La inquietud se extiende en el PSOE por la reacción de su electorado a los indultos

El temor al impacto electoral que podría suponer para el PSOE los previsibles indultos a los líderes independentistas condenados por el procés se expandió este jueves por todos los niveles del partido. Los dirigentes socialistas guardan silencio, salvo excepciones, como la de Emiliano García-Page, pese a la preocupación creciente constatada sobre todo en las comunidades autónomas sin partidos nacionalistas. Las fuentes consultadas reclaman a La Moncloa más pedagogía para explicar a los ciudadanos las razones que le llevan a otorgar este perdón, que cuenta con informes negativos del Tribunal Supremo y de la Fiscalía.

El PSOE, que Pedro Sánchez domina como nunca hicieron Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, asume en líneas generales la decisión de otorgar los indultos como vía para facilitar la resolución de la crisis política en Cataluña. Sin embargo, todas las fuentes socialistas consultadas consideran que se trata de un paso arriesgado. La falta de arrepentimiento de los impulsores del desafío secesionista en 2017, una de las razones en las que el Tribunal Supremo se basa para considerar “inaceptable” la medida de gracia, ha desatado los nervios en los diferentes estamentos del socialismo. “Hace falta explicar las cosas pero, sobre todo, hace falta ponerse en el lugar de quien tiene que tomar una decisión”, dijo José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes, adelantándose a las voces discrepantes.

La predisposición de Sánchez es facilitar los indultos. El principal referente del partido que le apoya es el expresidente Rodríguez Zapatero, al contrario de lo que ha hecho González. La decena de cuadros consultados por EL PAÍS, entre los que hay alcaldes, diputados, senadores, secretarios provinciales y líderes autonómicos en comunidades como Madrid, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón y Castilla y León, transmiten en privado su desasosiego cuando algunos de los líderes del procés condenados por sedición han amenazado públicamente con volver a intentarlo. Ante el riesgo de que los votantes más tradicionales del PSOE no entiendan la medida, esperan que el Gobierno haga pedagogía. “Es una cuestión muy delicada y hay que explicarla bien y con transparencia”, coinciden regidores que compaginan su labor institucional con la de responsables locales de sus agrupaciones. “Se va a generar mucho ruido y hay que amortiguarlo”, apostilla un secretario provincial. Consciente de la incomodidad de los socialistas, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, anunció que su formación presentará mociones en todos los Ayuntamientos del país para que el PSOE “se retrate”.

“Eso es competencia del Gobierno”, ha afirmado Susana Díaz, que de ahí no se ha salido tras varias preguntas sobre cuál era su opinión, informa Lourdes Lucio. La secretaria general del PSOE de Andalucía, que se medirá con Juan Espadas, el alcalde de Sevilla, en las primarias en las que se elegirá quien es el candidato socialista a la presidencia de la Junta, ha dado así a entender sus discrepancias. “Hace falta explicar las cosas pero, sobre todo, hace falta ponerse en el lugar de quien tiene que tomar una decisión”, ha reaccionado José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes, a las voces discrepantes.

Odón Elorza, miembro de la dirección federal del PSOE, ha expresado sus dudas con la medida de gracia. “No tragué los indultos de golpistas, GAL y corruptos. Los del procés son hoy una decisión controvertida. A Sánchez no le darían votos sino problemas. Las penas fueron excesivas, sí, pero no puede haber dudas de que volverán a romper la ley y atacar el Estado de Derecho”, se ha manifestado en Twitter. “Estos indultos tendrían muchos riesgos para el Presidente a la vista de la polarización de la sociedad y la crispación que agitan las derechas. Y solo actuando desde la responsabilidad de Estado y la transparencia política de la medida se podrá avanzar y moderar el conflicto”, ha añadido Elorza.

García-Page ha vuelto a ser el barón del PSOE que ha marcado un perfil propio y que, en esta ocasión, se ha posicionado con más rotundidad en contra de los posibles indultos. “Yo, a estas alturas, como ciudadano de este país, considero que en estos momentos y condiciones una decisión de indultos no ayudaría en el fondo a enfocar el problema de Cataluña. Es más, tiene muchas posibilidades de resultar estéril, porque sea la muestra de cómo pueden volver a las andadas sin consecuencias. Y esto es lo último que me gustaría que pasara desde el punto de vista político”, ha afirmado el presidente de Castilla-La Mancha a los medios tras recibir la vacuna contra el coronavirus. El dirigente ha dejado claro este jueves que desea que no se tome la decisión de indultarlos. “Lo deseo con toda mi alma y desde mis más profundas convicciones”, ha aseverado.

El líder territorial del PSOE ha advertido del riesgo que, en su opinión, entraña la concesión de la medida de gracia por la falta de arrepentimiento de los 12 dirigentes independentistas condenados: “Sería un grave error de la democracia en caso de que se produzca”. “Lo último que querría, de verdad, es que el indulto injustificado de alguien que quiere seguir haciendo lo mismo se convierta en una condena para la organización que lo sustenta”, ha incidido García-Page. El Tribunal Supremo considera “inaceptable” el indulto al no haber, entre otras razones, “la más mínima prueba o el más débil indicio de arrepentimiento”. “Lo más grave de todo es que los afectados, aquellos que pervirtieron a sabiendas y a conciencia, deliberadamente, el orden constitucional, insisten hoy en que volverían a hacerlo, insisten en reincidir. ¿Se imagina alguien en qué posición quedaría el que toma la posición de indultar sin garantizarse primero la renuncia expresa a volver a las andadas? ¿En qué posición quedaría este país? Iríamos a un escenario de frustración colectiva y constitucional”, ha abundado García-Page.

