PSOE y Podemos pactan regular los alquileres para presentar los Presupuestos este martes
El partido liderado por Pablo Iglesias forzó una negociación de última hora para no frenar las cuentas
El borrador de los Presupuestos está cerrado. Listo para ser aprobado por el Consejo de Ministros de este martes, según anunció el lunes Pedro Sánchez. Pero el tira y afloja forma parte del Gobierno de coalición desde la investidura en enero. Pablo Iglesias volvió este lunes a tensionar una negociación que los socialistas daban por concluida. Podemos consiguió a última hora de la noche arrancar al PSOE dos compromisos: se facilitará el acceso al ingreso mínimo vital y en cuatro meses el Gobierno regulará los precios de las viviendas de alquiler.
El último desencuentro entre los dos partidos socios del Gobierno de coalición ha puesto marco a uno de los momentos más delicados de la legislatura. Los Presupuestos de 2021, que el PSOE y Unidas Podemos negocian desde principios de septiembre, supondrán un antes y un después para el Gobierno de coalición. Las dos formaciones son conscientes de que hay que presentar las cuentas cuanto antes. Este lunes todo estaba preparado para que el martes Sánchez e Iglesias presentaran conjuntamente el anteproyecto antes de aprobarlo en el Consejo de Ministros. Así lo anunció a media mañana el presidente en la XXIII Conferencia de Presidentes. Horas después, Unidas Podemos trató de cambiar el guion: “No se ha cerrado todavía un acuerdo para poder llevar mañana el proyecto de presupuestos al consejo de ministros”.
El borrador ya está cerrado, pero a última hora Unidas Podemos quiso vincular su aprobación a avanzar en dos cuestiones que considera claves: que se incluyan medidas para garantizar el funcionamiento del Ingreso Mínimo Vital, que se aprobó a finales de mayo con el objetivo de alcanzar a 850.000 familias y apenas ha llegado a 135.000, y dar impulso a la regulación del precio de las viviendas de alquiler. En cualquier caso, ninguna de las cuestiones entrarían en los Presupuestos y su negociación sería paralela.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero (PSOE), y el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez (Podemos), llevan semanas trabajando en unas cuentas que ambas formaciones han asegurado que serán expansivas, avaladas por los 140.000 millones de euros del fondo de ayudas europeo. Los impuestos han centrado el grueso del debate, y de la tensión, entre los socios de Gobierno, aunque el partido del vicepresidente renunció desde el inicio a hacer en este ejercicio una reforma fiscal profunda -con importantes subidas de impuestos-, por el contexto de crisis económica.
Unidas Podemos considera que para la elaboración de los Presupuestos ya han hecho numerosas cesiones por lealtad al Ejecutivo y por la necesidad de aprobar unas cuentas que jubilen los Presupuestos del PP, prorrogados desde 2018. No habrá impuesto a los ricos ni aumentos impositivos significativos, como pedía la formación del vicepresidente, por lo que para seguir avanzando, a última hora, se agarraron a dos medidas que son bandera de la formación desde que nació hace seis años. Hacer público el desencuentro y llevar la contraria a Sánchez a horas de una presentación clave para el futuro de la legislatura podría verse recompensado con un avance hacia dos asuntos claves para su electorado.
Podemos venía abonando el terreno desde hace días poniendo el acento en necesidad de avanzar en la regulación del precio de los alquileres. Iglesias incluso llegó a recibir hace 10 días a los sindicatos de inquilinos para mostrar públicamente su compromiso con esta medida. El acuerdo del Gobierno de coalición firmado en diciembre entre su formación y el PSOE incluye avances en esta materia, pero los socialistas son partidarios de esperar a que pase la pandemia para meter mano a un asunto que siempre ha generado polémica, incluso entre dos partidos del Ejecutivo.
En el PSOE nunca existió ninguna duda de que la aprobación del anteproyecto saldría adelante en el Consejo de Ministros de este martes. En Unidas Podemos, en realidad tampoco, pero antes del apretón de manos público entre Sánchez e Iglesias han querido aprovechar para dar un empujón a su programa.
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