De desconocida a lideresa: así se gestó el ‘fenómeno Ayuso’
La presidenta de la Comunidad afronta la campaña convertida en la referencia de la derecha y eclipsando a Pablo Casado, el presidente del PP
María Teresa Campos tenía claro a quién quería entrevistar para lanzar su nuevo programa: a Isabel Díaz Ayuso. La apuesta refleja el giro copernicano de la vida de la política madrileña, que en 2019 se presentó a las elecciones de la Comunidad de Madrid como una desconocida, y ahora acude a las de 2021 como la estrella mediática de la derecha. Su fulgor es tan cegador, reconocen en el PP, que empieza a eclipsar a Pablo Casado. Barones del partido ya echan cuentas. “Si Ayuso saca mayoría absoluta, Pablo tendrá un problema”, coinciden un presidente autonómico y un dirigente del PP sobre los comicios del 4 de mayo, en los que la formación confía en el tirón de la presidenta para absorber a Ciudadanos por la vía de las urnas.
Agosto de 2019. Ese es el momento en el que los especialistas de comunicación del PP quedan convencidos de que en Díaz Ayuso tienen un diamante en bruto, que pueden explotar de polémica en polémica, centrando la agenda en controversias constantes, en lugar de en la gestión administrativa de la región. “Señor Errejón, si yo fuera una mujer de izquierdas, los ataques machistas que me ha lanzado se los hubiera tenido que tragar: que si leo o no los discursos, que si un hombre me tiene que escribir o no las palabras, que si otro portavoz tiene que salir en mi defensa…”, le espeta al entonces portavoz de Más Madrid durante la sesión de su investidura. “Como tiene ese halo intelectualoide tan estupendo, me tiene que hablar despacito para que la pobre mujer de centroderecha, o de derecha, o de extrema derecha, donde quiera que me ponga, le entienda”. Uno de sus asesores se felicita: “¡Cómo ha aprendido a dar codazos sin mover el gesto! ¡Si esas frases las dice otro, se incendia la Cámara!”. Díaz Ayuso ha dejado una cadena de titulares polarizadores sin tener que arremangarse para defender hechos concretos de su proyecto de gobierno.
Es el principio de la metamorfosis de la presidenta: de desconocida a lideresa. Desde entonces, las polémicas son buscadas, no fortuitas, como ocurría en campaña. Un día aparece en la Asamblea con un adoquín, acusando a la izquierda de promover los incidentes por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. Otro, saca en la Cámara un listado interminable de residencias supuestamente medicalizadas para contrarrestar la acumulación de muertes por coronavirus en esos centros (alrededor de 6.000 fallecidos). Imágenes de portada acompañadas siempre de declaraciones deslenguadas. Así nace el fenómeno Ayuso.
“Ha apostado por una política tan de choque”, explica Susanna Griso, presentadora de Espejo Público, “que cuando la entrevistas siempre garantiza titulares, cierto rifirrafe, bronca, notoriedad y repercusión”. La presidenta madrileña se ha convertido en una habitual del programa. “Uno de sus secretos es venir con una idea muy contundente. A veces entrevistas a otros políticos, y son declaraciones más neutras”, añade la periodista. “También ha habido una evolución: a diferencia de tiempo atrás, que estaba más insegura, ahora va a buscar ese mensaje contundente, e incluso se siente cómoda en la provocación. El poder, ser presidenta, le ha dado seguridad. Y luego está Miguel Ángel Rodríguez, que tiene mucha estrategia detrás”, opina Griso.
El exsecretario de Estado de comunicación de José María Aznar influye mucho en las decisiones de la presidenta de Madrid. Pero Díaz Ayuso ya dirigió, por ejemplo, el Curso Superior de Estrategias de Comunicación para equipos políticos en la Universidad Rey Juan Carlos. Estuvo en los equipos de redes sociales de Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes. Y el PP de Madrid la designó como su representante en varios foros para hablar de campañas electorales 2.0. A eso le ha añadido ahora su sello personal: normalmente no centra sus intervenciones en destacar su polémica gestión, sino en el cuerpo a cuerpo con Pedro Sánchez, el presidente del gobierno.
