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‘¿Qué esperaba España de Marruecos?’, el mensaje de un ministro marroquí en referencia a la hospitalización del líder del Polisario

González Laya afirma que España autorizó la entrada del líder del Polisario para su hospitalización, pese a ser consciente de que el conflicto del Sáhara Occidental es un tema “de enorme sensibilidad” para el país vecino

Francisco Peregil
El ministro marroquí Mustafá Ramid.
El ministro marroquí Mustafá Ramid.Getty Images

El silencio que mantiene el Gobierno de Marruecos respecto a la entrada irregular de 8.000 migrantes en Ceuta en dos días lo rompió este miércoles Mustafá Ramid, ministro de Estado encargado de Derechos Humanos y Relaciones con el Parlamento y miembro del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD). Ramid publicó en Facebook una nota en la que admitía abiertamente que Marruecos ha respondido así a lo que considera una afrenta: la decisión de España de acoger al líder del Frente Polisario, Brahim Gali. que fue hospitalizado en Logroño enfermo de covid. Al mismo tiempo, también la ministra española de Exteriores, reconoció este miércoles que el caso Gali desencadenó la reacción de Rabat, aunque el Gobierno había eludido apuntar a esa posible causa en días anteriores.

“¿Qué esperaba España de Marruecos, cuando vio a su vecino albergando a un responsable que tomó las armas contra el reino?”, escribió el ministro marroquí. Ramid, que goza de cierto carisma entre las filas del PJD pero no suele hablar de cuestiones de política exterior, añadió: “¿Qué hubiera pasado si Marruecos hubiese actuado de la misma manera que hizo España?”.

El responsable de Derechos Humanos aseguró que su país ha sacrificado mucho en aras de la buena vecindad y que, por ello, se encuentra en “pleno derecho” de trasladar a España la “magnitud de su sufrimiento”. Y concluyó diciendo que el Gobierno español sabía que “el precio de subestimar a Marruecos es muy alto”. Recomendó también que Madrid revise su política y respete los derechos del país magrebí “como respeta los suyos”.

Las palabras de Ramid contrastan con el silencio del ministro de Exteriores, Naser Burita. El responsable de la diplomacia marroquí parece actuar en consonancia con su homóloga española, Arancha González Laya, quien declaró este miércoles que España “no va a entrar en un ejercicio de alimentar la escalada” de tensión. La ministra añadió que el propósito de España es “tejer puentes”, aunque será “firme en la defensa de su integridad territorial y de sus fronteras”, informa Efe.

Laya asumió que el descontrol en la frontera ha sido una “respuesta unilateral” de Marruecos por acoger al líder del Polisario. “Hay un rechazo a un gesto humanitario de nuestro país que crea una crisis migratoria”, dijo la ministra, que insistió: “Ni hemos iniciado esta escalada ni la vamos a alimentar”. Laya remarcó el “compromiso” de España con la asistencia “humanitaria” a Gali, y señaló que el Gobierno nunca entendió como una “agresión” a Marruecos su acogida. España autorizó la entrada del líder del Polisario para su hospitalización, pese a ser consciente de que el conflicto del Sáhara Occidental es un tema “de enorme sensibilidad para Marruecos”, afirmó la responsable de Exteriores del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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