Casado apuesta por una tercera vía entre Ayuso y Almeida para presidir el PP de Madrid
La secretaria general del partido regional, Ana Camins, gana peso para presidir la formación
Mariano Rajoy solía decir a los más próximos que, cada mañana, lo que le interesaba de la prensa era buscar la última perla que Esperanza Aguirre había soltado sobre él. No pocas veces quien ha ocupado el poderoso sillón de mando en la Comunidad de Madrid se ha terminado convirtiendo en un problema para los presidentes del PP. La mayoría de las fuentes consultadas en el PP insisten en que ese no es el caso entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. Su relación es buena, fruto de muchos años de amistad, desde que se conocieron cuando aún eran unos cachorros políticos en las Nuevas Generaciones. Sin embargo, el entorno de la presidenta madrileña despierta recelos en Génova y a eso se añade que el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, se ha movido para evitar que Ayuso se haga con el control del partido. El líder del PP quiere evitar un conflicto y apuesta porque una tercera figura ―ni la presidenta ni el alcalde― presida el PP madrileño.
“Ni Isabel es Aguirre, ni Pablo es Rajoy. Isabel sabe que le debe el puesto a Pablo”, analiza un consejero del Gobierno madrileño, que añade: “Lo importante es que los líderes no se lleven mal y superen la crisis de los entornos”. La presidenta madrileña fue candidata por una apuesta personal del líder del PP, pero la desconfianza se abre paso entre sus círculos. En Génova dudan de Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso, a quien se le atribuye un intento de construir en torno a la líder madrileña una alternativa al liderazgo de Casado.
Ayuso tiene además un contrincante interno en la pugna por el poder orgánico en Madrid. El alcalde de la capital, más próximo al núcleo nacional del PP desde que ha sido nombrado portavoz del partido, quiere asegurar un reparto del control de las listas electorales al Ayuntamiento, que se elaboran en la dirección del partido en Madrid. Martínez Almeida ha propuesto una tercera vía: aupar a Ana Camins, secretaria general del PP madrileño, a la presidencia de la formación regional, para que las listas electorales no dependan solo de Ayuso. Camins, muy cercana también a Casado, “aglutina más apoyos que nadie para presidir el partido”, defienden fuentes próximas al regidor.
La apuesta del alcalde es, hoy por hoy, también la del líder del PP. “Casado quiere tranquilidad y eso ha sucedido históricamente en el PP de Madrid con las terceras vías”, subrayan fuentes de Génova. Ana Camins gana enteros, según las fuentes consultadas, para convertirse en la próxima presidenta del PP madrileño. En la dirección del PP recuerdan que hay precedentes y que el presidente del Gobierno regional no siempre ha presidido al mismo tiempo el partido: ahí está la etapa de Alberto Ruiz Gallardón en la presidencia de la Comunidad con Pío García-Escudero como responsable orgánico.
En Génova también tienen muy presente la historia de los liderazgos madrileños del PP. “Rajoy se arrepintió de que Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes acumularan todo el poder”, recuerdan en la cúpula, porque ambas fueron a la vez presidentas del Gobierno regional y del PP. La presidencia de la Comunidad de Madrid proyecta por sí misma a quien la ocupa; no en vano gestiona un presupuesto de 20.072 millones de euros, según las cuentas de 2019. Pero como sus dos predecesoras, Ayuso tiene personalidad propia y se ha puesto rápidamente en órbita como un liderazgo nacional con tanto protagonismo como Casado.
La interesada esconde sus cartas. Ayuso guarda silencio y no desvela qué es lo que ella quiere, ni tampoco comenta la propuesta de la tercera vía. “Está centrada en la gestión de la Comunidad y no pierde ni un minuto en las especulaciones de partido”, transmiten fuentes de su entorno. La presidenta sigue trabajando su propio liderazgo, con viajes fuera de Madrid, a Aragón o Cataluña, y se mueve también a la interna cultivando sus relaciones para evitar las tiranteces con el aparato. Sabe que la última decisión la tiene Casado. Hay tiempo, el congreso se va a celebrar a finales de 2021 o principios de 2022. Aunque los indicios no son buenos para ella. El secretario general, Teodoro García Egea, evitó respaldarla para la presidencia regional y dejó la decisión en manos de los militantes. El alcalde también juega. La presidenta madrileña espera midiendo sus movimientos; ahora está en un momento dulce porque salió bien su plan para la segunda ola. “El liderazgo de Ayuso es como un diente de sierra”, dicen con intención en el entorno de Martínez Almeida. La pugna por el poder orgánico en Madrid no ha hecho más que empezar.
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