Las protestas por las restricciones contra la covid-19 derivan en disturbios en Barcelona y Burgos
El director de la policía catalana atribuye los incidentes a “grupos minoritarios muy violentos y organizados” de extrema derecha
Una marcha en contra de las restricciones de la Generalitat de Cataluña para contener la covid-19 acabó este viernes con disturbios en Barcelona. La protesta, no comunicada, reunió a las siete de la tarde a “grupos de extrema derecha muy violentos y organizados” —según el director de los Mossos, Pere Ferrer— en la plaza de Sant Jaume de la ciudad. Algunos lanzaron vallas contra la policía y pirotecnia. Los Mossos cargaron para disolver una protesta que acabó con 12 detenidos, dos de ellos menores.
La manifestación reunió en Barcelona a grupos heterogéneos unidos por el malestar social a raíz de las restricciones por el coronavirus, que en Cataluña ha llevado a cerrar restaurantes, ocio nocturno, centros de estética y en los últimos días también gimnasios, centros comerciales y actividades culturales.
Desde el principio, aseguran asistentes a la manifestación y coinciden fuentes policiales, algunos grupos de personas que la policía vincula al mundo del ocio nocturno, la seguridad y la extrema derecha, mostraron intención de provocar algún tipo de incidente. Algo que se materializó poco después, cuando encapuchados cogieron las vallas que había en la plaza de Sant Jaume y las lanzaron contra la línea policial, que también recibió pirotecnia.
Los Mossos reaccionaron cargando contra los manifestantes y disolviendo la protesta, que se dispersó por las calles del centro de la ciudad, como vía de Laietana, calle de Ferran o la plaza de Urquinaona, conocida porque fue un escenario simbólico de las protestas tras la sentencia del procés. Se quemaron algunos contenedores, mobiliario urbano y al menos una persona fue herida por una pedrada en la cabeza, según informaron los Mossos. Las carreras, las sirenas y las furgonetas arriba y abajo se alargaron hasta pasadas las nueve de la noche en el centro de Barcelona.
También la noche del viernes, varias decenas de manifestantes han originado disturbios en el barrio de Gamonal de Burgos tras concentrarse contra las medidas de confinamiento y de toque de queda. Los vándalos han quemado varios contenedores y han lanzado objetos como piedras y botellas contra los efectivos de la Policía Nacional desplegada en la zona. Las autoridades políticas de Castilla y León y de la ciudad de Burgos han censurado loas altercados y han destacado que esas concentraciones contribuyen a la expansión de contagios. El presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, ha pedido “serenidad y responsabilidad”.
El alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, ha censurado los disturbios. El regidor apunta a “negacionistas irresponsables”, vinculados a la extrema derecha y con el apoyo de Vox, que convocaron un encuentro no permitido para criticar el estado de alarma. A estas aproximadamente 350 personas se añadieron grupos radicales de izquierdas que se infiltraron, según De la Rosa, para aprovechar la confusión y crear altercados junto a los otros extremistas hacia las 21.45. En ese momento los violentos eran unos 40 o 50. La ausencia de efectivos de la Policía Nacional, destinada a otros puntos de la provincia donde también se esperaban incidentes, permitió que estos grupos consiguieran avanzar por la calle y destrozar 26 contenedores, dañar cinco vehículos y varios escaparates. Se ha detenido a dos personas y se trata de identificar a los demás participantes de las protestas violentas. El alcalde burgalés aplaude a los ciudadanos que gritaron desde sus balcones contra esos manifestantes. “Estoy orgulloso de la reacción del barrio”, afirma.
También se registraron incidentes en Cantabria, donde centenares de personas participaron en las concentraciones que tuvieron lugar en las principales ciudades cántabras, y que terminaron con disturbios, ocho detenidos y un agente de Policía Nacional herido. En concreto, los arrestados son siete hombres y una mujer, de los cuales uno es menor de edad, y fueron detenidos por atentado, desobediencia o daños, según fuentes policiales.
Estas protestas siguen a las de la noche anterior en Bilbao, donde fueron detenidas seis personas después de fuertes enfrentamientos entre varias decenas de negacionistas que protestaban por el uso de la mascarilla y por el toque de queda. Los manifestantes arrojaron piedras y llegaron a quemar más de veinte contenedores de basura que acabaron por afectar a cuatro vehículos aparcados. La noche del lunes, una veintena de jóvenes protagonizó los primeros actos violentos contra el toque de queda en la barriada sevillana de Pino Montano. Lanzaron bengalas, cohetes y quemaron varios contenedores.
Con información de Pedro Gorospe y Eva Sáiz.
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