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Bárcenas pide reunirse con víctimas de la corrupción para pedir perdón

El extesorero del PP solicita a Instituciones Penitenciarias participar en un programa de justicia restaurativa para acelerar su reinserción

Óscar López-Fonseca
Caso Barcenas
El extesorero del PP, Luis Bárcenas, en la primera sesión del juicio por la caja b del PP que se celebra desde el 8 de febrero en la Audiencia Nacional.JUAN CARLOS HIDALGO (AFP)

El extesorero del PP Luis Bárcenas ha pedido participar en el taller de Diálogos Restaurativos que se iniciará en los próximos días en la prisión de Soto del Real (Madrid) donde está recluido, según ha confirmado a EL PAÍS su actual abogado, Gustavo Galán. La dirección de la cárcel ha dado el visto bueno a su inclusión en este programa de reinserción, que concluye con un encuentro entre el recluso y una víctima directa o simbólica para que le pidan perdón. En el caso de Bárcenas, condenado por blanqueo, delitos fiscales y falsedad documental por el caso Gürtel, en el que el principal afectado fue Hacienda, se buscará una víctima que haya sufrido una infracción penal similar. En uno de estos talleres de justicia restaurativa participó el exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, condenado por el caso de las tarjetas black y al que el juez concedió la libertad condicional en febrero por haber mostrado un “pronóstico favorable” de reinserción.

La decisión de Bárcenas, condenado por el Tribunal Supremo el pasado 14 de octubre a 29 años y un mes de prisión por su implicación en la llamada Época I del caso Gürtel, se produce tres meses después de que la Audiencia Nacional fijase en 12 años el tiempo máximo de cumplimiento de la pena y, con ello, clarificase su horizonte penitenciario. Desde entonces, el extesorero ya ha disfrutado de dos permisos de salida de seis días cada uno y ha podido conocer las fechas en las que podrá solicitar tanto la libertad condicional anticipada (el 27 de septiembre de 2024, al cumplir dos terceras partes de la pena) como la ordinaria (un año más tarde, con tres cuartas partes de la pena cumplidas). En septiembre de 2028 se le dará por extinguida la pena.

Los encuentros de justicia restaurativa en los que participará Bárcenas son similares a los que se celebraron con los presos de ETA arrepentidos que se acogieron a la vía Nanclares de reinserción y víctimas de la organización terrorista. En 2016, Prisiones los extendió a condenados por delitos comunes que cumplían sus penas a través de medidas alternativas y, tres años más tarde, a aquellos que, como es el caso del extesorero, estaban privados de libertad. De estos talleres solo están excluidos a priori los penados por delitos de violencia de género y sexuales, así como aquellos que sufran alguna enfermedad psiquiátrica.

El programa, que es voluntario, contempla 10 sesiones grupales de trabajo con otros reclusos de cuatro horas cada una que son impartidas por miembros de ONG especializadas en mediación. Estos, junto a técnicos penitenciarios, deciden al final de estas sesiones si el recluso está preparado para celebrar el encuentro restaurativo o si, por el contrario, se les saca del programa o es necesario que asistan a más sesiones. Si finalmente se celebra el encuentro entre el condenado y la víctima, este tiene lugar en presencia del mediador que ha guiado el proceso. El programa contempla que el encuentro se celebre en una o dos sesiones como máximo, y la víctima podrá elegir si es en el recinto penitenciario o fuera de él. El contenido de todo el proceso es confidencial.

El objetivo es brindar a los reclusos seleccionados la oportunidad de reflexionar sobre el delito cometido, su responsabilidad, su arrepentimiento y la petición de perdón a la víctima. Los presos son informados previamente de que su participación en el taller no les supondrá ningún beneficio penitenciario, aunque Prisiones admite que sí se tiene en cuenta a la hora de hacer las valoraciones para, por ejemplo, progresar al tercer grado o semilibertad. La participación de la víctima también es voluntaria y en cualquier momento del proceso podrá decidir no seguir adelante. En su caso, se pretende que consiga una reparación, al menos simbólica, por el daño sufrido.

A favor de la decisión de admitir a Bárcenas en el programa han jugado los últimos informes emitidos por los profesionales penitenciarios, y que el juez de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis de Castro, citaba en el auto del pasado 17 de marzo por el que le concedió los dos primeros permisos. Según el educador de la cárcel, el extesorero del PP ha “utilizado su estancia en prisión desde una perspectiva constructiva y formativa” y “su evolución y progresión penitenciaria” ha sido “permanente y constante, mejorando en lo regimental y en lo personal, manteniendo correctas relaciones con sus compañeros de internamiento y con los profesionales del centro”. El psicólogo penitenciario recogió en otro informe que Bárcenas ha asumido la responsabilidad de los delitos aunque también que considera la pena que se le impuso “desproporcionada”.

Además, el extesorero ha presentado en los últimos meses dos escritos que muestran su arrepentimiento. En uno, del pasado 18 de marzo, calificaba los delitos fiscales por los que fue condenado como “un acto de clara insolidaridad con respecto a los conciudadanos que cumplen puntualmente con sus obligaciones fiscales”. El segundo era la misiva que, en noviembre de 2020, remitió a la Audiencia Nacional para autorizar la repatriación de los fondos que tenía ocultos en Suiza —aproximadamente 25 millones de euros— para hacer frente a la responsabilidad civil que se le impuso en la condena.

Un programa de reinserción diferente al de Urdangarin

El programa de justicia restaurativa que va a iniciar en los próximos días el extesorero del PP Luis Bárcenas está dirigido a condenados por todo tipo de delitos, del que únicamente están excluidos los penados por violencia de género y delitos sexuales. Por tanto, es diferente al creado recientemente por Instituciones Penitenciarias para reinsertar específicamente a condenados por corrupción, y en el que ya participan 89 presos, entre ellos Iñaki Urdangarin, marido de la infanta Cristina. Este último programa, bautizado como Pideco (Programa de Intervención en Delitos Económicos) es de mayor duración —contempla 32 sesiones grupales a lo largo de 10 meses—, aunque también tiene como colofón un encuentro restaurativo con una víctima del delito. En la actualidad, el programa para condenados por corrupción está en marcha en 11 centros penitenciarios y se extenderá en breve a otros tres. Ninguno de ellos es la prisión de Soto del Real, donde está recluido el extesorero del PP, por lo que si lo hubiera solicitado, tendría que haber sido trasladado a una cárcel donde sí estuviera en marcha. Tampoco funciona aún en el centro penitenciario de Valdemoro, donde está recluido Francisco Correa, otro condenado del caso Gürtel que ha pedido participar en este programa de reinserción.

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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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