Defensa lleva al fiscal el chat de mandos retirados en el que se hablaba de fusilar a 26 millones de españoles
Robles denuncia la “gran cobardía” de quienes se amparan en su condición de exmilitares para implicar al Rey o mancillar la imagen del Ejército
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha remitido a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid el contenido del chat de la XIX promoción de la Academia General del Aire, “por si los hechos en ella reflejados fueran constitutivos de delito, cometido por personas que además pudieran atribuirse la condición de militares en activo, sin serlo”, según ha informado su departamento.
La ministra acompaña el escrito con la información publicada este miércoles por el digital Infolibre, que incluía frases como: “No queda más remedio que empezar a fusilar a 26 millones de hijos de puta” o “qué pena no estar en activo para desviar un vuelo caliente [con armamento real] de [el campo de tiro de] las Bardenas a la casa sede de esos hijos de puta”, en alusión a la Asamblea Nacional de Cataluña, atribuidas al general de división Francisco Beca Casanova y al coronel Andrés González Espinar, respectivamente.
La ministra subraya en su escrito que “corresponde al Ministerio Fiscal investigar su eventual relevancia penal, en defensa de la legalidad”, así como “salvaguardar la honorabilidad y la pública estimación de las Fuerzas Armadas y de los hombres y mujeres que las integran, volcados en el cumplimiento de las funciones que establece el art. 8 de la Constitución”.
El escrito concluye afirmando que la “conducta ejemplar” de los militares “nada tiene que ver con manifestaciones que repugnan al respeto debido en una sociedad democrática, pluralista y basada en la libertad política e ideológica. Y [las Fuerzas Armadas] no deben ver perjudicada su estimación pública por actuaciones que les son totalmente ajenas y que podrían merecer además un reproche penal”. Aunque la denuncia no especifica a qué delito se refiere, el hecho de que mencione que se han podido hacer pasar por militares en activo sin serlo (son retirados) sugiere una usurpación de funciones, castigada con uno a tres años de cárcel.
La Fiscalía le ha devuelto la pelota a Defensa pidiendo una ampliación de la información recibida (hasta ahora, solo la publicada en prensa), antes de valorar la procedencia o no de incoar las oportunas diligencias de investigación y, “en su caso”, determinar la competencia.
Las fuentes consultadas estiman que, al tratarse de un chat privado, es difícil que la denuncia pueda llegar muy lejos. Defensa tenía otra vía para dejar en evidencia la actitud deshonrosa de estos exmilitares: expulsarlos de la Orden de San Hermenegildo. Se trata de una orden en la que ingresan todos los oficiales y suboficiales que hayan cumplido 20 años de servicio y tengan una “conducta intachable”. Protagonizar actos o conductas que supongan descrédito o socaven los valores de las Fuerzas Armadas puede ser motivo de expulsión. Sin embargo, en agosto pasado se aprobó una reforma del reglamento que señala que los retirados no pueden ser expulsados sin una condena firme. Estos mandos retirados podrán así seguir disfrutando de las prerrogativas de tener esta recompensa y usando el uniforme en actos militares y sociales. Si estuvieran en activo, explican fuentes jurídicas, se les podría echar del Ejército y prohibirles usar el uniforme, pero al estar retirados no es posible.
El teniente coronel José Ignacio Domínguez, que participaba en el chat por ser miembro de la XIX promoción del Aire, explicó el miércoles a la Cadena SER, que, en marzo pasado, “se empezó a discutir [EN EL CHAT]la posibilidad de un pronunciamiento militar apoyado por el Rey”. Cuando llegaron a la conclusión de que era inviable, explicó, se plantearon “pedir una audiencia al Rey”, para finalmente optar por la carta.
Los participantes en este chat son firmantes de las cartas que militares retirados han enviado al Rey, cargando contra el “Gobierno socialcomunista”. El objetivo de sus promotores era provocar una cascada de misivas similares con la que presionar al jefe del Estado. Primero fueron 39 jefes y oficiales retirados de la XIX promoción de la Academia General del Aire (AGA) los que el 10 de noviembre remitieron una misiva a La Zarzuela; y luego les siguieron 73 miembros de la XXIII promoción de la Academia General Militar (AGM) el día 25. El plan era que a la iniciativa se fueran sumando otras promociones de militares y ya se habían celebrado contactos con la XX del Aire, la siguiente a la suya, y con veteranos de la Escuela Naval Militar para provocar un pronunciamiento similar en la Armada.
