Dimite un cargo de la Ejecutiva del PSOE de León por pedir “guillotina” para los Borbones

“Los Borbones salen caros, guillotina y República”. Este comentario escrito la tarde de este miércoles en Facebook por Alejandro Campillo, secretario de Estrategias contra la Despoblación del PSOE en León, ha derivado en su dimisión este jueves por la mañana. El socialista, miembro de la Ejecutiva del partido en la provincia, lo escribió debajo de una publicación en Facebook en la que el digital eldiario.es apuntaba que el Estado asumía los más de 30.000 euros que costó la seguridad de las Infantas Elena y Cristina en Abu Dabi. La formación ha considerado “intolerables” las palabras de Campillo, y ha iniciado el proceso para abrirle un expediente disciplinario y su suspensión cautelar de la militancia.

El comunicado del PSOE leonés ha indicado que los cargos públicos “deben ser responsables de sus actos y también en sus manifestaciones ante la opinión pública”.

La repercusión del comentario de Campillo en Facebook, que adelantó leonoticias.com, ha sorprendido al militante socialista expedientado. Explica por teléfono que el error fue suyo por no caer en lo instantáneo de las redes sociales y en que dificultan expresar matices. Le faltaron “unas comillas”, admite, para catalogar a la guillotina no como instrumento letal sino como “metáfora de la revolución”. “No estoy a favor de la pena de muerte y eso que hay gente que últimamente dice esas cosas”, subraya. El también concejal en la localidad de Congosto alude a cuando, en 1989, en el 200 aniversario de la Revolución Francesa, se enalteció la figura de la guillotina “como elemento revolucionario” delante del presidente François Mitterrand (Francia, 1916-1996) y del estadounidense George Bush (EEUU, 1924-2018).

Campillo, que se proclama admirador de Charles de Gaulle y defensor de una república semipresidencialista al modelo de la V República francesa, asegura que recibió la aprobación de varios compañeros de siglas y ha recibido llamadas de apoyo tras el revuelo ocasionado. El ahora exsecretario de Despoblación confía en que “la sangre no llegue al suelo de la plaza” y cree que con unas buenas alegaciones e insistiendo en que su objetivo no era desearle la muerte a nadie podrá evitar ser expulsado del PSOE.