“Tira de instinto”
“Las teles le dan más minutos de pantalla por ser presidenta autonómica”, analiza una fuente que conoce la estrategia de Ayuso. “Pasa como con Revilla [Miguel Ángel, presidente de Cantabria] porque los dos tienen un cierto populismo; él, de andar por casa y ella, de derechas, lo que le es muy rentable. Y hay dos claves más: una, que ella se ha lanzado como líder nacional desde el principio; en ningún caso ha hecho declaraciones en términos regionales. Y dos, la pandemia, que la ha puesto en el escaparate de forma permanente por ir en contra del Gobierno nacional en la mayoría de sus decisiones”. Otro interlocutor que conoce la hoja de ruta de la presidenta madrileña coincide: “Tiene muy claro lo que quiere decir, tira de instinto, sin importarle demasiado eso que se trabaja tanto en comunicación política de si yo digo esto, pepito responderá lo otro”.
El éxito de esa mezcla de populismo, poder institucional y voluntad de chocar con el Gobierno de España también se mide en datos. En marzo de 2020, Díaz Ayuso tenía 104.000 seguidores en Twitter. Hoy suma casi 454.000 y 40.900 son de los últimos 30 días, según la herramienta Social Blade. Su mensaje “comunismo o libertad. 4 de mayo”, que ha convertido en lema de campaña, fue retuiteado más de 25.400 veces y señalado como “favorito” casi 83.200 veces.
COMUNISMO O LIBERTAD.
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) March 15, 2021
4 de mayo.
Ese ascenso en su popularidad empieza a preocupar en Génova y alrededores. “Ha crecido mucho. Se han dado cuenta de que vuela sola y la vigilan”, afirma un barón popular, que sabe que la dirección nacional ha evitado apoyar la candidatura de Díaz Ayuso a presidir el PP de Madrid, lo que le daría aún más poder. Un presidente autonómico del partido añade: “Al final en Madrid siempre hay líos de ese tipo. Pasó también con Esperanza Aguirre, porque la Comunidad da una proyección que no da ningún otro sitio, por el efecto capitalidad y por su cercanía con todos los asuntos nacionales. Ella le debe todo a Pablo, pero hemos visto muchas veces casos de políticos que olvidan ese tipo de deudas y esto da muchas vueltas”.
Aguirre: “Le saldrán enemigos internos, pero la veo muy centrada en Madrid”
Una de las más entusiastas con el ascenso de Ayuso es precisamente Aguirre. “Mi admiración por ella se ha agigantado en estos dos años. Lo ha tenido dificilísimo, teniendo que pactar con Aguado [Ignacio, de Ciudadanos] y con la izquierda dividida en tres partidos, es decir, tres turnos contra ella en cada debate”, cuenta la expresidenta regional. “Y ha sido muy valiente, atreviéndose a tomar decisiones diferentes a las de la mayoría, también presidentes autonómicos del PP, para favorecer la economía. Eso la gente lo ha valorado mucho”, asegura. “Por supuesto, le saldrán enemigos internos en el partido que puedan percibirla como una amenaza, como a José Luis Martínez Almeida, aunque yo los veo a ambos muy centrados en Madrid. Cayetana [Álvarez de Toledo, exportavoz del PP en el Congreso] la presentaba como alternativa y aseguraba que Isabel es un ejemplo de que la moderación no es una virtud, sino un defecto, y estoy totalmente de acuerdo con ella. Isabel no tiene complejos”, añade.
Un barón autonómico del partido opina: “Ha creado un estilo propio, de comunicación muy kamikaze, diciendo todo lo que se le pasa por la cabeza, y eso funciona muy bien en Madrid, que es muy conservador, con un nivel de renta más alta, pero en otros sitios, no. Se ha enfrentado muchas veces directamente a Sánchez, convirtiéndolo en adversario directo, y ahora se enfrentará a uno de los archienemigos de la derecha, Pablo Iglesias, y eso también le dará réditos”. Un exdirigente popular coincide. “La izquierda ha ayudado mucho a convertirla en lideresa y ahora Iglesias, más”, dice.
El jueves pasado, Díaz Ayuso se trasladó a un centro comercial. Allí le preguntaron por Iglesias. Suelta un bufido. Y dice: “Creo que está acabado. No le voy a dedicar ni un minuto”. Se hace el silencio. Y entonces suenan aplausos y los gritos de “presidenta, presidenta”. Poco después, el vídeo corre a toda mecha por las redes sociales. La estrategia de Díaz Ayuso.
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