La Audiencia aplaza hasta después de Reyes la entrada en prisión de la esposa de Francisco Correa

María del Carmen Rodríguez, esposa de Francisco Correa, podrá pasar las fiestas de Navidad en casa. La Audiencia Nacional ha aplazado hasta después de Reyes la entrada en prisión de la mujer del cabecilla de la trama Gürtel, condenada a 17 años y 8 meses de cárcel el pasado octubre en la línea de investigación bautizada como Época I. Según consta en un auto fechado este martes, al que ha tenido acceso EL PAÍS, los magistrados aceptan que siga en libertad hasta el 8 de enero de 2021 para que, durante este tiempo, “organice todo lo relativo al [futuro] cuidado” de su hija menor, de 16 años. Los jueces recuerdan que este plazo resulta “más amplio que el otorgado a otros penados” y, por tanto, una vez cumplido, debe ingresar sin falta en el centro penitenciario de Algeciras.

Pese a esta pequeña concesión, Rodríguez había planteado al tribunal unas pretensiones mucho más ambiciosas. La esposa de Correa, a través de su abogado Carlos Pardo, había pedido que se suspendiera temporalmente su ingreso en prisión hasta que su hija alcance la mayoría de edad o hasta que su marido salga de la cárcel para que pueda ocuparse de la joven. Una solicitud a la que se opuso la Fiscalía, que calificó esta iniciativa como “inasumible”. Por un lado, “faltan dos años” para que la menor cumpla los 18 años, protestó el ministerio público, que recordó también el largo calvario carcelario que le aguarda al cabecilla de Gürtel, que ya ha resultado condenado a 79 años de cárcel por cinco piezas de la trama y que tiene pendientes otros cinco juicios todavía.

Dos razones que la Audiencia Nacional hace suyas y rechaza el intento de la mujer de permanecer libre más allá del 8 de enero. De hecho, los jueces recuerdan no solo la gravedad de los delitos cometidos, sino que la esposa de Correa no ha hecho en todo este tiempo “ningún esfuerzo reparador [... ] al no haber abonado las multas y responsabilidades civiles impuestas”.

El denunciante de Gürtel

El arrepentido de la trama Gürtel, José Luis Peñas, también ha pedido a la Audiencia Nacional que suspenda su entrada en prisión debido a la “grave enfermedad” que sufre. El exconcejal de Majadahonda (Madrid), condenado a cuatro años y nueve meses de prisión, se encuentra además a la espera de que el Gobierno se pronuncie sobre el indulto que ha pedido después de que su denuncia y grabaciones sirvieran para destapar la trama. Una solicitud sobre la que la Fiscalía se ha mostrado a favor.

En un escrito enviado al tribunal, fechado este martes y al que tuvo acceso acceso EL PAÍS, el abogado de Peñas, Ángel Galindo, expone toda una batería de razones para que se suspenda sus penas de cárcel e inhabilitación o, en su caso, sean sustituidas por multa o trabajos en beneficio de la comunidad. Su defensa recuerda que “su denuncia inicial provocó la apertura” de la investigación que ha condenado a una de las mayores redes de corrupción de la democracia y que tenía como epicentro a uno de los principales partidos del país, el PP. Peñas ha sido “la clave de bóveda sobre la que se inició el presente procedimiento”, subraya el letrado, que incide en que las sentencias reconocen la colaboración “esencial” del exconcejal.

El exedil padece, además, un cáncer maligno de piel, según remacha el documento, donde se detalla que ha sufrido una “recaída acreditada en el informe médico oncológico tras una primera operación”. “Estamos ante una enfermedad muy grave y de muy difícil curación”, apostilla la defensa, que también resalta que Peñas es el único sustento económico de su familia. Trabaja como funcionario en el Ayuntamiento de Madrid.