Casado desoye la presión del Gobierno y no prevé un acuerdo para renovar el Poder Judicial en Navidad

Pablo Casado desoye las presiones del Gobierno y sigue sin contemplar un acuerdo en el corto plazo para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El líder del PP hizo este miércoles oídos sordos a la reforma registrada por el PSOE y Unidas Podemos para limitar las funciones del CGPJ, que calificó de “globo sonda” y “señuelo” del Ejecutivo para imponer su agenda a la oposición, y dio orden en el PP de no comentarla. La dirección popular descarta un acuerdo para la renovación durante las fiestas de Navidad, según las fuentes consultadas.

“Casado no se va a dejar llevar por presiones de ningún tipo”, afirman fuentes de la dirección del PP, que niegan que exista un acuerdo hecho como sostiene el Gobierno. El líder del PP se quejó de que el registro de la reforma es una estrategia de La Moncloa para ocultar los datos del paro, y acusó al Gobierno de “intentar atacar la independencia del poder judicial, simplemente porque quiere mandar en todos los poderes del Estado y no se conforma con el legislativo y el ejecutivo”. Se refería en este caso a la anterior propuesta que plantearon los partidos de la coalición gubernamental con el objetivo de reducir la mayoría parlamentaria necesaria para la renovación del CGPJ, que Pedro Sánchez paralizó precisamente para intentar llegar a un acuerdo con el PP.

Casado no tiene prisa, aunque en el partido reconocen que tendrán que llegar en algún momento a un acuerdo porque es su responsabilidad constitucional. “Renovación sí, pero no a cualquier precio”, insisten en Génova. En la cúpula popular se aferran al argumento difícil de comprobar de que Unidas Podemos no queda fuera del proceso, como vienen reclamando. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, rechazó que el pacto se produzca en 2020, y las fuentes consultadas en la dirección extienden esa negativa incluso hasta la fiesta de Reyes. No será esta Navidad.

El PP tiene motivos políticos para rechazar el acuerdo — cree que así desgasta al Gobierno y evita dar una baza electoral a Vox para las elecciones catalanas— pero también judiciales. La inmensa mayoría de los nombramientos que ha aprobado el CGPJ desde que caducó su mandato, en diciembre de 2018, han sido jueces de tendencia conservadora, fruto de la mayoría que controla el consejo heredada del Gobierno de Mariano Rajoy. En un porcentaje que ronda el 80% a favor de los conservadores, según fuentes jurídicas conocedoras de esos nombramientos.

La judicatura conservadora no tiene, por tanto, incentivos para que se renueve el consejo. Pero la reforma que registraron este miércoles los partidos del Gobierno, que frenaría las principales decisiones del órgano, impacta de lleno en las aspiraciones de algunos magistrados conservadores que quieren ser nombrados en el corto plazo, según interpretan fuentes jurídicas.

Los otros dos partidos de la oposición en el bloque de la derecha, Ciudadanos y Vox, rechazaron la propuesta del Ejecutivo para limitar las funciones del consejo con el mandato caducado. Vox acusó al PSOE y Unidas Podemos de querer controlar el órgano “al más puro estilo bolivariano”, mientras Ciudadanos opinó que limitar los nombramientos provocaría una “debilidad intolerable” en el poder judicial.