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La última bala de Pablo Casado

El triunfo de Ayuso devuelve la autoestima al PP, pero resucita la pugna de liderazgos entre Madrid y Génova

Natalia Junquera
Díaz Ayuso celebra su victoria junto a Pablo Casado, Teodoro García Egea, José Luis Martínez-Almeida y Ana Camins el pasado martes en la sede del partido.
Díaz Ayuso celebra su victoria junto a Pablo Casado, Teodoro García Egea, José Luis Martínez-Almeida y Ana Camins el pasado martes en la sede del partido.Samuel Sánchez (EL PAÍS)

“Miguel Ángel [Rodríguez, jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso] va por ahí diciendo que él hizo presidente a Aznar y ahora va a jugar a promover el perfil nacional de Ayuso porque le gusta enredar y es muy ambicioso”, afirma un veterano político del PP madrileño. “Ningún otro dirigente del PP le debe más a Pablo Casado que Ayuso. Es una creación suya, parecía un capricho. Hace dos años obtuvo el peor resultado del partido en la Comunidad desde 1983 y ahora ha arrasado. ¿Sería ella capaz de promover su candidatura? La política a veces proporciona esas tragicomedias”, añade.

Mientras el PSOE se afana en circunscribir los resultados del 4-M a Madrid, dándole la vuelta como un calcetín a sus mensajes de campaña, el presidente del PP insiste en lo contrario: “Votaron por Madrid y para España. Estas elecciones tienen una indudable repercusión nacional”. Lo hace para arengar a su militancia, pero también para subirse a la ola de la victoria y tratar de amortiguar el sonido de los altavoces de la derecha mediática que estos días le replican: “Ha ganado ella, no los farsantes genoveses”; “Tú no has hecho nada en la campaña de Madrid, por eso ha ganado Isabel”. Son las mismas voces que le acusan de “hacer el ridículo atribuyéndose el triunfo de Ayuso”, que le menosprecian llamándole “Pablito” desde los mismos micrófonos que bautizaron a Mariano Rajoy como “maricomplejines” y que influyen en el electorado del PP y, por tanto, en su estrategia.

¿Tiene Casado motivos para preocuparse? ¿Serán suficientes sus mensajes de estos días — “Isabel es puro PP”. “Sin nuestra estrategia de España Suma, de los pactos de gobiernos de la libertad no habríamos llegado hasta aquí”. “No es casualidad, es fruto del trabajo discreto y quizá aún no reconocido”— para aplacar ese debate? Cargos y ex altos cargos del PP nacional y madrileño consultados por EL PAÍS hacen sus predicciones.

“Ese movimiento se va a producir”, afirma un exdirigente popular madrileño. “Los sectores más radicales del partido y de la opinión pública van a insistir en que no han ganado las siglas, sino la candidata y su discurso. Pero salvo que ocurra algo fuera de lo normal, Casado va a ser el próximo candidato a las elecciones generales y se producirá un efecto paradójico: los presidentes autonómicos del PP que nunca han tenido una relación muy estrecha con Casado porque tienen un perfil más moderado ahora le apoyarán porque ven más riesgo en el ayusismo que en el casadismo y porque la única forma de frenar que finalmente se opte por la fórmula Ayuso es no debilitar al líder con críticas”, añade. “Pero a Casado solo le queda una bala: las próximas generales. El partido no le dará más oportunidades”, concluye.

Otro veterano cargo madrileño recuerda que en el PP “ya es tradición que los dirigentes de la Comunidad tengan aspiraciones nacionales. Es un clásico. Hasta hubo quien promovió el liderazgo nacional de Cristina Cifuentes cuando Rajoy perdió la mayoría absoluta. En el caso de Ayuso, me da la impresión de que ese afán viene más de la gente que la rodea que de ella misma, pero veremos si se deja llevar. Esperanza Aguirre jugó a ser la sucesora de Rajoy. Tras las elecciones de 2008, se activaron todos los cañones contra él. Ella amagó con moverle la silla, pero al final se quedó en nada porque el partido es mucho más que Madrid, y los barones, especialmente el de la Comunidad Valenciana, salvaron a Rajoy”.