En declaraciones a los periodistas, Robles no ha disimulado su indignación con los firmantes de las cartas y los participantes en el chat. “Nadie que no está en el servicio activo tiene ningún derecho a ampararse en las Fuerzas Armadas para realizar actuaciones que son absolutamente reprobables y que en ningún caso se identifican con las Fuerzas Armadas de las que tan orgullosos estamos”, ha dicho. “El Ministerio de Defensa va a denunciar a aquellos que, embozándose o amparándose en las Fuerzas Armadas, quieran implicar al Rey en actuaciones contrarias a la Constitución o desprestigiar a las Fuerzas Armadas”, ha insistido.
Robles ha dicho sentirse “avergonzada” por el “gran nivel de cobardía” de quienes se amparan en la condición militar que un día tuvieron para “poner en una posición complicada al jefe del Estado o mancillar el buen nombre de las Fuerzas Armadas”. Y ha subrayado que los firmantes de las cartas y los participantes en el chat, en el que se vierten “expresiones absolutamente inaceptables”, solo se representan a sí mismos y son “un baldón” para los ejércitos. Sin citar a Vox, ha advertido de que “ninguna fuerza política puede patrimonializar a las Fuerzas Armadas y ha asegurado que quienes actúan así representan a una minoría, incluso entre los militares ya retirados.
El teniente coronel José Ignacio Domínguez, que participaba en el chat por ser miembro de la XIX promoción del Ejército del Aire, explicó este miércoles, en una entrevista con la cadena SER, que, en marzo pasado, “se empezó a discutir [en el chat] la posibilidad de un pronunciamiento militar apoyado por el Rey”, al estilo del 23-F de 1981. Cuando llegaron a la conclusión de que era inviable, ha explicado, se plantearon “pedir una audiencia al Rey”, para finalmente optar por el envío de la carta, intentando involucrar a otras promociones.
El promotor de esta iniciativa era el capitán José Manuel Adán Carmona, quien colgó el uniforme y llegó a ser inspector de finanzas y subdirector general del Ministerio de Economía y Hacienda. En cambio, en el Ejército de Tierra la carta fue promovida por el general de división Francisco Fernández Sánchez, que en 2006 fue cesado como comandante general de Melilla por motivos nunca aclarados. El borrador de esta segunda carta incluía una frase que sugería que el Rey compartía las preocupaciones de los militares sobre las supuestas amenazas a la unidad de España, aunque en la versión definitiva se eliminó.
En opinión de Domínguez, estos movimientos responden “a la crispación de Vox”, ya que antes “ese odio nunca había existido” en el grupo de militares retirados. Uno de los miembros del chat reenvió un mensaje de voz del líder del partido ultra que decía: “Hola, soy Santiago Abascal. Me han dicho que este es un grupo que merece ser saludado. Un abrazo para todos y ¡Viva España!”.
El portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, aseguró que este mensaje no iba dirigido específicamente a ese grupo de WhatsApp, sino que circula por muchos chats, mientras que su número dos, Macarena Olona, tras un tenso debate con el diputado socialista Odón Elorza, acabó refiriéndose a los militares que firmaron las cartas al Rey con estas palabras: “Por supuesto que son nuestra gente”.
De su lado, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ha restado importancia al contenido del chat. “No amenaza quien quiere, sino quien puede”, ha asegurado el líder de Podemos en una entrevista este jueves en TVE. “Lo que digan estos señores, con la edad que tienen y ya jubilados, en un chat con unas copas de más, no supone ninguna amenaza”, ha añadido.
También se ha referido a la carta enviada al Rey por militares retirados asegurando que, “si unos señores franquistas piensan que rodeando de franquismo al jefe del Estado le están haciendo un favor, creo que no entienden que esto contribuya a que cada vez haya más españoles que se sientan republicanos”. El vicepresidente considera la misiva sitúa al Monarca en una situación “absurdamente incómoda” y ha asegurado que no tiene la más “mínima duda” de que ni siquiera la va a leer.
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