Esperanza Aguirre: “Yo pongo la mano en el fuego por mí. No la pondría de ninguna manera por Bárcenas”
La expresidenta de la Comunidad de Madrid critica el giro al centro de Pablo Casado y pide reflexión a su partido tras los pésimos resultados del PP en las elecciones catalanas
Esperanza Aguirre contraataca. A pesar de estar apartada de la primera línea política, la expresidenta de la Comunidad de Madrid, volvió este miércoles a primera plana después de que el extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas declarara en sede judicial que le había entregado un sobre con 60.000 euros para la campaña de las elecciones autonómicas de 2007. Aguirre reaccionó rápido. Lanzó un comunicado el miércoles por la tarde en el que ya calificaba las afirmaciones de Bárcenas como “rotundamente falsas” y anunció una querella criminal contra el extesorero “por falso testimonio”. Este jueves ha participado en una ronda de entrevistas en radios y televisiones para dejar clara su postura e insistir en su inocencia. “Yo pongo la mano en el fuego por mí. No la pondría de ninguna manera por Bárcenas”, ha explicado en una intervención en La Hora de la 1 en la que calificado al extesorero de “condenado, convicto y confeso”. “La credibilidad de este señor es cero, bueno no, menos 30”, ha zanjado. Aguirre ha aprovechado para analizar la derrota su formación en las elecciones catalanas del 14-F y la decisión de Casado de desvincularse de la sede de Génova. La expresidenta ha pedido una reflexión y ha criticado el “giro al centro” de la formación.
Aguirre ha hablado públicamente por primera vez después de que Bárcenas relatara al juez del caso Púnica, Manuel García-Castellón, que le entregó un sobre con dinero negro que, según el extesorero, venía supuestamente de Luis Gálvez, presidente de la constructora Ploder. Aguirre ha vuelto a negarlo rotundamente: “Esto es total y absolutamente falso”, ha incidido y ha repetido que emprenderá acciones judiciales por falso testimonio. Para la expresidenta, Bárcenas está buscando beneficios penitenciarios y permisos para él y su mujer, Rosalía Iglesias, en prisión tras ser condenada a 13 años y 10 meses por el caso Gürtel. La colaboración de su marido con la justicia no permite la aplicación de ningún beneficio penitenciario para ella, según explican fuentes de la Audiencia Nacional. Por otra parte, la decisión de la Audiencia Nacional, de fijar en 12 años el tiempo máximo de condena que Luis Bárcenas debe cumplir de los 29 años y un mes que el Tribunal Supremo le impuso por el caso Gürtel permite al extesorero solicitar permisos para salir de prisión al haber cumplido, hace tiempo, un cuarto de esta pena, requisito temporal que contempla el Reglamento Penitenciario para aspirar a este beneficio penitenciario.
Aguirre está imputada, desde septiembre de 2019, en el caso Púnica por la presunta financiación ilegal del PP madrileño durante su etapa como la expresidenta regional mediante el desvío de fondos públicos. Un informe de la Guardia Civil de 2017 cifró en 2,5 millones de euros el dinero de origen irregular que supuestamente utilizó el partido para pagar las campañas autonómicas de 2007 y 2011, en las que Aguirre renovó su mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid, y las generales de 2008, con Mariano Rajoy como cabeza de lista. En el auto en el que fue imputada, el juez García-Castellón adjudicaba a la expresidenta madrileña el papel de “supervisión” de la trama que permitió a su partido financiarse de manera irregular. “Soy caza mayor, soy medalla de oro”, en esta investigación, ha afirmado Aguirre este jueves, esta vez en Antena 3. “No hay nada incriminatorio en mi persona. Sigo en el PP, pero no estoy en primera fila desde hace mucho tiempo”.
La expresidenta madrileña ha rechazado todas las acusaciones y también ha analizado los resultados electorales del 14-F. Tras el fracaso de su formación en los comicios catalanes, Aguirre ha considerado que el cambio de la sede nacional del PP en Génova 13 no es suficiente. “Tenemos que reflexionar, porque este giro al centro no nos ha permitido coger ni uno solo de los 30 escaños que ha perdido Ciudadanos. Es más, nosotros perdimos uno”, ha subrayado. Por ello, ha considerado que necesitan elaborar un “programa atractivo e ilusionante” capaz de “atraer a los votantes de Ciudadanos y a los de Vox”. “También a aquellos que Felipe González llama socialdemócratas huérfanos”, ha añadido. La distancia de los populares con la ultraderecha empezó a marcarse el pasado octubre durante la fallida moción censura de Vox contra el Gobierno. En esa ocasión Casado se desmarcó de manera muy contundente de los postulados de la formación ultra y con tonos muy duros. Aguirre ha tildado esos “ataques personales” contra el líder, Santiago Abascal, de “inaceptables”. La distancia entre los partidos de derecha se confirmó este miércoles en el Congreso de los Diputados, cuando el líder popular propuso al Gobierno “ensanchar el espacio de la moderación”, para que estén las dos formaciones, PSOE y PP.
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