“Yo no pedí ni un solo aval”, se defiende Aguirre. “Solo me habría presentado si Rajoy, como parecía la noche electoral, hubiese dimitido”, añade. La expresidenta madrileña dice de Ayuso que es “el político que más ha crecido en menos tiempo en los últimos 30 años” y encabeza el sector que cree que Casado debe imitarla. “Tiene que seguir el camino de Isabel. Su estrategia de recuperar los votos de Ciudadanos era acertada, pero el giro al centro fue un error y no era el discurso por el que le votamos frente a Soraya Sáenz de Santamaría en el congreso [de primarias]. Se equivocó al renunciar a la batalla cultural, al seguir el guion de la izquierda y de lo políticamente correcto y al lanzar ataques personales a Santiago Abascal, líder de un partido constitucional, no como Podemos. Ciudadanos perdió 30 escaños en Cataluña y el PP no se llevó ni uno. Ahora Ayuso sí lo ha conseguido”. Preguntada, en todo caso, por si cree que la presidenta madrileña puede dar el salto nacional, responde: “No creo, porque ella tiene que ganar las elecciones de Madrid por mayoría absoluta en dos años y no hay mayor error en política que querer ir demasiado deprisa”.

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También José María Aznar, padrino político de Casado, ha respaldado el método Ayuso: “El modelo de libertad se entiende, funciona y los resultados lo respaldan. Una gran lección para todos”. Otro exdirigente del PP madrileño opina, sin embargo, que sería “un error” que Casado imitase a Ayuso y “radicalizase su discurso”. “A ella le ha funcionado. Consiguió convertir sus meteduras de pata en virtud, pero en Casado sonaría impostado”.

Prueba de confianza

Otro exdirigente del PP madrileño señala la elección de quién presidirá el partido en la región como elemento de prueba de la confianza de Casado en sí mismo. “Teodoro García Egea [secretario general del PP] decía que no quería a Ayuso al frente, pero ella ha demostrado ser una mujer de órdagos y, si decide presentarse al congreso sin haberlo pactado antes, puede abrirse una batalla peligrosa para Génova”. “La tentación de lanzar a [José Luis Martínez] Almeida para frenar a Ayuso tendría efectos perniciosos y volverían los enfrentamientos entre Comunidad y Ayuntamiento que hemos visto otras veces. Casado puede optar por retrasar el congreso, pero se interpretaría como un veto a Ayuso. La militancia está contenta con ella y creo que no les va a quedar otro remedio que dejarla al frente”, añade.

Un dirigente del PP madrileño señala que la tercera vía que planteaba Génova para evitar enfrentamientos entre los dirigentes regionales y municipales, la de colocar al frente del partido en Madrid a Ana Camins, actual secretaria general de la formación en la Comunidad, ha muerto con la espectacular victoria de Ayuso. Aguirre es tajante: “La opinión más importante es la de los afiliados, no la de Génova”.

Todos los dirigentes consultados admiten ese ruido en torno a Ayuso que ha obligado a Casado a recordar en cada intervención que fue él quien apostó por ella cuando nadie lo hacía [si bien después de que otras candidatas le dijeran que no], aunque pocos creen que el arrollador éxito de la presidenta madrileña sea extrapolable a nivel nacional al 100%. De momento, explica Aguirre, es un chute de autoestima. “Los peperos estábamos con una depre espantosa después del fiasco de las catalanas e Isabel nos ha devuelto la ilusión”. Un dirigente madrileño opina que los resultados del 4-M “responden al día de hoy en Madrid”. “El resto de presidentes autonómicos del PP han sido mucho más restrictivos y evidentemente no lo han hecho por fastidiar a los hosteleros, sino para rebajar la incidencia. Madrid tiene muy malos datos de mortalidad por coronavirus, pero a Isabel le ha ido bien porque tiene altavoces que la apoyan y porque Pedro Sánchez la ha ayudado mucho. Pero no creo que los resultados sean extrapolables al resto de España, ni siquiera a Madrid dentro de dos años”, añade.

Un exdirigente del PP nacional cree que, aunque el tono de Ayuso es distinto, su discurso incluye “banderas de siempre en el partido, como la bajada de impuestos”. También que lo que ha ocurrido en Madrid con Cs se repetirá en las generales. “Los partidos necesitan perfiles distintos. ¿Ayuso ganaría en Galicia? Probablemente no, pero a la inversa quizá tampoco. Por eso Zapatero no se cargó a José Bono, ni Rajoy a Aguirre, porque les necesitaban”.

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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

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