El Constitucional debate si aparta a un magistrado recusado por las defensas de los presos del ‘procés’

El Tribunal Constitucional debatirá en el pleno que comienza este martes si para resolver los recursos del procés aparta al magistrado Antonio Narváez, que ha sido recusado por las defensas de los condenados. La ponente del caso, Encarnación Roca, vicepresidenta del Constitucional, ha elaborado una propuesta de resolución en la que considera que la recusación debe ser aceptada. En un auto detallado, Roca estima que lo procedente es que el magistrado no tome parte en las sentencias que el tribunal de garantías tiene pendientes sobre las denuncias de los líderes independentistas sobre la supuesta vulneración de derechos fundamentales.

El motivo de la recusación es una conferencia que Narváez pronunció en Granada en noviembre de 2017, poco después del referéndum ilegal y la declaración unilateral de independencia, en la que calificó el procés de “golpe de Estado encubierto”, comparándolo con el 23-F. También añadió que lo ocurrido en septiembre y octubre hace cuatro años en Cataluña fue “mucho más grave por sus consecuencias” que el asalto del coronel Antonio Tejero al Congreso. Las defensas de los condenados por el Supremo, que han acudido en amparo ante el Constitucional, consideran que con estas manifestaciones el magistrado Narváez perdió toda apariencia de imparcialidad, por lo que no puede formar parte del tribunal que decida sobre sus recursos. La Fiscalía y la Abogacía del Estado, en cambio, han solicitado que la recusación sea rechazada.

El Constitucional encara este debate dividido. Un sector del tribunal considera que lo prudente es apartar al magistrado Narváez, para evitar que haya riesgo de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condene a España si acepta las tesis de las defensas, que argumentarían que los recursos del procés se habían resuelto con una composición del Constitucional sin garantías de imparcialidad. El Constitucional ha venido rechazando todas las impugnaciones contra la instrucción del caso en el Supremo, y ahora empezará a resolver los recursos contra las condenas que la Sala Penal impuso a los líderes independentistas. El temor, por tanto, es que toda esa labor sea cuestionada en Estrasburgo por la conferencia de un magistrado. Otro sector del tribunal, en cambio, estima que no hay razón alguna para apartar a Narváez, porque no cabe dudar de su imparcialidad.