El presidente de Castilla-La Mancha comparte la tesis de quienes defienden que tendría que haber habido “una solución política antes de la judicial”, pero ha recalcado que los independentistas “vulneraron las leyes a sabiendas”. “Desde el punto y hora en el que se vulnere la legalidad, el Estado de derecho tiene que protegerla. Lo que hay que entender es que la culpa no la tienen las sentencias judiciales”, ha remachado.

“Somos un partido plural, pero esto es una prerrogativa del Consejo de Ministros y le corresponde al Gobierno velar por el interés general, la concordia y la convivencia”, ha contrapuesto María Jesús Montero. “Los militantes y ciudadanos saben que el interés general de España es el que persigue mi partido. Y eso está por encima de cualquier otra consideración”, ha zanjado la portavoz del Ejecutivo.

Guillermo Fernández Vara, el presidente extremeño y único de los barones del PSOE que pertenece a la dirección federal ―junto a García-Page es el único presidente autonómico socialista con mayoría absoluta―, también se opone a la concesión de los indultos en las circunstancias actuales. “Resulta evidente que no debe ser indultado quien no quiere serlo porque no respeta ni cree en las leyes que lo hacen posible. E igualmente es evidente que los problemas que tiene nuestro país de construcción de un modelo de convivencia no se resolverán mientras nadie quiera”, se pronunció el miércoles en redes sociales. “Todo el mundo habla de los problemas de Madrid y de los problemas de Barcelona, ¿y de los demás qué? ¿De los nuestros quién habla? Conmigo que no cuenten”, ha sentenciado este jueves Fernández Vara, que ha eludido continuar con la polémica suscitada en su partido.

El presidente de Aragón, Javier Lambán, que evoluciona favorablemente de la operación de cáncer a la que fue sometido el lunes, incidió la semana pasada en que uno de los requisitos para ser indultado es mostrar arrepentimiento, algo que no exhiben los condenados por el procés. “Hasta donde yo sé, estos señores no solo no se han arrepentido, sino que han dicho que en cuanto puedan lo volverán a repetir”, apuntó entonces. Lambán recalcó que cumplen condena por “la comisión de delitos muy graves” y, para que el Gobierno los indulte, es “absolutamente imprescindible” que muestren ese arrepentimiento.

Zapatero: “Todos apoyamos a Felipe en sus decisiones difíciles”

El expresidente del Gobierno Felipe González también ha rechazado la concesión de la medida de gracia: “En estas condiciones yo no haría el indulto”, dijo en una entrevista en Antena 3. El otro expresidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, sí es partidario en cambio de aplicar la medida de gracia. “Hay quienes miran a corto plazo y quienes tienen la obligación de mirar a largo plazo. Creo que la posición del Gobierno es la conveniente si confirma los indultos”, ha afirmado en La Sexta. Zapatero entiende que la medida “puede ayudar de manera significativa a lo que todos los españoles de bien queremos, que las cosas estén mejor entre Cataluña y el resto de España, y que el independentismo baje”. Sobre la postura de González, se ha mostrado respetuoso aunque ha dejado claro que no la comparte “para nada”. “Este es un tema difícil y quiero ser comprensivo con el Gobierno del PSOE, porque a mí los compañeros me apoyaron en decisiones difíciles. Y todos apoyamos a Felipe en sus decisiones difíciles. Me gusta que esa escuela prevalezca para el futuro”, ha dicho, en un cierre de filas con el Ejecutivo de Sánchez.

En un clima de tensión creciente, Ximo Puig es el líder territorial que ha respaldado con más énfasis a Sánchez. El presidente de la Comunidad Valenciana, se inclina por una solución que pueda favorecer el diálogo como podría ser los indultos. “No hay otra vía que la cooperación, el diálogo y el encuentro”, ha afirmado antes de insistir en que “son los gobiernos los responsables de los indultos y tienen que entender las circunstancias que se dan”. “Es muy importante saber si queremos reencontrarnos en una España capaz de convivir o mantener la confrontación y polarización. Hay sectores de la derecha y del independentismo que viven bien en la confrontación. Por tanto, los pasos que puede dar el Gobierno dentro de la legalidad para favorecer la convivencia hay que darlos con liderazgo. El presidente tiene mi respaldo absoluto”, ha asegurado.

En la misma línea que Puig está la presidenta de Baleares, Francina Armengol. “Siempre he defendido que el conflicto en Cataluña no es jurídico sino político. Hay que resolverlo desde la política, desde el diálogo y el consenso. Tenemos que huir de planteamientos de unilateralidad, de planteamientos de judicializar esta situación y hay que tomar decisiones políticas que vayan encaminadas a la concordia, el entendimiento”, ha intervenido en TV3. “Obviamente el Gobierno tiene que tomar decisiones políticas que ayuden a esto y el mundo independentista tiene que intentar tomar decisiones que ayuden a poder llegar a acuerdos. Creo que por ambas partes tiene que haber estos acercamientos”, ha instado Armengol.