Dos personas heridas al ser arrolladas por un todoterreno cargado de hachís en Estepona

Una mujer embarazada y un ciclista han resultado heridos este jueves por la mañana durante una persecución policial en Estepona (Málaga). Los agentes perseguían a un vehículo cargado con 600 kilogramos de hachís por la autovía A-7 hasta que el narcotraficante se ha desviado a la altura de la urbanización Costalita, a las afueras del este municipio de la Costa del Sol. Allí ha intentado evitar un atasco atravesando una glorieta pero ha acabado embistiendo un vehículo y un ciclista. Los dos heridos han sido trasladados al Hospital Costa del Sol con heridas de diversa consideración y el delincuente ha sido arrestado tras abandonar el lugar del accidente a la carrera.

Los hechos han ocurrido sobre las 8.15, relata un testigo. El todoterreno conducido por el narco ha llegado a toda velocidad a la glorieta frente a la urbanización Costalita, donde cada mañana hay un pequeño atasco de coches que se quieren incorporar a la autovía. “Llegó a mucha velocidad”, asegura trabajador que ha presenciado los hechos. Para intentar evitar la glorieta, se ha subido al césped, ha derribado una señal de tráfico y ha chocado contra un Citroën conducido por una mujer de unos 30 años que iba dirección al trabajo, en una guardería. “Está embarazada y se encontraba en estado de shock por el susto que se ha llevado”, relata Manuel Navarro, vecino de la zona y auxiliar sanitario que ha atendido a la mujer en primer lugar. Según su testimonio, el ciclista, de unos 50 años, ha recibido golpes en la cintura, rodillas y cabeza y también tenía laceraciones y heridas en las piernas. Fuentes del hospital Costa del Sol no han dado detalles del estado de las víctimas.

La Policía Nacional ha confirmado la detención de un hombre y fuentes de la investigación aseguran que “la operación sigue abierta” porque se busca a otra persona por los mismos hechos, ya que los agentes perseguían a un segundo vehículo. Estepona es, junto a Marbella, una de las zonas preferidas por los delincuentes tanto para alijar droga como para almacenarla en guarderías, debido a la presencia de muchas organizaciones de narcotraficantes asentadas en la zona y la presión policial ejercida en el Campo de Gibraltar. El municipio también ha sido testigo de dos de los últimos incidentes con la Guardia Civil.