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El PP de Sevilla libra una lucha interna por el control del partido

El acuerdo de Casado y Moreno salta por los aires por las acusaciones de “pucherazo” de uno de los candidatos

Lourdes Lucio
Juan Ávila (en el centro de la imagen, con mascarilla azul) con un grupo de partidarios en el centro de Sevilla este viernes.
Juan Ávila (en el centro de la imagen, con mascarilla azul) con un grupo de partidarios en el centro de Sevilla este viernes.PP (Europa Press)

El PP de Sevilla juega este sábado, con la votación de compromisarios y de candidatos, la primera vuelta para la elección del presidente provincial, con una escenografía propia de una batalla campal que enfrenta a la candidata apoyada por el PP nacional con el del partido en Andalucía.

El proceso de presentación de candidaturas para el XV congreso provincial ha estado plagado de denuncias cruzadas. Los de Virginia Pérez, la actual presidenta provincial y candidata de Génova, acusan a los de Juan Ávila, el candidato del PP andaluz, de presionar a los militantes con cargos y sueldos en la Junta de Andalucía para que no la avalasen.

A su vez, los de Ávila han denunciado ilegalidades e irregularidades en la celebración de la junta provincial que convocó el congreso; de impedir la actualización de cuotas para que haya más participación. En definitiva, de “dar un pucherazo” en palabras de Ávila, a quien, en un audio enviado por wasap y publicado este viernes por Diario de Sevilla, se le oye decir: “Dejar el partido en manos de estos sinvergüenzas sería una tragedia” y “rasgan las entrañas del partido por cuatro golfos que quieren seguir manteniendo el poder”.

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El candidato del presidente andaluz también habla de impedir las votaciones previstas para este sábado desde las cuatro de la tarde hasta las nueve de la noche. Será el primer examen, la primera criba, hasta llegar al congreso del 27 de marzo, en el que ya decidirán los compromisarios.

Pulso entre el PP nacional y el andaluz

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Al fondo de esta pugna se vislumbra un pulso entre el PP nacional de Pablo Casado y el PP andaluz de Juan Manuel Moreno por el control del partido en Andalucía por lo que pueda pasar en un futuro. Y aún más al fondo de la imagen, algunos ven el contorno nítido del hombre que creó el centroderecha andaluz y manejó todos los hilos desde mediados los años 90 hasta hace bien poco: Javier Arenas.

Los dos candidatos se disputan la presidencia provincial de una organización que, desde el punto de vista electoral, presenta unos magros resultados: aporta solo dos escaños de los 15 que obtuvo el PP en Andalucía en las últimas elecciones generales. Solo tres de los 18 parlamentarios autonómicos por Sevilla; y solo tiene 11 alcaldías de las 106 sevillanas. Esto dice mucho de la debilidad crónica del PP sevillano, pero también de la fortaleza del PSOE en esta provincia.

En el centro, la secretaria general del PP de Sevilla, Virginia Pérez, en una rueda de prensa.
En el centro, la secretaria general del PP de Sevilla, Virginia Pérez, en una rueda de prensa.

El PP de Juan Manuel Moreno quería que los congresos provinciales solo se celebraran en sitios donde reinaran los consensos, como han sido los de Málaga, Granada y Córdoba. Y posponer los demás hasta pergeñar candidaturas pactadas a elegir en congresos pacíficos. Algunos en el partido reprochan a la dirección de Moreno el actuar en el partido “al estilo Rajoy, dejando pudrir los temas”, aunque esta crítica la personalizan, por ahora, en la secretaria general, Loles López.

El PP de Sevilla lo preside la diputada autonómica Virginia Pérez desde que en otro congreso y a cara de perro ganó por tan solo 24 votos de diferencia al anterior presidente provincial, Juan Bueno. En aquella ocasión, la candidatura de Pérez la avaló Arenas, que ahora se encuentra al lado del otro aspirante: el alcalde de Carmona, Juan Ávila, quien presentó su candidatura de prisa y corriendo animado por el presidente de la Junta y del PP andaluz, Juan Manuel Moreno.

Lo que podía ser una disputa de poder puramente local, como casi siempre ha sido, tiene vuelo nacional. Casado y el secretario general del PP, Teodoro García Egea, apoyan a Pérez, aunque su primera opción era la del alcalde de Tomares, el también senador José Luis Sanz, al que Casado ha sondeado como candidato a la alcaldía de Sevilla, según fuentes populares.

Desde Génova se invirtió el proceso de renovación interna: de abajo arriba —congresos provinciales, regionales y, por último, el nacional—, con la intención, según afirman en el PP andaluz, de colocar presidentes provinciales afines por lo pudiera pasar en un congreso nacional convulso. Desde el PP andaluz avisan: “Somos leales, pero no sumisos. Las imposiciones no funcionan. Aquí hay que hablar y consensuar. Si quiere ganar, habrá ganado el 50% de Sevilla”.

La presidenta provincial decidió convocar el congreso a la vista de lo que leía en los periódicos y que podría sumirse en un titular: van a por ti. Nadie del regional descolgó el teléfono ni para confirmar ni para desmentir, según fuentes próximas a Pérez, por lo que esta, ante la incertidumbre, desoyó la recomendación de aplazamiento de Moreno y avanzó en el calendario. “Se le iba a dar una salida digna, pero ha tirado por la calle de en medio”, aseguran fuentes de PP andaluz.

Más denuncias

Al juzgado ha llegado también el congreso provincial. Dos militantes recurrieron su exclusión en las votaciones al no estar al día en el pago de las cuotas, pero dos juezas aseguran que la situación de impago no les priva de sus derechos de participación sobre todo porque acreditaron su voluntad de pagar. En el caso de uno de los denunciantes, la resolución judicial asegura que el día previo al cierre del censo acudió a una entidad bancaria para ponerse al día y “le fue denegado por la dirección de la sucursal, porque los autorizados en cuenta han dado instrucciones de que no se hagan ingresos en efectivo, en prevención de la normativa de blanqueo de capitales, impidiendo con ello estar inscrito en el censo electoral y, en consecuencia, vetando su derecho al voto”.

Las juezas deniegan la petición de suspensión del congreso, como solicitaban los demandantes. Estos autos los esgrime la candidatura de Ávila para que se permita votar a todos los militantes, que además advierte que el proceso podría acabar con una demanda colectiva en los tribunales.

En los últimos días, las direcciones nacional y regional han intentado llegar a un acuerdo que pasaba por una candidatura de consenso con Virginia Pérez de presidenta y Ávila, de secretario general. La ejecutiva se repartiría al 50%, pero la actual presidenta provincial ha descartado la lista unitaria tras oír a su rival hablar de “pucherazo”. Fuentes del PP aseguran que solo una orden de Génova puede parar ya a Virginia Pérez.

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