menos de 48 horas a Ceuta, Marruecos no se había topado en dos décadas con una reacción tan firme proveniente de la jefatura del Gobierno español. Ni de ningún otro Gobierno en Occidente.
Mientras tanto, la prensa marroquí se ha hecho un gran eco de las palabras del presidente del Partido Popular, Pablo Casado, quien calificó de “torpeza tremenda” la entrada de Gali en España. Por su parte, la agencia oficial marroquí, MAP, publicó un artículo en el que califica como una “parodia de justicia” la decisión del juez Santiago Pedraz, instructor de la Audiencia Nacional, quien rechazó este martes todas las medidas cautelares solicitadas contra el militar, como la entrada en prisión provisional y la retirada del pasaporte. “Una audiencia expeditiva para unas acusaciones dignas del juicio de Núremberg”, rezaba el artículo.
La ministra opta por guardar silencio
Arancha González Laya no quiere echar leña al fuego de la crisis con Marruecos. La jefa de la diplomacia española canceló este miércoles a última hora la rueda de prensa con su homóloga belga. Su departamento anunció con un escueto comunicado que quedaba cancelada “por decisión de ambas partes”. Laya ha sido muy cauta, pero eso no ha evitado que, el pasado jueves, la embajadora Karima Benyaich la acusara de hacer “declaraciones inapropiadas”. Exteriores nunca entendió a qué se refería, pero ha decidido atenerse al refranero: en boca cerrada no entran moscas.
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