Sánchez usa su réplica a Abascal para cargar contra Casado y pedirle que no engorde a la ultraderecha
El presidente huye de las provocaciones del líder de Vox, le tacha de “antipatriota” y ensalza la gestión de la pandemia de su Gobierno
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha usado este miércoles su turno de réplica en la moción de censura al Ejecutivo del líder de Vox, Santiago Abascal, para interpelar al líder del PP, Pablo Casado, y reclamarle que no caiga en la senda marcada por el discurso de la ultraderecha. El líder del PSOE ha cuestionado, con un tono sosegado, las provocaciones del discurso inicial de Abascal, todas sus invectivas y argumentos más exagerados. Pero su objetivo trascendía con mucho las filas y electores de Vox. Sánchez se ha dirigido directamente a Casado para que “no caiga en el abismo de la ultraderecha ni se deje arrastrar por la tentación totalitaria con tal de regresar al poder”. Le ha pedido que “no juegue con fuego” ni “cruce la línea” de la razón, pero tampoco se “ponga de perfil” en la abstención. El jefe del Ejecutivo ha reclamado al líder popular que vote no a la moción.
Fuentes de la dirección del PP han precisado más tarde que “todo lo que ha sucedido en el Congreso esta mañana ha reforzado la posición de rechazo a esta moción”, mantienen que la mano “sigue tendida para negociar” con Pedro Sánchez asuntos de Estado si él acepta sus condiciones porque Casado nunca ha rechazado ir a La Moncloa y mantienen la idea de no revelar el voto que emitirán mañana hasta que salga el portavoz o la portavoz que hable en nombre de su partido.
Pedro Sánchez, por su parte, ha recordado en la réplica a Abascal el artículo 113 de la Constitución que regula las mociones de censura y que establece que estas deben tener un fin constructivo, es decir de alternativa de Gobierno, más que de demolición y ataque contra el presidente que se pretende derrotar. El líder socialista ha constatado que el candidato de Vox ha utilizado el debate para “canalizar su ira y esparcir su odio”. El presidente considera que el candidato de Vox no ha formulado propuestas, aunque ha destacado que algunos de sus planteamientos buscan retroceder en avances consolidados del estado del bienestar, en la lucha contra la violencia de género, la memoria histórica, el estado de las autonomías, la diversidad cultural, lingüística o política del país o en el combate contra el cambio climático.
Sánchez se ha afanado sobre todo en alertar contra el auge de la extrema derecha en España, un debate latente en toda la sesión y pendiente de desarrollo en el Congreso desde la irrupción de Vox, que en las elecciones de noviembre de 2019 logró 52 escaños y 3,6 millones de votos. El presidente ha lamentado que Abascal propugne posiciones “antipatrióticas” que excluyen la realidad de casi la mitad de los españoles, en especial los que defienden posturas independentistas o nacionalistas en Cataluña, Euskadi o Galicia. Tras reconocerle a Abascal el éxito de la foto de Colón, en la que logró reunir al líder del PP, Pablo Casado y al entonces presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, Sánchez ha reflexionado sobre los peligros de la ultraderecha.
El dirigente del PSOE ha alertado sobre el riesgo para el PP de querer utilizar la “vehemencia” oratoria y política de Abascal y que se imponga entonces en el ya bastante crispado panorama político español “la estrategia del insulto y el odio”. Sánchez recordó que en un pasado que ya parece lejano el expresidente popular José María Aznar, tildado de duro, citaba a Manuel Azaña o el poeta Miguel Hernández mientras ahora el Gobierno madrileño del PP, Ciudadanos y Vox ha procedido a la retirada de una placa en honor de Indalecio Prieto. Este miércoles Abascal llamó “criminal” a Sánchez desde el hemiciclo del Congreso.
El presidente ha avisado del peligro de tomar en serio a Vox y el “abismo” que representa y demandó a los votantes conservadores en general que “no abandonen las ideas ni los argumentos, ni el debate constructivo, ni la razón, que no crucen la línea ni jueguen con fuego”. A Casado, ya citado por su nombre, se ha dirigido Sánchez para pedirle que “no ceda a la deriva ni se deje arrastrar por la tentación totalitaria”. Y le ha recomendado que no asuma las peticiones de Vox ni sus acusaciones de “derechita cobarde” porque entonces elevarán el nivel de sus exigencias sin fin. “Usted no es el beneficiario de esta moción, es el blanco del ataque”, ha afirmado Sánchez.
Pedro Sánchez ha instado a Casado a votar no mañana al final de los debates de la moción de censura de Vox. No le basta con la abstención que identifica con “ponerse de perfil” y ha reprochado al líder del PP sus posiciones ahora más duras, como el bloqueo al “espíritu constitucional” en la renovación del Consejo General del Poder Judicial. El presidente ha persistido en aconsejar a Casado que no renuncie al espacio de la derecha tradicional en España, le ha invitado a fomentar gestos y un nivel de relación que les permita “encauzar sus diferencias con normalidad” y ha proclamado que el país “necesita una derecha tan conservadora como quiera ser pero compatible con la convivencia y las instituciones democráticas”.
Sánchez ha enfatizado que el único reto ahora de su Gobierno sería recabar mayor unidad política y social para acabar con la pandemia del coronavirus, uno de los aspectos en los que más ha centrado su réplica a Abascal para presumir y recalcar todas las actuaciones, planes, fondos y medidas acordadas en estos meses.
Sánchez ha augurado finalmente que la ultraderecha será derrotada mañana y ha introducido un aspecto positivo de este debate: “Puede ser una moción sumamente constructiva para ver cómo la mayoría de los españoles cierra el paso a su proyecto de odio, furia y choque. No convencerá ni tampoco vencerá”.
La sesión matinal del debate ha concluido con otro cruce dialéctico que parecía en bucle entre Sánchez y Abascal sobre sus distintas concepciones del patriotismo, la religión, la encíclica del Papa, la derrota de ETA y la pacificación en Euskadi que se extendió hasta la hora del telediario.
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