Duro choque entre Sánchez y Casado por la corrupción
El presidente acusa al PP de tapar “un delito con otro, Kitchen por Gürtel" en la sesión de control del Congreso
A cara de perro. Así ha sido la sesión de control entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el líder del PP, Pablo Casado; entre los vicepresidentes y sus adversarios desde el Grupo Popular y Vox; y entre todos los diputados de la oposición y los ministros. “Toda España sabe que ustedes taparon un delito con otro, Kitchen con Gürtel. Lo sabe toda España, hasta en Ávila”, ha respondido Sánchez al líder del PP cuando este le ha preguntado si va a unir su destino al de Pablo Iglesias si finalmente es imputado por los tribunales. En la sesión de este miércoles, el laberinto de la política parlamentaria se mantiene sin salida. El PP no da muestras de avenirse a renovar instituciones como el Consejo General del Poder Judicial, como viene reclamando el Gobierno, y ha respondido a los reproches de Sánchez por el espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas con fondos reservados durante el Gobierno de Mariano Rajoy, recordando casos de corrupción de PSOE como los ERE de Andalucía o las investigaciones judiciales contra Podemos por financiación irregular. Ahí hay uno de los nudos gordianos de la legislatura: el bloqueo de las instituciones. El otro es el del Presupuesto, varado con el Gobierno en busca de apoyos pero aún sin una sola cifra encima de la mesa.
“Me gustaría creer que usted va a demostrar que el PP de Casado no es el de Rajoy ni de Aznar y cumplirá con su obligación de renovar el Poder Judicial”, ha pedido Sánchez al líder del PP. Cada uno a lo suyo, sin dejarse atrapar por las incriminaciones del otro. Casado no ha pronunciado una sola palabra sobre el caso Kitchen, por el que la Fiscalía Anticorrupción ha solicitado la imputación de dos ministros del antiguo Gobierno de Mariano Rajoy (PP), Jorge Fernández Díaz y María Dolores de Cospedal; tampoco de la parálisis de los órganos constitucionales sin renovar, y menos de Presupuestos.
La nueva portavoz del PP, Cuca Gamarra, no se ha mostrado dispuesta a dejar que la acusen de ser blanda con el Gobierno, en comparación con su antecesora destituida, Cayetana Álvarez de Toledo. “Pedro Sánchez citó la semana pasada muchas veces la unidad y la necesidad de arrimar el hombro. Ustedes filtraron una conversación privada entre Sánchez y Casado ―este diario publicó que el líder del PP le había enviado un mensaje de WhatsApp en el que aceptaba renovar el Poder Judicial―.¿Por qué demuestran más lealtad con Bildu que con el PP?”, ha preguntado Gamarra a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo.
No hay amigos en política y la reunión “cordial” que ambas celebraron el lunes no es óbice para que Gamarra haya relacionado este miércoles a la vicepresidenta con los ERE de Andalucía por haber pertenecido a gobiernos de Manuel Chaves, condenado en primera instancia por prevaricación.
En plena negociación de los Presupuestos, el presidente del Gobierno ha tratado de atraer a la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas agradeciéndole su esfuerzo por superar la política de bloques. Ella le ha respondido que colaborará, pero no con carta blanca. “No moveré un dedo para que se repartan ustedes y el PP a los consejeros del Poder Judicial”, ha avisado. Sí está dispuesta a apoyar la comisión de investigación de la Kitchen sobre el PP, pero ha reprochado al PSOE que obstaculice la comisión de investigación contra Podemos.
Traición y humanismo
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha lamentado “profundamente” el suicidio del etarra Igor González. Ese pésame le ha parecido al diputado Ignacio Gil-Lázaro “vomitivo, repugnante, propio de alguien sin escrúpulos" y le ha supuesto "una traición a las víctimas”. A esta severa crítica el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, no ha respondido con paños calientes ni matizaciones. “No es una buena noticia el suicidio de nadie y desde el humanismo no cabe alegrarse de la muerte de nadie”. Después, Marlaska ha entrado en política: “Ustedes no saben vivir sin ETA”.
El intercambio dialéctico entre el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias y la secretaria general del grupo, Macarena Olona ha terminado en duelo. No ha utilizado esta su segundo turno salvo para citarle. “Nos vemos en la siguiente sesión de control”. Iglesias ha respondido: “Me ha retado a duelo y como caballero elijo las armas: La palabra”
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