Condenado a 13 años de prisión un hombre que se atrincheró y disparó contra la Guardia Civil en Cantabria
El detenido, conocido como el Rambo de Turieno, hirió a un agente tras once horas de intenso despliegue
La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a 13 años y siete meses de cárcel a un hombre que, en julio de 2018, se atrincheró durante once horas en su vivienda de Turieno (100 habitantes), en la comarca de Liébana (Cantabria) e hirió a tiros de escopeta a un guardia civil. Luciano José Simón Gómez, conocido como el Rambo de Turieno, ha sido condenado a nueve años de prisión como autor de homicidio en grado de tentativa, a cuatro años por atentado a la autoridad y a siete meses por tenencia ilícita de armas. El hombre, que disparó el arma al menos en 20 ocasiones, también deberá pasar nueve años en libertad vigilada y se le prohíbe acercarse al guardia civil herido durante otros 10 años.
El atacante deberá abonar al agente con 22.105 euros por las lesiones originadas por su ataque con escopeta –el uniformado recibió consiguió repeler el disparo con su escudo, pero el proyectil le alcanzó en un pie– y también otros 661 euros a la Guardia Civil por los daños en las protecciones balísticas del agente. El tribunal rechaza aplicar la atenuante de alteraciones psíquicas derivadas del consumo de alcohol o drogas y de obcecación, como solicitaba la defensa. En cambio, sí aplica la de reparación del daño, pues el acusado ha pagado 21.000 euros en concepto de responsabilidad civil antes del juicio.
Este vecino de Turieno fue detenido el 19 de julio de 2018, varias horas después de parapetarse, armado, en su vivienda. Consiguió huir de la casa pese al dispositivo establecido, pero un grupo de agentes lo interceptaron en la madrugada, cuando trataba de regresar al inmueble. El varón, de 58 años, no se encontraba en la casa cuando la unidad especializada del Grupo de Acción Armada logró acceder a su domicilio. Los más de 100 policías desplegados pidieron apagar las luces de todo el pueblo para interceptarlo, pero se cree que fue entonces cuando el atacante se dio a la fuga.
Simón, al que se catalogó como “extremadamente peligroso”, tenía antecedentes por drogas, robo con fuerza, lesiones y atentado contra la autoridad. Las autoridades recomendaron a la población, mientras el apodado “Rambo de Turieno” permanecía huido, que evitaran los montes y zonas abiertas en las que esta persona pudiera haberse ocultado. También se les emplazó a permanecer en sus domicilios, con las ventanas cerradas y las persianas bajadas.
La voz de alarma la dio el hermano del detenido, que alertó de que este, con quien había discutido anteriormente, había amenazado con una navaja a varios de sus familiares. Simón efectuó al menos 20 disparos y mantuvo una actitud “violenta” hasta que finalmente fue detenido.
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