Unas pistas de tenis para ocultar 200 kilos de marihuana congelada
La policía detiene en Morón de la Frontera a cinco personas que ocultaban una plantación bajo unas canchas construidas exclusivamente para esconder la droga
En estas pistas de tenis no había rastro de raquetas ni de pelotas; tampoco de gente haciendo ejercicio: eran solo una tapadera. Bajo las canchas, ubicadas en una parcela rústica en Morón de la Frontera (Sevilla), se encontraba un zulo de más de 200 metros cuadrados destinado a la plantación de marihuana. La Policía Nacional ha detenido a cinco personas, de las cuales tres ya han sido enviadas a prisión, que se encargaban de ocultar y conservar las plantaciones ilegales. El terreno no servía para jugar, pero operaba como nevera. Los investigadores han incautado más de 250 kilos de la droga ya dispuesta para su venta, 200 de ella congelada.
La investigación comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de la posible existencia de una plantación de marihuana en una finca de Morón de la Frontera. Sin embargo, una vez allí, las dudas aumentaron: no había nada a simple vista que hiciera evidente la existencia de cultivos ilegales. “Todo apuntaba a que era ahí, pero no había ninguna edificación alrededor. Los investigadores se dieron cuenta de que había una pequeña construcción justo al lado de las canchas”, explican fuentes de la policía. Desde esta pequeña cimentación, anexa a las pistas deportivas, se accedía al zulo.
Una vez dentro, se encontraron un sofisticado laboratorio con una extensión de 200 metros cuadrados. El lugar, que no dejaba evidencias visuales del mismo ni de la propia construcción, estaba perfectamente equipado para el cultivo eficiente de las plantas: 15 aparatos de aire acondicionado, 20 ventiladores y 60 lámparas LED. Se encontraron también una envasadora al vacío-prensadora y un camión para el transporte de la droga. El laboratorio obtenía energía eléctrica para funcionar a pleno rendimiento a través de un generador de grandes dimensiones valorado en unos 70.000 euros, con conexión ilegal a la red pública. Los detenidos conservaban la droga de múltiples maneras. En el registro efectuado se intervinieron más de 200 kilos de plantas de marihuana congeladas, así como en picadura seca, cogollos y polen.
Tras las diligencias debidas, que incluían vigilancias y seguimientos discretos en torno a los responsables, los agentes lograron localizar otra parcela más, dedicada también al cultivo de cannabis, situada en el municipio sevillano de Marchena, a unos 25 kilómetros del otro. Ahí se incautaron 20 kilos. El cultivo interior se desarrollaba en estancias diferenciadas en función del crecimiento y secado de las plantas. En Marchena, la policía requisó un arma de fuego —que resultó ser simulada —, dos dispositivos de emergencia luminosos de vehículos policiales, cuatro chalecos reflectantes, una linterna con anagramas, escudos de la Policía Nacional y un vehículo de alta gama.
A los detenidos, que ya han pasado a disposición del Juzgado número 2 de Instrucción de Morón de la Frontera, se les imputan delitos contra la salud pública y defraudación del fluido eléctrico.
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